sábado, 30 de junio de 2018

Sábado 30 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)


La semana pasada fui a renovarme el DNI, y ayer me baje todas las aplicaciones al ordenador y me compre un lector de tarjetas para poder utilizar el DNI electrónico, o sea que estoy a la última. Y me di cuenta de un detalle en mi nuevo DNI que yo pensaba que ya no estaría, y es que aún pone: hijo de…
Y me dio por recapacitar, y, pude llegar a la conclusión que uno de los hechos constitutivos de nuestra identidad personal está en el hecho de ser hijos. Algunos de nosotros no somos padres, pero ninguno de nosotros puede dejar de ser hijo. Y es que no podemos ser sin ser hijos.
El hecho de que sea hijo no es ni un complemento ni un suplemento que se une a mí, no es algo que se añade a mi identidad. No somos y luego somos hijos, sino que desde el momento cero de nuestra existencia, esta viene caracterizada entre otros rasgos por el de nuestra filiación.
Y es que, si vamos profundizando en esta cuestión, ser hijo resulta fundamental, en el más extenso e intenso sentido de la palabra. Si voy analizando un poco más me doy cuenta que no  podemos ser hijos sin más, sino que siempre somos “hijos de”.
Y este detalle no es baladí y requiere más atención de la que puedo prestarle, porque a partir de aquí, ahora todo el interés se centraría en la idea inicial según la cual nuestra filiación es un dato de identidad constitutivo e inamovible, una constante biográfica que tiene que remitir en todo momento a nuestros fundamentos, al origen personal, al punto de partida y a la historia particular de cada uno de nosotros.
En fin, un gran tema que esta en mí DNI.

Feliz y Dulce Día.

viernes, 29 de junio de 2018

Viernes 29 de junio de 2018.


“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien) 

Pues si, han pasado ya muchos años desde esa foto, y si la observamos nos podremos dar cuenta que nuestros cuerpos y nuestras almas tienen por separado su proceso de madurez, y no siempre están en armonía.
En alguna ocasión he pensado que los años me despojarían de la poesía de mi juventud y que me haría viejo antes de tiempo. Todos sabéis que cuando llegamos a cierta edad, como la que tenemos ahora, y miramos lo que hemos hecho, nos podemos llegar a sentir desconcertados por algunas cosas que hicimos: no cosas inmorales, sino cosas que ahora, desde nuestra perspectiva presente, parecen inmaduras y malsanas, a pesar de todo, como para que alguien como nosotros se arriesgue a hacerlas ahora.
Recordándolas, inicialmente nos sentimos un poco desconcertados. Pero después, cuando sentimos nuestra edad y nuestra reticencia presente, miramos atrás y decimos: “¡Esto es lo más audaz que hice en mi vida!” ¡Ah, entonces tuve coraje! ¡Ahora me dan más miedo esa cosas!
Es satisfactorio poder volver a ponerme en la piel de aquel joven y saber que lo que había en su mente todavía me intriga. Hoy todavía hay poesia, vigor y humor en mi vida lo que espero que signifique que soy una persona madura y viva, como un viejo vino añejo.

Feliz y Dulce Día.

jueves, 28 de junio de 2018

Jueves 28 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)

Buen día el de ayer, la fiesta de nuestro Patrón estuvo como todos los años revestida de una emoción y un sentimiento que solo unos pocos disfrutan.
Ayer me quede con algunas cosas en el tintero, como que hay algo alarmante en nuestra sociedad que nunca denunciare bastante. Pues vivimos en una civilización que tiene como eje de pensamiento y criterio de actuación la secreta convicción de que lo importante y decisivo no es lo que uno es, sino lo que uno tiene.
Cuántos de nosotros, sin atrevernos a confesarlo, sabemos que en nuestra vida, en un grado u otro, lo decisivo, lo importante y definitivo, es ganar dinero, adquirir un bienestar material, lograr un prestigio económico.
Aquí es donde veo yo sin duda una de las quiebras más graves de nuestra civilización. Nos hemos hecho en buena parte materialistas y, a pesar de nuestras grandes proclamas sobre la libertad, la justicia o la solidaridad, apenas creemos en otra cosa que no sea nuestro bienestar económico.
Y, sin embargo, hay pocos de nosotros que somos gente feliz. Con estabilidad económica podemos montar un piso agradable, pero no crear un hogar cálido. Con dinero compraremos una cama cómoda, pero no un sueño tranquilo. Con dinero se pueden adquirir nuevas relaciones, pero no despertar una verdadera amistad. Con dinero se puede comprar placer, pero no felicidad.
Quiero añadir que el dinero no es ni un bien ni un mal, desde un punto de vista moral. De hecho el dinero es una realidad en nuestra sociedad que, es de por sí buena. Es un medio de intercambio, cuyo valor viene determinado convencionalmente por la sociedad.
Es sólo en referencia a la persona que el dinero puede convertirse en un bien o un mal.

Feliz y Dulce Día.

miércoles, 27 de junio de 2018

Miércoles 27 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)

Han pasado ya varios días desde el último “Buenos Días” y ahora me encuentro en esta vuelta a la normalidad en el centro de las fiestas, para ser exacto en el “Día Grande”, aunque todo me indica que no es tan grande.
Me he pasado un buen rato poniéndome al día de todo lo que sucedido y está sucediendo y veo que el panorama no ha mejorado nada con este nuevo gobierno, al menos desde mi modesto punto de vista, es más,  me atrevería a decir que en ciertos aspectos está empeorando.
Estoy llegando a la conclusión de que el nuevo gobierno se presenta bajo el barniz progresista de la liberación de las costumbres, un concepto que da para todo, y que en realidad hace, por ejemplo, ver a las mujeres que su máxima realización consiste en convertirse en fuerza de trabajo, que cabalga, más que el gobierno anterior, bajo la envoltura de la ideología de género con sus dos caballos políticos: el feminismo de género y las identidades sexuales LGBTI, transformadas en categorías políticas.
Y, yo me encuentro con que la contradicción en la que vivimos no es asimilable: mientras que la dimensión religiosa se exige que sea un hecho privado, doméstico, se intenta convertir a la homosexualidad en una identidad colectiva pública, que debe ser enseñada en las escuelas, junto con una llamada educación sexual en la que el embarazo es tratado como una enfermedad de trasmisión sexual más.
Por no hablar del respeto a la justicia. Un gobernante democrático debe no sólo saber sino entender que una sentencia no tiene porque estar excluida del debate racional, pero su contenido no puede quedar al albur de los gustos de la manifestación callejera promovida por la parte interesada. Cuando la justicia baja a la calle, desaparece y se transforma en ajuste de cuentas o venganza. Esto sucedió con el caso de “La Manada”. Que el delito sea repugnante, no significa que la justicia para serlo deba castigar más allá de lo que el tribunal considera hechos probados.
Y ahora, con este gobierno, cuando la concesión de la libertad provisional después de dos años en prisión, el plazo máximo ordinario, se repite el mismo movimiento, para impedir su excarcelación hasta su ingreso en prisión, convirtiendo así la medida preventiva en sentencia en firme antes de agotar todo el camino que ofrece la presentación del recurso ante la instancia superior.
Lo llevo observando hace meses, las instituciones españolas están acabadas, empezando por el gobierno. Si ellas, la sociedad y los medios de comunicación, no son capaces de censurar este tipo de actuaciones callejeras, en lugar de apoyarlas como ha hecho el débil gobierno Sánchez, si cada grupo que disiente de la ley o de su aplicación persigue legitimar su oposición echando mano a la calle, a las televisiones que se apuntan al espectáculo y las redes sociales, el Estado de derecho quedará finiquitado.
Vamos mal, pero son fiestas y las tenemos que disfrutar.

Feliz y Dulce Día.

jueves, 21 de junio de 2018

Jueves 21 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)

Hace unos días surgió el tema de la imposición de nuestras creencias a los demás y que los legisladores electos deben evitar imponer un estrecho punto de vista, por ejemplo religioso, sobre el resto de la sociedad.
Y, después pensándolo un poco pienso que ese pensamiento esta mal enfocado y que se ha convertido en pensamiento bastante común desde hace unos años dentro de muchas legislaturas estatales y entre muchos de quienes elaboran las leyes.
Vamos a ver, muchos políticos no logran reconocer el hecho de que una ley es, fundamentalmente, la imposición de un punto de vista de alguien sobre los demás. Se trata, efectivamente, de una imposición. La naturaleza propia de las leyes es imponer perspectivas particulares sobre personas que no quieren que se les impongan dichas perspectivas.
Voy a poner un ejemplo, los ladrones de coches no quieren que se les impongan leyes que les prohíban robarlos. Los traficantes de drogas no quieren que se les impongan leyes que hacen ilegal la venta de drogas. Sin embargo, elegimos a nuestros políticos, precisamente, para que elaboren dichas leyes y las impongan.
Así que el tema no es sobre si se impone o no algo a las personas.  El tema es, más bien, si lo que se va a imponer es razonable, justo y bueno para la sociedad y para quienes la integramos.
Encuentro también otro error en el caso de lo temas de las religiones, es suponer que dado que la religión mantiene una perspectiva particular eso implica que dicha perspectiva nunca debe ser tomada en cuenta o nunca llegar a ser convertida en ley.  Las religiones enseñan muy claramente que robar es inmoral.  ¿Será entonces que si yo apoyo leyes en contra de robar estoy imponiendo sobre la sociedad mi estrecho punto de vista religioso?  Obviamente no.
Lo importante no es si la ley que se está proponiendo la enseña una religión o no sino si dicha ley es justa, correcta y buena para la sociedad y sus integrantes.

Feliz y Dulce Día.

miércoles, 20 de junio de 2018

Miércoles 20 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)


Estaba pensando anoche sobre la jubilación y me vino a la cabeza esa imagen que tantas veces hemos observado cuando hemos encendido una hoguera, me estoy refiriendo a ese momento en que las llamas decrecen y desaparecen en humeantes carbones que al fin se enfrían y se convierten en fría y gris ceniza.
Todos sabéis que hay un momento en ese proceso, antes de que se enfríen, en el que los carbones pueden ser removidos como para hacerlos romper en llamas de nuevo. Me parece a mí que la jubilación puede ser ese momento.
Es una imagen muy significativa. Nuestra vida necesita a veces ser removida en sus raíces para hacerla de nuevo viva y afectiva. Pero ¿cómo hay que hacer eso? ¿Cómo avivamos de nuevo el fuego de nuestra vida?
Son preguntas a las que deberíamos encontrar respuesta, volvemos a encender nuestra vida al situarnos en nuestras raíces. A veces puede ser útil volver a andar un trayecto y examinar aquello que ayudo a mover nuestras vidas.
¿Quién y qué ayudó a que llegásemos a donde estamos? Por supuesto, eso es una cuestión profundamente personal que cada uno de nosotros sólo puede responder  por sí mismo. En cuanto a mí, cuando trato de volver y tocar las raíces de mi vida, varias cosas me vienen a la mente.
Primeramente, la fe y testimonio de mis padres, la pieza decisiva. Mi vida fue lo más importante de sus vidas, y ellos hicieron todo lo que estuvo en su poder para asegurar que esto fuera también verdad para mí. Y sus vidas nunca desmintieron su fe. Eso fue un fuerte testimonio y un don de incalculable valor.
Luego, mis amigos. Después vino el entorno y el ambiente de Pego, cuya importancia reconocí sólo años más tarde.
Finalmente, y de un modo que dejó profundas y permanentes raíces en mi vida, mí pasión por lo viajes y por la carrera a pie. Durante mi juventud, esa pasión estuvo fuerte y clara dentro de mí.
Pero, admitido todo eso, allí también estaba, ineludible y clara una fuerza que me orientaba. Sé eso porque mucho de lo que experimente en mi juventud hace tiempo que ha desaparecido, y esa fuerza de mi juventud permanece aún en mi interior.
Sin embargo, ahora, a veces esa fuerza puede estar bastante silenciosa y puede sentirse simplemente como la voz de la ingenuidad de mi juventud y algo que no es real por más tiempo ni nunca fue real verdaderamente. Para mí, como para todos, a veces simplemente se agota.
Es entonces cuando necesito remover las brasas aparentemente mortecinas de mi vida haciendo un viaje de regreso para volver a cimentarme en la realidad de la vida.  
Esta clase de viaje -creo yo- puede ayudar para presentarnos ante la jubilación,  con una llamativa advertencia: El aparente silencio de esa fuerza que nos movía esta en las brasas de nuestra hoguera, os recuerdo que las remováis y volverán las llamas.  

Feliz y Dulce Día.

martes, 19 de junio de 2018

Martes 19 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)


Fernando me alegro, podría escribir mucho de la jubilación pero no lo haré hoy, porque hay muchas cosas que decir y muchas que elegir, pues la jubilación es el comienzo de otra gran etapa en nuestra vida y hay que aprender a vivirla. Solo recordarte que te has jubilado de un trabajo pero no de lo mejor de la vida.
Jesús, intuyo tu opinión pero solo la intuyo, así que esperare.
No escribir nada de la flotilla del Aquarius que ha recalado en Valencia no sería justo, pues la crisis migratoria es algo muy serio. Según mí modesto entender no son los refugiados y los migrantes económicos los que han puesto en crisis a Europa, ellos simplemente reflejan la crisis política, cultural y existencial que vive Europa. Si Europa estuviera unida y compartiera un proyecto tendríamos recursos institucionales para dar respuestas al reto migratorio con más inteligencia y con más eficacia. La solución no es fácil pero otra Europa podría convertir este desafío en una oportunidad.
Ya se que mi opinión tendrá muchas aristas y muchos fallos pero yo estoy casi seguro que buena parte de las muertes en el Mediterráneo podrían evitarse con visados para buscar trabajo que espiraran a los tres meses y que obligaran a quien los ha pedido a volver a casa si no han conseguido empleo.
He leído, que un migrante ilegal puede gastarse de 4.000 a 6.000 euros que paga a las mafias por llegar a costas españolas. Por 1.000 euros podría viajar a un país europeo y probar fortuna con un plazo cerrado. Europa está vieja, Europa necesita sangre nueva. Pero estas y otras soluciones no se ponen en marcha porque Europa está divida y no tiene la suficiente tensión ideal como para ser verdaderamente realista y práctica.
Esto no solo pone de manifiesto la debilidad política de Europa. También pone al descubierto una inseguridad existencial. Mucha gente tiene miedo de los inmigrantes y queremos blindar nuestro gris paraíso de bienestar porque no estamos seguros, no sabemos de qué estamos seguros, quiénes somos. Las personalidades fuertes acogen, aprenden, suman, las inseguras se defienden, intentarse blindarse. El mestizaje de civilizaciones se puede tratar de ordenar, pero no se puede frenar.

Feliz y Dulce Día.

lunes, 18 de junio de 2018

Lunes 18 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)

Ya estamos en lunes y vamos ha empezar un semana que hará el número 25 de este 2018, así que vamos a coger carrerilla y a emprenderla con fuerza.
En nuestra vida, todos nos hemos encontrado con momentos que están cargados de un sentido que podemos reconocer, aunque no lo sepamos expresar. Si buscáis un poco los encontrareis a cientos, y nos asaltan en múltiples ocasiones, a veces muy cotidianas. Hay quien dirá, sin duda, que, si no se pueden poner en palabras, no son reales. No es cierto. No todo lo que se vive se puede poner en palabras. En ocasiones, se balbucea. En otras, ni siquiera se puede articular un sonido.
Cuantos pensadores y escritores han jugado con el lenguaje mientras vivían algo a lo que no podían dar voz. Escribían cientos de páginas, después de decir que la realidad, la verdad, la vida… se escapan de todo intento verbal de atraparlo. Jorge Santayana escribió, en su obra “El sentido de la belleza”, que, de todas las cosas, la belleza es la que menos requiere de explicación. Y acto seguido elaboró trescientas páginas de disquisiciones sobre eso que no necesita ser explicado. Al final acaba balbuceando en un espacio que recuerda las descripciones escatológicas tradicionales.
Si vamos por la vida y afrontamos cada día con una mente y un corazón abiertos estoy seguro que encontraremos estos momentos mágicos, momentos que están saturados de significado, pero cuyo significado no puede ponerse en palabras. Estos momentos nos son preciosos". Ojalá no se me escapen.

Feliz y Dulce Día.

sábado, 16 de junio de 2018

Sábado 16 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien) 

Ayer no pude daros los Buenos Días, no pude escribir nada ya que se me hizo tarde, se me fue el tiempo rápidamente, me lié en otro whatsapp con el tema de la amistad y cuando termine ya no tenía tiempo.
Pero, no pasa nada, ya estamos un día más aquí, no os habéis dado cuenta que hay poca gente que esté satisfecha del modo como son gestionadas las cosas públicas, al menos yo encuentro pocas, pocas hay que estén de acuerdo de como gobiernan los que tienen el poder o del modo como se llega a acordar y solucionar los conflictos  sociales. Da la impresión de ser imposible que se llegue a una normalidad política en este país.
Vaya donde vaya, en muchas conversaciones veo que se suspira por alguien que arregle esto, que imponga sensatez y cordura allí donde reina la confusión y el desmadre. Tenemos el ansia de acabar las injusticias flagrantes que hay en todo el mundo, de dar razón a quien la tiene y de no embadurnar las cosas hasta el punto de hacerlas irremediables, de que quien tiene la razón sea el único triunfante en las luchas de las vida. No hay alguien que ponga de acuerdo a los que legítimamente piensan lo contrario.
Quisiéramos que todo el que tiene un sufrimiento de cuerpo o espíritu fuera consolado y ayudado en su situación, de que existan medicinas que remedien toda enfermedad, de que todos los enfermos tengan remedio en sus manos y que todos los desconsolados tengan el alivio pronto y sincero.
Por ello todos reclamamos que venga alguien a arreglar este tinglado en el que estamos metidos y que nadie acierta a solucionar. Siempre se desea que otro arregle este desbarajuste, pero que lo arregle a nuestro modo ver, según nuestras convicciones personales y… a nuestro personal gusto.
Pues, amigos míos, eso por lo que suspiran conforme a sus gustos e idiosincrasia… pues es un tapagujeros. Y solo lo podemos arreglar nosotros.

Feliz y Dulce Día.

jueves, 14 de junio de 2018

Jueves 14 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien) 

Buenos Días a todas, y a todos, se me ha hecho tarde ya que me he entretenido leyendo todo lo que paso ayer, vaya día movido que tuvieron los periodistas.
La Selección Española de futbol, el ministro de Cultura y Deporte, el Aquarius, Urdangarin y alguna más relacionada las relaciones entre varios países de la Unión Europea van a ser los culpables que después de entrenar me tenga que pasar un buen rato informándome.
Ya se que con poner en marcha la radio y esperar a que den las noticias, en unos escasos cinco minutos tendré la información de lo más importante que esta sucediendo o que acaba de suceder, pero con el enunciado de la noticia no sabre lo que ha pasado y porque ha pasado.
Todos ya habréis que los medios de comunicación difunden realidades muy distintas y divergentes sobre un mismo hecho. De facto se convierten en altavoz de grupos definidos e intereses determinados, desapareciendo cualquier tipo de imparcialidad. De ahí el tiempo que hay que utilizar para informarse en tres o cuatro medios diferentes y sobre todo de diferente ideología.
No voy a dar nombres de cadenas de televisión pero ya sabréis que la línea informativa de los medios de información y de los grandes medios de comunicación de masas está conforme los intereses y las realidades que encubierta o directamente defienden y pretenden imponer los intereses del poder político-económico global.
En la práctica la libertad de información es sumamente restrictiva, no hay correspondencia entre cantidad de información circulante y veracidad de la misma, por los numerosos intereses que su circulación lleva pareja, fundamentalmente ideológicos, de tal forma que la sociedad de la información conduce a la “sociedad de la desinformación”. A más información “oficial” y corporativa, mayor desinformación.
Por otro lado, el pluralismo mediático conduce a la sobreabundancia de información, pero no conlleva pluralidad de cosmovisiones vitales e ideas. Se instala la dictadura del pensamiento único.
En fin, a recabar información.

Feliz y Dulce Día.

miércoles, 13 de junio de 2018

Miércoles 13 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien) 

Hay un tema estos días del que se hace necesario dar nuestra opinión, o por lo menos intentar llegar a tener alguna; son las 600 personas del Aquarius y las distintas respuestas de Italia y España ¿Por qué?
Esta mañana le he estado dando vueltas, con compañía de un café, y veo que entre estrategias electorales y cuestiones políticas con la UE, la primera medida del nuevo ministro Salvini es como cabría esperar: sin medias tintas. La del nuevo presidente español Pedro Sánchez también: acogida sin prever las consecuencias.
No es fácil la respuesta, salvo que nos quedemos en que hay que salvar a esas personas de morir en el mar, pero una vez salvadas la pregunta continúa en pie y no ha sido contestada.
La inmigración, ahora refugiados, se ha convertido en uno de los problemas graves de Europa por las discrepancias entre sus miembros y porque es en la mayoría de los países un problema de política interior. Una fuerza capaz, junto a otras causas – eso no debe olvidarse- de derribar y construir gobiernos, como se ha visto en el reciente caso de Italia. En esta dinámica, donde es fácil la demagogia, los hechos no pueden olvidarse. Todos los conocemos.
Es evidente que esta situación no puede prolongarse, y que la respuesta política desde mi modesto entender ha de combinar la acogida al extranjero sin dañar al propio país, cosa perfectamente posible con los actuales recursos comunes.
Europa y los países miembros necesitan un plan a largo plazo que combine una acción masiva para el desarrollo y la seguridad del África Subsahariana. Si hay trabajo y seguridad, hay futuro para los jóvenes, la gente no emigra.
En todo esto hay algo que no puede olvidarse y es que los sectores de menores ingresos, castigados por la crisis, tienen la convicción de que son ellos quienes asumen las molestias y riesgos que plantean los refugiados, con quienes conviven, mientras que las elites que defienden su llegada, viven en barrios y condiciones donde el refugiado no existe como experiencia vital.
Combinar todo eso no es fácil, pero si es necesario.

Feliz y Dulce Día.

martes, 12 de junio de 2018

Martes 12 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)

Ayer, se me hizo un comentario através del blog con motivo del “Buenos Días” de ayer, los publico todos en castellano en este blog, sobre que debería de ser tal vez menos filosófico y algunas veces más científico.
Y, pensándolo bien es fácil que sea verdad, pero eso representa para mí un problema pues soy más de letras que de ciencias. Yo no se describir de manera exacta los datos y los hechos. Ni se analizar los componentes físicos, químicos, biológicos y neurológicos. Ni se descubrir una serie de conexiones y de leyes que pueden explicar muchas cosas. 
Pienso, y por eso intento actuar en consecuencia que podemos explicar, por ejemplo, las funciones químicas del cuerpo humano y de su cerebro, y no por eso hemos comprendido al ser humano.
¿Por qué existe algo y no la nada, por qué hay evolución? ¿Por qué el universo está constituido de esta manera, por qué resulta inteligible? ¿Qué sentido tiene la vida humana? ¿Cómo debemos comportarnos con la naturaleza? ¿Hay algún límite para nuestro comportamiento?
Cuando uno se plantea estas preguntas, de un modo u otro, se plantea estas u otras preguntas parecidas. Y cuando trata de responderlas ya no está haciendo ciencia, sino filosofía. Cuando nos planteamos estas preguntas ya no buscamos explicaciones; buscamos comprendernos a nosotros mismos y buscamos comprender cómo debemos relacionarnos con la naturaleza y con los otros seres humanos.
Lo que me sucede es que, además de querer comprender el universo y la vida, me admiro ante tanta maravilla y doy gracias por su existencia. Porque entiendo que, de un modo misterioso, algo está en el origen de todo lo que existe. Y que la vida es un regalo que nos ha hecho.
Me maravillo ante los portentos que es capaz de realizar el ser humano en el campo del arte y de la técnica, pero también en el campo de la relación entre las personas.

Feliz y Dulce Día.

lunes, 11 de junio de 2018

Lunes 11 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien) 

Vamos a empezar la semana número 24 de este 2018, y lo voy a hacer descansado y como se suele decir con “con las pilas cargadas”, sobre todo después de una tarde de domingo acostado en el sofá, leyendo, viendo la F1 y leyendo.
Después de la carrera de F1 le estuve dando vueltas al tema de nuestra libertad a la hora de elegir, y es que siempre que elegimos con libertad lo normal es elegir lo que esta bien. Porque la libertad busca siempre, como por instinto, lo que más conviene. El mal nunca conviene.
Entonces yo me pregunto, ¿Cómo es posible elegir el mal? Todo me lleva a pensar que esta mala elección solo es posible por mala información o por engaño. Tengo una información parcial, y esta información parcial me dice que tal cosa es buena; por eso la hago. O alguien me miente de forma hábil y seductora y yo me dejo seducir.
Vamos a ver; alguien toma droga por primera vez, porque le han convencido de que es agradable y placentera. A partir de entonces empieza a consumirla con regularidad y llega un momento en que la tendencia es muy fuerte. Y cada vez es más difícil controlarla. Parece entonces que la libertad queda anulada o muy disminuida, porque la persona ya “no puede hacer otra cosa”.
En este caso como en otros muchos la libertad concreta, real, es limitada y condicionada. Ya no es una pura capacidad de elegir el bien con total espontaneidad. No siempre se distingue adecuadamente entre acto voluntario y acto libre. Alguien puede querer algo malo con una gran fuerza de voluntad, pero a causa de una pasión irresistible.
En este caso, su decisión es muy voluntaria, no contradice la inclinación de su querer, pero no es libre, porque se le ha vuelto casi imposible no optar por ese mal. Es lo que sucede con un adicto compulsivo a la droga. Cuando la quiere lo hace con todas sus ganas, pero está tan condicionado que, por el momento, no es capaz de tomar otra decisión. Por lo tanto, su decisión es voluntaria, pero no es libre.
Y la cuestión es; precisamente porque su libertad está disminuida o anulada, no podemos “dejarle elegir”, porque de hecho no puede elegir. Necesita la ayuda de los demás y un camino educativo. Sin olvidar nunca que la meta de la educación es llevar al educando a que se dé cuenta por sí mismo de lo que le conviene y de dónde está su bien.
¿Cuántas de nuestras decisiones aun siendo voluntarias no son libres?

Feliz y Dulce Día.

domingo, 10 de junio de 2018

Domingo 10 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)


Hace meses que no tengo la oportunidad de disfrutar de un domingo tan relajado como el que me espera hoy, así que espero disfrutarlo no haciendo nada de nada. Sin embargo voy a dedicar estos primeros momentos a reflexionar sobre el cambio del Presidente del Gobierno, pues ya conocemos la formación del nuevo gobierno, y es hora también de ir tomando posiciones, al menos los que no hemos podido ni dar el “si” ni dar un “no”.
Es claro que tanto los que le han dado el “sí”, como los que han votado “no” a esta investidura, lo han hecho pensando en sus propios intereses partidistas, lo cual es comprensible, pero también es un poco lamentable. Ya dije lo complicado que lo va a tener para gobernar, según mi opinión gobernar así es un imprudencia y quizás lo mejor que puede hacer es convocar elecciones cuanto antes.
Yo, siempre ha respetado a los gobiernos legítimamente constituidos. Creo que mi misión no es tomar partido por una u otra solución, que siempre será humana y mejorable. En todo caso, mi papel me gusta colocarlo en “la gran política”, o sea, en el recuerdo y defensa de los grandes principios que favorecen y protegen la dignidad humana.
Mi intención hoy es desearle al nuevo presidente del gobierno lo mejor, no se trata de solicitar que sea más bueno o que no sea tan malo. Se trata, de desear que, bajo su gobierno, podamos vivir una vida tranquila y apacible. Ese es el objetivo de todo gobierno: que los ciudadanos vivan tranquilos y en paz. Por eso, cuando deseo lo mejor para este gobierno, deseo lo mejor por la paz, la convivencia, el buen entendimiento y el bienestar de todos los ciudadanos.
En fin, me voy a disfrutar de este domingo.

Feliz y Dulce Día.

sábado, 9 de junio de 2018

Sábado 9 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien) 


Os habréis dado cuenta que ayer cambie la frase de entrada pero no a si el autor, sigo con Tolkien. No voy a esconder mi pasión por Tolkien aunque para ser exactos lo que realmente me entusiasma es todo el movimiento que se genero en Oxford y que hoy en día aun sigue dando una gran lección al mundo, al menos al occidental, en un momento como este en el que tanta gente se preocupa con razón sobre cómo mantener en pie un sistema educativo y un sistema del bienestar que siga siendo la seña de identidad de Europa, en un mundo globalizado.
No he estado nunca en Oxford, aun, un lugar en el que predicaba Newman y en el que aun parecen seguir oyéndose sus palabras en favor de la razón. Y las librerías atestadas de títulos de Tolkien, Cherteston o Lewis dejan claro la gran aportación que supuso ese movimiento y que ha hecho conocida en el mundo entero a la universidad británica.
Los personajes del señor de los anillos, la gran mitología de referencia del inicio del siglo XXI, nacieron entre los canales, los prados y las tabernas de este pequeño mundo que se encuentra al oeste de Londres.
Os voy a contar la pequeña historia de Oxford; antes aún de que el movimiento de Oxford desarrollara una historia de compañía, gracia y libertad. En el origen de Oxford no hay un proyecto. Hay personas que estudiaban tanto y con tanta pasión que su fama saltaba las tapias de los conventos, recorría kilómetros y kilómetros y llegaba hasta lugares muy remotos.
Algunos jóvenes, y otros no tan jóvenes, deseosos de encontrar un maestro se trasladaban hasta el pueblo, se instalaban donde podían y conseguían una buena ración de sabiduría. En el origen de la universidad hay una relación libremente buscada. El deseo y la necesidad de aprender de la mirada y del conocimiento de los sabios hizo posible todo lo demás.
Los posaderos de Oxford viendo que llegaban muchos estudiantes, subieron los alquileres de las habitaciones. Para solucionar el problema y evitar los abusos, maestros y alumnos fundaron los “collages”, empezando por las capillas y las torres. Y como necesitaban dinero para mantenerlos lo buscaron entre los ricos. Encontraron tierras con que financiarse.
La dinámica, en gran medida, sigue viva. Cada profesor de Oxford, además de investigar y dar clases, tiene que dedicar una cierta parte de su tiempo a seguir buscando recursos.
Luego llegaron los problemas con el poder que en este caso se llamaba Enrique VII, el Enrique que ya había hecho ajusticiar a su amigo Tomás. Tenía miedo de la fuerza de esas grandes instituciones que eran demasiado libres para su afán de dominio. Declaró la guerra a todos los que querían ser fieles a sí mismos. Y algunos de ellos resistieron.
La historia puede parecer demasiado bonita. Lo curioso es que además es cierta. El Estado es absolutamente necesario. Nadie lo cuestiona. Pero la lección que Oxford sigue dando al mundo es que en el origen de esta gran obra está la búsqueda de la verdad. Una búsqueda que se convierte en relación y que es capaz de afrontar la necesidad de una forma sistemática, gracias a hombres que están unidos.
Es una buena lección para el momento presente en el que vemos con tanta perplejidad que un mundo se acaba y no sabemos cómo empezar a reconstruir el próximo.
Feliz y Dulce Día.

viernes, 8 de junio de 2018

Viernes 8 de junio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien) 

Tere, Maribel, Encarna y Reme; Muy Buenos Días, hoy un poco más tarde pues tengo entre manos el IV Relevo 24x1 Hora de Pego y ante la reunión de esta noche tenia algunas cuestiones que aclarar. Pero ya esta. Una lastima, no pude ver la película, pero lo intentare alguna tarde de estas pues la buscare en Internet, seguro que en YouTube esta.
He estado unos días en Suecia, y me ha vuelto a encantar, he tenido la suerte de tener como vecina a una española casada con un sueco con la que he podido conversar varias veces, y como no podía ser de otra manera hemos hablado de las enormes ventajas y de la riqueza social que supone el llamado “estado de bienestar” que poseen los suecos ya que ellos lo inventaron.
La forma de concebir la sociedad de los suecos esta sirviendo de modelo a muchos países y sus ideas se están aplicando en muchos lugares. Y es verdad, lo pude ver en Trosa, la pequeña ciudad en la que estaba, y pude comprobar ese famoso “desarrollo sostenible”.
Pero la felicidad es otra cosa, también lo pude comprobar, Suecia triplica el porcentaje de suicidios que España y nosotros tenemos una media de 10 diarios, el llamado “estado de bienestar” y el “desarrollo sostenible”, con ser tanto, no le es suficiente al hombre.
Recordé, admirando la belleza del paisaje de Trosa las palabras de Kant: “Dadle a un hombre todo lo que desea e inmediatamente pensará que ese todo ya no es todo”... No hace falta insistir que la felicidad, aunque necesite bienes como medio, no se consigue sólo con lo material.
En Suecia, hay mucha gente que de una manera explícita se hace eco de la insuficiencia de la sociedad del bienestar. Y así, se pueden leer las novelas de de Henning Mankell, que protagoniza el comisario Willander; o Stieg Larsson con su serie de Millennium. Que un país vaya bien no es todo, pues cada persona de cualquier lugar del mundo necesita saber hacia dónde, y el por qué y el para qué de su lucha en la vida. Y eso no lo da el bienestar. Hace falta una dimensión trascendente y la vivencia de avanzar hacia el infinito, porque el hombre está hecho para ese todo, el todo de la felicidad.
En fin, me gusto Suecia pero…

Feliz y Dulce Día.

jueves, 7 de junio de 2018

Jueves 7 de junio de 2018.

¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a la vez- dijo Bilbo.  (El Hobbit, J.R.R. Tolkien)  


He tenido en este viaje buena y mala suerte, buena porque me he librado de lo que habrán sido durante varios días las asfixiantes noticias sobre la moción de censura que ha terminado con Pedro Sánchez de Presidente de la nación y mala suerte porque me he perdido la imprevisible, inédita, desconcertante e histórica moción de censura.
Estoy seguro que el inesperado giro os habrá sido ya descrito hasta la saciedad y que ya lo habréis comentado, pero yo me veo en la necesidad de opinar.
Según lo veo, si es verdad que España tenía un problema con su vida política y parlamentaria esta solución es la peor de las soluciones porque los socialistas tienen solo 84 de 350 diputados, no pueden prácticamente tomar ninguna decisión relevante y han llegado al poder aupados por nacionalistas, populistas de izquierdas e independentistas catalanes no con un programa político en el que estén de acuerdo sino con la intención de echar a Rajoy .
Yo creo que no habrá estabilidad y cada uno de esos grupos reclamará alguna compensación que será especialmente negativa en el caso de los independentistas. El proyecto de sedición tomará más fuerza con un Gobierno débil. Ahora habrá menos reformas, y más política con Cataluña, pero no necesariamente buena.  
Ya se, por lo menos lo supongo, que los socialistas no gobernarán contra los elementos fundamentales de la Constitución ni contra Europa. Harán mucha demagogia, eso sí, y mucha ideología.
Lo malo es que también pienso que en esta situación, hay un amplio sector social que ha votado centroderecha y centro-centro reaccionara con cierto resentimiento con la sensación de que se les ha arrebatado el poder de forma poco limpia. El resentimiento, por desgracia, se ha convertido en el sentimiento político dominante en Europa y en el resto del mundo. Se extiende como un veneno.
Si miro el congreso no veo una España dentro de la Constitución del 78 y otra fuera. Si no una España en su inmensa mayoría constitucional y dos minorías anticonstitucionales. Difícilmente un Gobierno socialista tan minoritario va a echar atrás las reformas económicas del PP. Si tuviera más respaldo parlamentario haría una política fiscal o laboral muy similar a la de los populares.
Hay una sociedad civil que construye, que hace país, que no depende ni en primera ni en última instancia de un Gobierno débil e ideológico. Yo, por mi parte, seré fiel a mis ideas, haré lo que este en mi mano para que todo funcione mejor y no me meteré bajo bandera política alguna.

Feliz y Dulce Día.

miércoles, 6 de junio de 2018

Miércoles 6 de junio de 2018.

¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a la vez- dijo Bilbo.  (El Hobbit, J.R.R. Tolkien)  

Ha pasado ya una semana desde la última vez que escribí el último “Buenos Días”, unos días en los que han sucedido muchas cosas, como que he estado en Estocolmo para correr la maratón, hemos tenido un cambio de gobierno en España y la meteorología está un poco despistada, calor en Suecia y temperaturas más bajas en España.
¿Hemos aprendido algo estos días? Pues, siempre se aprende alguna cosa cuando viajamos aunque sea solo a correr, vayamos donde vayamos siempre tenemos la ocasión de conocer cosas nuevas y eso ya es aprender.
Hoy, es todo mucho más fácil, se anota en el móvil el punto al que queremos ir y vamos recibiendo las oportunas instrucciones. Si nos equivocamos nos advierte que va a recalcular el itinerario. Funciona. Lo hemos utilizado constantemente y en varias ocasiones mientras me desplazaba iba pensando que también sería interesante disponer de un dispositivo de estos para caminar seguros por la vida ya que hay tantos reclamos, carteles y letreros contradictorios que andamos, a menudo, bastante desorientados, hasta que caí en la cuenta de que todos tenemos incorporado un GPS.
Estamos dotados de razón, un instrumento capaz de percibir y analizar nuestra situación en el entorno en que nos movemos y de la voluntad, que posee la suficiente energía para tomar decisiones. Tenemos también a nuestra conciencia, que detecta la existencia de unas normas eternas de funcionamiento y nos advierte de peligrosas desviaciones.
Pero, si para viajar con el GPS tenemos que saber el punto de salida y el punto de llegada, también tendríamos que conocer con exactitud nuestro punto de origen y nuestro destino, no solo para el día a día, sino para la totalidad de nuestro viaje por este mundo, eso que llamamos nuestra vida.
En fin, no tengo ninguna noticia del grupo de whatsapp, pues he cambiado varias veces la tarjeta de móvil y se han perdido todos los mensajes, así que si ha sucedido algo interesante, en el grupo que no en el mundo, ya me enterare poco a poco.

Feliz y Dulce Día.