“Lo correcto es lo correcto, aunque no lo haga
nadie. Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.
(G. K. Chesterton).
Hoy el sol saldrá a las 06:53 horas y se esconderá
a las 21:01 horas, en un día que da el pistoletazo de salida de una nueva
campaña electoral, así que vamos a volver a empezar.
Volveremos otra vez a ver la incomprensión entre
los diferentes partidos, a las ideas extremas o exageradas que se encargarán de
enredar y crear confusión, con este patio, resultará otra vez muy complicado ver
posibles acuerdos pues nadie se fiará de nadie.
Después de lo visto en la pasada campaña, veo que
más que la imposibilidad de comprendernos, está la imposibilidad de sentir,
pues todos parecen tener un corazón de piedra. El extremismo sectario y la violencia
caminan por todos los lugares sobrados de desamor. No estaría nada mal que se
escuchará un poco más la voz de los moderados y se intentará frenar ese círculo
vicioso de los prejuicios e incomprensiones que alimentan el extremismo y la
violencia.
Vamos hacia un mundo cada vez más globalizado y por
lo tanto un mundo que se convertirá también en más homogéneo, y donde será
necesario que la libertad y la moderación sean las pautas a seguir. Convendría subrayar
la importancia de que la sociedad, y en especial los jóvenes, comprendan que
quienes gritan más alto o actúan de manera más provocativa no suelen
representar los verdaderos sentimientos de quienes dicen defender.
Lo de sacar pecho y plantar cara,
incomprensiblemente, es el pan nuestro de cada día. Hay una juventud altanera
que se concentra los fines de semana para darse unas fiestas a base de alcohol
y de drogas por las plazas, en parte con el consentimiento de sus padres que
suelen ser los que pagan esta absurda diversión. La consecuencia salta a la
vista. No hay que ser ciego. Rompen lo que les da la gana y dejan toda la basura
esparcida por cualquier parte. Y, si les dices algo, te miran despreciativamente.
En suma, que da la impresión que tienen todos los derechos y ningún deber. No pagan
ni un plato roto. Si la estabilidad educativa va por el camino que va no veo yo
cómo se puede educar a esa juventud. Qué me lo expliquen.
La falta de comprensión que sufrimos actualmente y
la viveza de los extremismos que soportamos, hace que nos estemos moviendo en
un terreno peligroso. Pienso que habría que darle un gran impulso al encuentro
entre las diferentes formas de ver la sociedad, lo que conllevaría el entendimiento
de unas regiones con otras y de unos partidos políticos con otros.
Sólo la moderación y la sabiduría nos abrirán el camino
a la convivencia. Sin duda, el lenguaje de la incomprensión y la cultura de los
extremismos, sobre los que gravita un peso importante de los conflictos
actuales, tendríamos que desterrarlos o enterrarlos, tanto por la división que
provocan como por su forma de ruptura.
Feliz Día.
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