“Lo correcto es lo correcto, aunque no lo haga
nadie. Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.
(G. K. Chesterton).
Hoy parece que vamos a tener uno de esos días que
tanto le gusta a la primavera, uno de esos días en los que hay de todo, a
partir de las 07:00 horas vamos a tener sol o no, ya veremos, lo que si que
parece más seguro es que a partir de las 20:55 se nos marchará, y en la noche
todo puede suceder.
Va siendo hora de que descansemos un poco de las
elecciones, o vamos a correr el riesgo de llegar a las próximas cansados, y
necesitamos estar frescos para empezar otra vez a ver y analizar programas
electorales, aunque no creo que se pueda cambiar toda una idea de estado y de
sociedad en un mes.
Los resultados, como siempre no han sido del gusto
de todos. Así que deberíamos aprender a defender, en estos días, nuestros
principios para elegir a los que los defiendan mejor. Esta tarea no es fácil
porque nos falta mucha formación en este sentido. A la hora de votar en las
pasadas elecciones ya nos hicimos la pregunta; ¿qué campos hay que defender primero
en esta batalla política?, y ahora, dentro de unas semanas nos la tendremos que
volver a plantear.
Si en las anteriores elecciones pusimos el
planteamiento y la defensa de la vida como una de nuestras deliberaciones
principales, en este final de mes deberíamos de seguir por el mismo camino. Ya
que, no puede tener bases sólidas, una sociedad que, mientras afirma valores
como la dignidad de la persona, la justicia y la paz, se contradice
radicalmente aceptando y tolerando las más variadas formas de menosprecio y
violación de la vida humana, sobre todo si es débil y marginada.
Así que deberíamos seguir pensando que uno de los
aspectos más definitivos para juzgar la calificación moral de una sociedad es
la valoración que se hace de la vida humana. Y que, esta se desprecia cuando el
juicio acerca del prójimo se realiza a partir de criterios extraños a la
verdadera dignidad de la persona, esto es, a partir de una utilidad social o de
si alcanza el nivel de "calidad de vida" socialmente admisible.
Otro de los aspectos a los que tendremos que volver
a poner en nuestro punto de mira es en la aspiración a lograr una ecología
humana, una apertura a la vida en la naturaleza y el respeto del medio ambiente
natural.
Es necesario por unos días que volvamos a informarnos
de todo lo que se nos pudo pasar por alto en las pasadas elecciones, volver a definir
que queremos exigir, y lo que estamos dispuestos a defender, volver a analizar
nuestro voto. Esta labor es larga, pero muy necesaria pues en muchos temas
estamos bastante desinformados, pues solo obtenemos información de la tele y de
otros medios de comunicación que muchas veces no tienen escrúpulos en esconder
su ideología.
No podemos tener un voto responsable basado en la
imagen bonita del político de turno, o en las promesas fantásticas que nos puedan
ofrecer como si fueran caramelos para niños. Hay que saber lo que se defiende y
lo que se vota, y para eso no podemos dejar nuestra formación en manos de los
que no tienen más principios que los que le dictan una concepción materialista
de la vida.
Como el domingo pasado, tendremos que volver a
votar a final de mes, pero sin dejar en casa el sentido común que estamos
obligados a vivir y defender.
Feliz Día.
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