martes, 31 de diciembre de 2019

El objetivo de un nuevo año no es que…


“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton)


Buenos Días:
Comienza mañana un año nuevo, un año que pretende estar lleno de experiencias, que si bien no son nuevas, pues ya las he realizado de alguna manera durante el transcurso de mi vida, es verdad que ahora las realizare con una visión y forma distinta, pues distintas son las circunstancias de la vida con el paso de los años.
Si nos paramos un poco a pensar, nos daremos cuenta que cada uno de nosotros lleva en su interior un paraíso perdido, aunque no todos percibamos de igual manera su recuerdo. Con la nostalgia de ese paraíso nuestra vida se convierte en una busca continua, en un camino hacia los paraísos que vemos unas veces en nuestro interior y otras veces fuera de nosotros. Nos convertimos en una especie de viajeros que siempre estamos huyendo de los pequeños paraísos que encontramos hacia ese gran Paraíso que anhelamos alcanzar y que no sabemos encontrar.
Después de casi toda una vida ya creo saber dónde se encuentra ese Paraíso, por lo que las experiencias que pienso afrontar no me lo van a descubrir, aunque tal vez certifiquen que tenía razón. La dificultad de ese Paraíso tan buscado está en que no lo voy a poder alcanzar ahora, y solo me queda hacer lo mejor que pueda ese camino hasta poder alcanzarlo y llegar lo mejor preparado para poder disfrutarlo.
Este deseo de encontrar y llegar hasta el Paraíso, no es solo mío, lo ha expresado el hombre desde la más remota antigüedad hasta nuestros días en multitud de mitos, leyendas, poemas y cantos. Lo vemos ya en Ulises que navega incansable por los mares a la búsqueda de su isla Itaca, también encontramos esa búsqueda en Eneas que una vez destruida Troya, emprende un largo viaje para crear un nuevo hogar y se enfrenta contra enemigos de fuera y dentro de sí mismo. La Biblia entera, desde las primeras páginas del Génesis hasta las últimas del Apocalipsis, está toda ella repleta de metáforas, de gestos, de visones, a través de las cuales expresa el hombre creyente los sueños de un Mesías salvador que restaure la felicidad del Paraíso.
En el 2020 no voy a buscar ni a recorrer ese camino, ya lo conozco y sé dónde está, pero la mayoría de las personas con las que me encuentro se enfrentan con la dificultad de no saber hacia dónde mirar, por donde buscar, hacia donde ir. Para muchos está en el goce del instante presente, en disfrutar plenamente de ese viaje largamente planeado. Y se pasean todos los días por todos los placeres fáciles que ofrece la vida, incapaces de levantar la cabeza y darse cuenta que esos goces inmediatos nunca van a aquietar sus deseos.
Para otros, lo ven todo tan complicado que no se permiten ni siquiera soñar con unos horizontes nuevos. Y, es imposible emprender un camino hacia ningún lugar. Lo ven todo negro. Y se quedan en la casa caliente de su cómoda vida.
Los tres acontecimientos principales que me he propuesto para este 2020, no los voy a realizar como una búsqueda sino como una confirmación; la Maratón de Boston, el viaje en bicicleta al Cabo Norte y el Camino de Santiago a pie, no me van a decir nada nuevo, yo, ya sé que tengo que estar agradecido cada mañana por afrontar un nuevo día, y sé además a quien darle las gracias, por eso voy a disfrutar con cada kilómetro de entrenamiento para poder correr en Boston, con cada pedalada y con cada paso.
Cada una de estas actividades, no obstante, tienen un objetivo que cumplir, que durante los próximos meses iré mostrando, unos objetivos que servirán para ir cerrando puertas y poder abrir otras. No podemos quedarnos en la sala de espera pensando que puerta abrir durante mucho tiempo, hay que pensar pero no vivir en una sala de espera.
¿Qué espero del año nuevo? Tal vez me sirva, como tantas veces, una frase de Chesterton: “El objetivo de un nuevo año no es que deberíamos tener un nuevo año. Es que deberíamos tener una nueva alma”. G. K. Chesterton.
Feliz Día y Feliz 2020.

lunes, 30 de diciembre de 2019

Dilluns 30 de desembre de 2019.


La imparcialitat és un nom pompós per a la indiferència, que és un nom elegant per a la ignorància.” (G. K. Chesterton)


Bon Dia: Amb una eixida del sol que tindrà lloc a les 08:19 hores i una posta que serà a les 17:48 hores, comença el penúltim dia de 2019, on celebrarem La Translació de l'Apòstol Santiago. Des de Jerusalem a Espanya.
He estat tirant una ullada a les poques propostes, que se saben, que es troben en el possible pacte per a formar govern i em trobe amb quelcom curiós, es vol legislar per a establir nous drets quan no es garantixen els drets fonamentals.
Si mirem les declaracions o llegim en els periòdics o escoltem les tertúlies veurem que s'usa el llenguatge dels drets per a donar una aparença d'amor a la justícia i a la igualtat, i en canvi no es diu res davant de lleis que van contra la igualtat i la justícia.
Lamentablement, moltes persones no se n’adonen i es deixen convéncer per eixos polítics que contínuament estan abusant de la paraula “drets” i no fan res davant de greus injustícies amb què es conviu tots els dies.
Posaré algun exemple: quan es divulga, com si fóra un dret, l'eutanàsia per a algunes persones en situacions complicades i, no es garantix a milers de persones l'accés a servicis mínims de salut ni a cures pal·liatives.
Un altre exemple; quan es promouen polítiques autodenominades “d'igualtat” quan no es fa quasi res davant de diagnòstics prenatals amb què s'eliminen a milers de fills per ser declarats “defectuosos”.
Un altre exemple; quan s'exalcen els drets socials mentres continuen en actiu lleis que vulneren el dret bàsic de la vida social: el de la vida.
Em pareix que quan hi haja esforços sincers i eficaços per a garantir el dret més elemental, el de la vida, especialment dels fills abans del part, tindrà sentit discutir sobre l'existència d'altres drets.
S'ha de superar el poder i la injustícia dels que se senten amb l'autoritat de decidir sobre qui ha de viure o morir i, a partir de llavors podrem començar amb una nova cultura de la vida.
Feliç Dia.

Lunes 30 de diciembre de 2019.


“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton) 


Buenos Días: Con una salida del sol que tendrá lugar a las 08:19 horas y una puesta que será a las 17:48 horas, comienza el penúltimo día de 2019, donde celebraremos La Traslación del Apóstol Santiago. Desde Jerusalén a España.
He estado echando un vistazo a las pocas propuestas, que se saben, que se encuentran en el posible pacto para formar gobierno y me encuentro con algo curioso, se quiere legislar para establecer nuevos derechos cuando no se garantizan los derechos fundamentales.
Si miramos las declaraciones o leemos en los periódicos o escuchamos las tertulias veremos que se usa el lenguaje de los derechos para dar una apariencia de amor a la justicia y a la igualdad, y en cambio no se dice nada ante leyes que van contra la igualdad y la justicia.
Lamentablemente, muchas personas no se dan cuenta y se dejan convencer por esos políticos que continuamente están abusando de la palabra “derechos” y no hacen nada ante graves injusticias con las que se convive todos los días.
Voy a poner algún ejemplo: cuando se divulga, como si fuera un derecho, la eutanasia para algunas personas en situaciones complicadas y, no se garantiza a miles de personas el acceso a servicios mínimos de salud ni a curas paliativas.
Otro ejemplo; cuando se promueven políticas autodenominadas “de igualdad” cuando no se hace casi nada ante diagnósticos prenatales con los que se eliminan a miles de hijos por ser declarados “defectuosos”.
Otro ejemplo; cuando se ensalzan los derechos sociales mientras continúan en activo leyes que vulneran el derecho básico de la vida social: el de la vida.
Me parece que cuando haya esfuerzos sinceros y eficaces para garantizar el derecho más elemental, el de la vida, especialmente de los hijos antes del parto, tendrá sentido discutir sobre la existencia de otros derechos.
Se tiene que superar el poder y la injusticia de quienes se sienten con la autoridad de decidir sobre quién debe vivir o morir y, a partir de entonces podremos comenzar con una nueva cultura de la vida.
Feliz Día.

domingo, 29 de diciembre de 2019

Domingo 29 de diciembre de 2019.


“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton) 

Buenos Días: Después de escribir la “columna” de hoy me he dado cuenta que no funciona internet, una situación embarazosa pues tengo la impresión que me falta algo, no puedo poner en el blog lo que he terminado de escribir, en fin esperaremos.
Mientras espero el regreso de internet he repasado lo que he escrito, y me he dado cuenta que nada de lo que digo o escribo es nuevo, alguien ya lo ha escrito y mejor, es como estar descubriendo algo y darte cuenta que ya está descubierto y que además ya lleva siglos deambulando por ahí.
Ya sé que llegamos a conclusiones o a tener una idea sobre algo, en la mayoría de los casos por haber recibido información desde fuera o gracias al entorno en el que nos encontramos, pero me gusta pensar que muchas veces las conclusiones a las que llego son mías, a pesar de que sean conclusiones ya viejas. Por eso, si puede parecer que muchas de ellas son puro teatro, lo que en realidad sucede es que el “puro teatro” soy yo y no mis ideas.
Releyendo algunas de estas entradas en el blog me doy cuenta que nadie podrá encontrar, algunas, más ridículas que de lo que las encuentro yo, soy yo el que por su rareza o extravagancia mueve o puede mover a risa, por eso pienso que nadie protestará y me lo dirá con más ímpetu de lo que me lo digo yo. He visto que a veces me esfuerzo escribiendo mis verdades con una lamentable exageración, diría que juvenil, y estoy seguro que habré recibido por ello la crítica más adecuada, a pesar de esto, yo conservo mis verdades, que son verdades, a pesar de que no son mías.
Alguna vez he llegado a pensar en la ridícula situación de creer que estaba sólo con mi forma de pensar, cuando en realidad no es así. Es posible que haya intentado ser original, en alguna ocasión, pero sólo he llegado a ser una mala copia de tradiciones ya existentes.
Es posible que alguien se esté divirtiendo con la crónica de este feliz ridículo, es posible que un amigo o un enemigo se entretenga leyendo cómo gradualmente voy intentando cumplir con todo lo que voy escribiendo, cosas que ya pude aprender en mi juventud, es posible que haya diversión, o que no la haya, en leer cómo voy encontrando poco a poco lo que pude encontrar fácilmente hace muchos años con solo mirar a mi alrededor.
Si alguien se entretiene enterándose cómo lo que observa todas las mañanas al levantarse, o las frases que se oyen en el bar, o los problemas de los políticos, o las preocupaciones de los jóvenes, se unen para producir una cierta convicción de cómo es la vida, ese alguien posiblemente pueda leer este blog con gusto.
Gracias a la falta de internet he podido releer algunas entradas de este blog, y tengo que decir que aunque sea mi blog, no hay nada en el mundo que me pueda inducir a leerlo con asiduidad, pues lo escrito, escrito está, y no quiero estar cuestionándome continuamente lo que escribí.  
Añado una información, seguramente pedante, estos escritos se limitan a poner sobre la mesa cuál es el eje central de mis ideas y que en ellas se halla el mejor punto de apoyo para afrontar la vida. Este blog no es un tratado sobre la vida, sino una autobiografía un poco alborotada.
Por cierto, ya tengo internet, lo que escribí para hoy lo dejo para mañana.
Feliz Día.

sábado, 28 de diciembre de 2019

Dissabte 28 de desembre de 2019.


La imparcialitat és un nom pompós per a la indiferència, que és un nom elegant per a la ignorància.” (G. K. Chesterton)


Bon Dia: Hui el tindrem sol des de les 08:18 hores fins a les 17:46, en el dia en què celebrem a festivitat dels Sants Innocents.
Veig que no es forma el nou govern, així que hauré de comentar un poc esta situació que ja es manté massa en el temps. Un repàs a l'actualitat política mai vindrà malament.
Em pareix a mi que un pacte a tres bandes PSOE-Unidas Podemos-ERC no seria una bona solució perquè encara faltarien alguns vots per a poder governar amb tranquil·litat. Pense que una bona investidura necessita que existisca una forta confiança entre els que formen part del pacte. I, jo no veig que ERC aporte molta confiança. No és concebible que ERC coopere a la governació d'Espanya, quan vol el desmembrament d'Espanya. Hi ha coses que fins al més cec veu, qui vol trencar Espanya no és un bon soci per a governar Espanya.
D'altra banda, veig que el PP no s'aclarix molt sobre el que li convé a Espanya i a ell mateix. Des de, el que cridem la dreta, s'hauria d'interpretar millor els resultats de les últimes eleccions; amb la xicoteta pujada del PP, la molt gran de VOX, l'afonament de Ciutadans i les baixades sensibles de PSOE i Unides Podem. En política cal triar quasi sempre entre inconvenients.
Molts analistes polítics comenten com seria d'interessant eixa gran coalició entre PSOE – PP, però cap dels dos partits pareix voler eixe gran pacte per la por dels competidors que cada un té al seu costat, enfront del qual es té por de perdre vots. El PSOE a la seua esquerra, preocupat amb Unides Podem. El PP obsessionat amb VOX. Estes pors es poden portar per davant el sistema de 1978, amenaçat ja pels independentistes. I de pas eixos dos partits poden caure en la irrellevància o, almenys, els seus actuals líders, que se l'estan jugant tirant la culpa als electors perquè voten de manera diferent del que ells preferirien.
La cosa esta complicada al no tindre un partit de centre que ens servisca com a frontissa, ja que en teoria un partit de centre hauria d'amortir els enfrontaments més forts dels seus veïns de la dreta i de l'esquerra. Ja sé que la nostra llei electoral no ajuda en res al manteniment estable i potent d'un partit de centre, que per definició pot recolzar, segons els casos, a qui està més a la dreta o més a l'esquerra.
El que està clar és l'atomització del nostre electorat que ens mostra a les clares la desconfiança que existix entre la gent cap als grans partits, que ja no tenen en gran manera la seua capacitat d'integració que es basava en valors i ideologies comunes. Ho veiem per exemple en la corrupció, on els partits es dediquen a enlletgir molt la corrupció del veí a que consideren horrorosa i passar de puntetes sobre la seua que consideren que no és per a tant. I, no som panolis, i ens n'adonem.
Una altra cosa de què ens n'adonem és veure com els nous partits prescindixen ja del referent ideològic fins en els seus noms: Unides Podem, les Marees o les seues “confluències”, Ciutadans, VOX, Més País, etc.; o com a màxim amb una menció regional o localista del tipus “Junts per Catalunya”, “Terol existix” o Partit regionalista càntabre o coalicions com Navarra Suma. No se'ls veu clar quina és la seua ideologia, la idea és pose'm un AVE o invertisca tant i jo li recolze... No tenen una idea clara de què classe d'Estat volen, el seu programa es basa en objectius locals i quan un govern d'una nació s'ha de basar en la construcció o no d'una infraestructura no pot ser un bon govern. És una nova època sens dubte, que requerix un bon diagnòstic més enllà de la carregosa repetició d'eleccions.
Jo veig els líders actuals amb massa interés pel poder a curt termini i poca consideració històrica i global de conjunt. Així que si no apareix algú amb una visió nova i viable de canviar les coses em tem que continuarem un temps amb esta incertesa.
Feliç Dia.

Sábado 28 de diciembre de 2019.


“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton) 


Buenos Días: Hoy el vamos a tener sol desde las 08:18 horas hasta las 17:46, en el día en que celebramos a festividad de los Santos Inocentes.
Veo que no se forma el nuevo gobierno, así que tendré que comentar un poco esta situación que ya se mantiene demasiado en el tiempo. Un repaso a la actualidad política nunca vendrá mal.
Me parece a mí que un pacto a tres bandas PSOE-Unidas Podemos-ERC no sería una buena solución pues aún faltarían algunos votos para poder gobernar con tranquilidad. Pienso que una buena investidura necesita que exista una fuerte confianza entre los que forman parte del pacto. Y, yo no veo que ERC aporte mucha confianza. No es concebible que ERC coopere a la gobernación de España, cuando quiere la desmembración de España. Hay cosas que hasta el más ciego ve, quien quiere romper España no es un buen socio para gobernar España.
Por otro lado, veo que el PP no se aclara mucho sobre lo que le conviene a España y a él mismo. Desde, lo que venimos llamando la derecha, se debería interpretar mejor los resultados de las últimas elecciones; con la pequeña subida del PP, la muy grande de VOX, el hundimiento de Ciudadanos y las bajadas sensibles de PSOE y Unidas Podemos. En política hay que elegir casi siempre entre inconvenientes.
Muchos analistas políticos comentan lo interesante que sería esa gran coalición entre PSOE – PP, pero ninguno de los dos partidos parece querer ese gran pacto por el miedo a los competidores que cada uno tiene a su lado, frente al cual se tiene miedo de perder votos. El PSOE a su izquierda, preocupado con Unidas Podemos. El PP obsesionado con VOX. Estos miedos se pueden llevar por delante el sistema de 1978, amenazado ya por los independentistas. Y de paso esos dos partidos pueden caer en la irrelevancia o, al menos, sus actuales líderes, que se la están jugando echando la culpa a los electores porque votan de modo distinto a lo que ellos preferirían.
La cosa esta complicada al no tener un partido de centro que nos sirva como bisagra, ya que en teoría un partido de centro debería amortiguar los enfrentamientos más fuertes de sus vecinos de la derecha y de la izquierda. Ya sé que nuestra ley electoral no ayuda en nada al mantenimiento estable y potente de un partido de centro, que por definición puede apoyar, según los casos, a quien está más a la derecha o más a la izquierda.
Lo que está claro es la atomización de nuestro electorado que nos muestra a las claras la desconfianza que existe entre la gente hacia los grandes partidos, que ya no tienen en gran medida su capacidad de integración que se basaba en valores e ideologías comunes. Lo vemos por ejemplo en la corrupción, donde los partidos se dedican a afear mucho la corrupción del vecino a la que consideran horrorosa y pasar de puntillas sobre la suya que consideran que no es para tanto. Y, no somos tontos, y nos damos cuenta.
Otra cosa de la que nos damos cuenta es ver como los nuevos partidos prescinden ya del referente ideológico hasta en sus nombres: Unidas Podemos, las Mareas o sus “confluencias”, Ciudadanos, VOX, Más País, etc.; o a lo sumo con una mención regional o localista del tipo “Juntos por Cataluña”, “Teruel existe” o Partido regionalista cántabro o coaliciones como Navarra Suma. No se les ve claro cuál es su ideología, la idea es póngame un AVE o invierta tanto y yo le apoyo... No tienen una idea clara de que clase de Estado quieren, su programa se basa en objetivos locales y cuando un gobierno de una nación se debe basar en la construcción o no de una infraestructura no puede ser un buen gobierno. Es una nueva época sin duda, que requiere un buen diagnóstico más allá de la cargante repetición de elecciones. 
Yo veo a los líderes actuales con demasiado empeño por el poder a corto plazo y poca consideración histórica y global de conjunto. Así que si no aparece alguien con una visión nueva y viable de cambiar las cosas me temo que continuaremos un tiempo con esta incertidumbre.
Feliz Día.

viernes, 27 de diciembre de 2019

Divendres 27 de desembre de 2019


“La imparcialitat és un nom pompós per a la indiferència, que és un nom elegant per a la ignorància.” (G. K. Chesterton)


Bon Dia: A les 08:18 hores comença el sol la seua jornada i l'acabarà a les 17:45 hores i ho farà mentres alguns celebren la festivitat de sant Joan, l'evangelista no el bautista.
Al no veure'm afavorit per la sort en el sorteig de Nadal crec que puc criticar un poc a la loteria i ho vaig a fer inclús sabent que tornaré a jugar un poc en la loteria del Xiquet. Sempre s'ha dit que una de les coses que ens caracteritza els pobres és la loteria. Si alguna superstició tenim, la loteria seria la més lamentable, és col·locar l'home davant de la seua màxima mediocritat, és col·locar l'esperança baix mínims i no voler aconseguir un món millor.
Si ens detenim per un instant a analitzar un poc el fenomen de la loteria nos en adonarem que la nostra il·lusió per aconseguir un món i una societat millor cal posar-la en l'esforç, en la tenacitat i en el treball ben fet. És així, la nostra il·lusió cal col·locar-la en la tendresa i en la bellesa. Que els diners ens toque en un sorteig mai serà una il·lusió per a una persona sensata.
Si haguérem estat igual d'atents el diumenge de les eleccions, a l'hora de depositar el nostre vot, de lo pendents que vam estar diumenge passat dels bombos, tal vegada ara tindríem l'expectativa d'un govern raonable i estable. No vos resulta commovedor que ens comportem com autèntics irresponsables i després tot un sorteig.
Que el sorteig de la Loteria Nacional siga un dels esdeveniments mediàtics d'Espanya indica lo molt que com a nació hem de millorar, tant que com individus necessitem centrar-nos en la nostra comesa, en la nostra missió, en el nostre rumb.
El curiós és que ho sabem, som conscients que és el talent, i no l'atzar, el que fa que la Humanitat sobrevisca a tots els seus problemes i a totes les seues dificultats. En cada dècim que he comprat i que compraré hi ha un fragment de mediocritat, que hauria d'avergonyir-me.
Ho sé, sóc conscient, sé que després de tot l'anterior s'esperaria que continuara amb una acusació contra el materialisme, contra l'aspiració de guanyar diners, contra el desig de fugir de la nostra realitat… però la veritat és que seria un hipòcrita si continuara per eixe camí, perquè comprenc perfectament la gent que s'il·lusiona amb la loteria. No se senten satisfets i estan desitjant que quelcom canvie en les seues vides per a millor. Desitgen un benefici imprevist, inesperat. Volen quelcom que els permeta somiar que demà serà diferent d'ahir, quelcom nou que no siga la rutina grisa de tots els dies. És que això és quelcom roín?
Perquè el problema de la loteria no està en que la gent somie amb quelcom diferent, nou i millor o en que desitgen rebre un gran premi sense haver-lo merescut. Ni tampoc és un problema que la loteria no toque pràcticament mai. El problema és que, inclús quan finalment toca, no canvia res: després de l'emoció dels primers dies, la insatisfacció, el desig de millorar i de tindre més continuen amb la mateixa força. Les persones que conec que tenen diners tenen els mateixos problemes que els altres, els mateixos patiments, la mateixa insatisfacció, els mateixos desitjos que no se sacien amb res. Potser van somiar que, quan tingueren molts diners, les coses serien magnífiques, però de seguida van veure que els seus desitjos no es complien.
El preocupant és el somni convertit en febra o el confondre l'esperança amb la sort. O, pitjor encara, bolcar-se en les loteries dels diners i oblidar-se de totes eixes altres loteries amb premis molt més suculents i segurs.
La loteria de viure, per exemple. Eixa ens toca a tots des d'aquell dia en què vam començar a existir. Viure bé és magnífic, però a mi em pareix més meravellós el simple fet de viure. El dia del nostre naixement ens va tocar el «gros», vam eixir de la pobresa absoluta del no-res i vam entrar en la meravella del temps i de la sang. L'absurd és que hi haja gent que rode pel món sense haver-se molestat a consultar la llista d'eixa loteria de viure per a comprovar que allí està el seu nom i cognoms.
Tal vegada per açò en el Parenostre, els cristians diem; "Dóna'ns hui el nostre pa de cada dia", i no demanem pa per a la resta dels nostres dies. El problema està que els hòmens no ens conformem amb el pa de cada dia, volem també el de la setmana que ve. I a més del pa de la setmana que vénen també volem tots els afegits que acostumen acompanyar la nostra vida moderna.
En fi, ja ens ha tocat la loteria, la loteria de viure.
Feliç Dia.

Viernes 27 de diciembre de 2019.


“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton)

Buenos Días: A las 08:18 horas comienza el sol su jornada y la terminará a las 17:45 horas y lo hará mientras algunos celebran la festividad de san Juan, el evangelista no el bautista.
Al no verme favorecido por la suerte en el sorteo de Navidad creo que puedo criticar un poco a la lotería y lo voy a hacer aun sabiendo que volveré a jugar un poco en la lotería del Niño. Siempre se ha dicho que una de las cosas que nos caracteriza a los pobres es la lotería. Si alguna superstición tenemos, la lotería sería la más lamentable, es colocar al hombre ante su máxima mediocridad, es colocar la esperanza bajo mínimos y no querer alcanzar un mundo mejor.
Si nos detenemos por un instante a analizar un poco el fenómeno de la lotería nos daremos cuenta que nuestra ilusión por conseguir un mundo y una sociedad mejor hay que ponerla en el esfuerzo, en la tenacidad y en el trabajo bien hecho. Es así, nuestra ilusión hay que colocarla en la ternura y en la belleza. Que el dinero nos toque en un sorteo nunca será una ilusión para una persona sensata.
Si hubiéramos estado igual de atentos el domingo de las elecciones, a la hora de depositar nuestro voto, de lo pendientes que estuvimos el domingo pasado de los bombos, tal vez ahora tendríamos la expectativa de un gobierno razonable y estable. No os resulta conmovedor que nos comportemos como auténticos irresponsables y luego fiarlo todo a un sorteo.
Que el sorteo de la Lotería Nacional sea uno de los acontecimientos mediáticos de España indica lo mucho que como nación tenemos que mejorar, lo mucho que como individuos necesitamos centrarnos en nuestro cometido, en nuestra misión, en nuestro rumbo.
Lo curioso es que lo sabemos, somos conscientes que es el talento, y no el azar, lo que hace que la Humanidad sobreviva a todos sus problemas y a todas sus dificultades. En cada décimo que he comprado y que compraré hay un fragmento de mediocridad, que tendría que avergonzarme.
Lo sé, soy consciente, sé que después de todo lo anterior se esperaría que continuara con una acusación contra el materialismo, contra la aspiración de ganar dinero, contra el deseo de huir de nuestra realidad… pero lo cierto es que sería un hipócrita si continuara por ese camino, porque comprendo perfectamente a la gente que se ilusiona con la lotería. No se sienten satisfechos y están deseando que algo cambie en sus vidas para mejor. Desean un beneficio imprevisto, inesperado. Quieren algo que les permita soñar que mañana será diferente de ayer, algo nuevo que no sea la rutina gris de todos los días. ¿Es que eso es algo malo?
Porque el problema de la lotería no está en que la gente sueñe con algo diferente, nuevo y mejor o en que deseen recibir un gran premio sin haberlo merecido. Ni tampoco es un problema que la lotería no toque prácticamente nunca. El problema es que, incluso cuando finalmente toca, no cambia nada: después de la emoción de los primeros días, la insatisfacción, el deseo de mejorar y de tener más continúan con la misma fuerza. Las personas que conozco que tienen dinero tienen los mismos problemas que los demás, los mismos sufrimientos, la misma insatisfacción, los mismos deseos que no se sacian con nada. Quizá soñaron que, cuando tuviesen mucho dinero, las cosas serían estupendas, pero enseguida vieron que sus deseos no se cumplían.
Lo preocupante es el sueño convertido en fiebre o el confundir la esperanza con la suerte. O, lo que es peor, volcarse en las loterías del dinero y olvidarse de todas esas otras loterías con premios mucho más suculentos y seguros.
La lotería de vivir, por ejemplo. Esa nos toca a todos desde aquel día en que empezamos a existir. Vivir bien es estupendo, pero a mi me parece más maravilloso el simple hecho de vivir. El día de nuestro nacimiento nos tocó el «gordo», salimos de la pobreza absoluta de la nada y entramos en la maravilla del tiempo y de la sangre. Lo absurdo es que haya gente que ruede por el mundo sin haberse molestado en consultar la lista de esa lotería de vivir para comprobar que allí está su nombre y apellidos.
Tal vez por esto en el Padrenuestro, los cristianos decimos; "Danos hoy nuestro pan de cada día", y no pedimos pan para el resto de nuestros días. El problema está que los hombres no nos conformamos con el pan de cada día, queremos también el de la semana que viene. Y además del pan de la semana que vienen también queremos todos los añadidos que acostumbran acompañar nuestra vida moderna.
En fin, ya nos ha tocado la lotería, la lotería de vivir.
Feliz Día.

miércoles, 25 de diciembre de 2019

Miércoles 25 de diciembre de 2019.


"Una cosa muerta puede ir con la corriente, pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton). 


Feliz Navidad y Buenos Días: con un sol que nos acompañará desde las 08:18 horas hasta las 17:44 vamos a empezar este día tan especial.
Tropecé ayer por la noche con una carta que escribió J.R.R. Tolkien, y que se encuentra reproducida en un libro que recoge una selección de su correspondencia, esta selección es de H. Carpenter, pongo la imagen del libro y su autor por si alguien quiere regalarse o regalar en estas Navidades un gran libro, que no le dejara indiferente.
Así que, he pensado que en este día de fiesta lo mejor es no escribir nada y copiar este texto para que lo disfrutéis. Os pongo un poco en antecedentes.
En 1969, J. R .R. Tolkien recibió una carta de Camilla Unwin, hija de su editor. En ella, la joven, como parte de un proyecto escolar, le formulaba una pregunta: “¿Cuál es el propósito de la vida?”.
Esta es la contestación de J .R .R. Tolkien. Merece la pena leer la interesante y trascendente respuesta de Tolkien:
20 de mayo de 1969   [19 Lakeside Road, Branksome Park, Poole]
Estimada señorita Unwin:
Lamento que mi respuesta se haya demorado tanto. Espero que le llegue a tiempo. ¡Qué pregunta tan amplia! No creo que las «opiniones», no importa de quién, resulten muy útiles sin alguna explicación de cómo se ha llegado a ellas; pero acerca de esta cuestión no es fácil ser breve.
¿Qué significa realmente la pregunta? Tanto propósito como vida, necesitan alguna definición. ¿Es una pregunta puramente humana y moral? ¿O se refiere al Universo? Podría significar: ¿Cómo debería utilizar el tiempo de vida que se me ha concedido? O: ¿A qué propósito/ designio sirven las criaturas vivientes por el hecho de estar vivas? Pero la primera pregunta encontrará respuesta (si la encuentra) sólo después de considerada la segunda.
Pienso que las preguntas acerca de un «propósito» sólo son realmente útiles cuando se refieren a los propósitos u objetivos de los seres humanos o a la utilización de las cosas que proyectan o hacen. En cuanto a los «otros seres», su valor radica en sí mismas: SON, existirían aun si nosotros no existiéramos. Pero como sí existimos, una de sus funciones es ser contempladas por nosotros. Si ascendemos la escala del ser a «otros seres vivientes», como por ejemplo una planta pequeña, ésta presenta forma y organización: una «estructura» reconocible (con variaciones) en cuanto a especie y prole; y eso resulta profundamente interesante, pues estos seres son «otros» y no los hemos hecho nosotros; parecen proceder de una fuente de invención incalculablemente más rica que la nuestra.
La curiosidad humana no tarda en formular la pregunta CÓMO: ¿de qué modo llegó a ser esto? Y como la «estructura» reconocible sugiere designio, procede a la pregunta POR QUÉ. Pero POR QUÉ en este sentido, como que implica razones y motivos, sólo puede referirse a una MENTE. Sólo una Mente puede tener propósitos de algún modo o grado semejante a los propósitos humanos. De modo que inmediatamente cualquier pregunta: « ¿Por qué la vida, la comunidad de seres vivientes, aparece en el Universo físico?» plantea la pregunta: ¿Hay un Dios, un Creador/Diseñador, una Mente con la que están emparentadas nuestras mentes (pues derivan de ella), de manera que nos es en parte inteligible? Con eso llegamos a la religión y a las ideas morales que proceden de ella. De estas cosas diré sólo que la «moral» tiene dos aspectos, derivados del hecho de que somos individuos (como en cierto grado lo son todos los seres vivientes), pero no vivimos, no podemos vivir, aislados, y tenemos un vínculo con todas las demás criaturas, que va estrechándose hasta el vínculo absoluto que tenemos con nuestra propia especie humana.
De modo que la moral debería ser una guía para nuestros humanos propósitos, el conducto de nuestra vida:
(a) la manera en que nuestros talentos individuales pueden desarrollarse sin desperdicio ni abuso, y
(b) sin daño para nuestros semejantes ni estorbo para su desarrollo. (Más allá de esto y por encima está el autosacrificio por amor.)
Pero éstas son sólo respuestas a la pregunta menor. A la mayor no hay respuesta, porque ésta requiere un conocimiento completo de Dios, que es inaccesible. Si preguntamos por qué Dios nos incluyó en su designio, sólo podemos contestar: Porque lo Hizo.
Si no creemos en un Dios personal, la pregunta «¿Cuál es el propósito de la vida?» es informulable e incontestable.
¿A quién o a qué se dirigiría la pregunta? Pero como en un rincón extraño (o rincones extraños) del Universo se han desarrollado seres con mentes que formulan preguntas y tratan de responderlas, uno podría dirigirse a uno de esos seres tan peculiares. Como uno de ellos, me aventuraría a decir (hablando con absurda arrogancia en nombre del Universo): «Soy como soy. No hay nada que pueda hacerse al respecto. Es posible seguir tratando de averiguar lo que soy, pero nunca se lo logrará. Y por qué trata uno de saberlo, no lo sé. Quizás el deseo de saber sólo por el mero hecho de saber se relacione con las oraciones que algunos dirigen a lo que se llama Dios. En su punto más elevado, éstos parecen alabarlo por ser como es, y por hacer lo que ha hecho tal como lo ha hecho».
Los que creen en un Dios personal, el Creador, no creen que el Universo de por sí sea venerable, aunque su devoto estudio sea uno de los modos de honrarlo. Y como en tanto que criaturas vivientes estamos dentro de él y de él formamos parte (parcialmente), nuestras ideas acerca de Dios y el modo que tenemos de expresarlas derivarán en amplia medida de la contemplación del mundo a nuestro alrededor. (Aunque hay también una revelación tanto dirigida a los hombres en general como a ciertas personas particulares).
De modo que puede decirse que el principal propósito de la vida, para cualquiera de nosotros, es incrementar, de acuerdo con nuestra capacidad, el conocimiento de Dios mediante todos los medios de que disponemos, y ser movidos por él a la alabanza y la acción de gracias. Hacer como decimos en el Gloría in Excelsis: Laudamus te, benedicamus te, adoramus te, glorificamus te, gratias agimus tibi propter magnam gloriam tuam. Te alabamos, te santificamos, te veneramos, proclamamos tu gloria, te agradecemos la grandeza de tu esplendor.
Y en los momentos de exaltación podemos invocar a todos los seres creados para que se nos unan en el coro hablando en su nombre, como se hace en el Salmo 148 y en El Canto de los Tres Niños en Daniel II, ALABAD AL SEÑOR... todas las montañas y las colinas, todos los huertos y los bosques, todas las criaturas que reptan y los pájaros que vuelan.
Esto es demasiado largo, y también demasiado corto... para semejante pregunta.
Con mis mejores deseos, J. R. R. Tolkien.


Fuente: Carpenter (ed.) Cartas de J R R Tolkien, n° 310, p. 463.
Feliz Día.

martes, 24 de diciembre de 2019

Martes 24 de diciembre de 2019.

"Una cosa muerta puede ir con la corriente, pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton). 

Buenos Días; celebramos hoy la Noche Buena y a santa Tharsilla de Roma, en un día que parece va a ser bueno en lo meteorológico, con un sol que comenzará su trabajo a partir de las 08:17 horas y descansará a partir de las 17:44 horas. Se nota poco aún, pero el día comienza a ganarle tiempo a la noche.
Durante el café de media tarde, de ayer, comentábamos lo mucho que comparamos a los hombres con los animales; “es un animal”, “hace animaladas”, cuando realizamos alguna “salvajada” o alguna barbaridad, y aunque suele ser una argumentación muy extendida por su lógica, la única pega que le encuentro es que es falsa.
Recuerdo ahora la argumentación que hace Chesterton sobre el tema y la forma tan clara con la que zanga la cuestión. Y es que, si nos olvidamos por un momento de mirar en los libros y en las paginas web que nos hablan sobre los hombres y los animales, y empezamos a mirar a los propios hombres y animales, y si tenemos un poco de sentido del humor e imaginación, nos daremos cuenta en que lo relevante no es lo mucho que hombre se parece a los animales, sino lo poco que ambos se parecen.
Decir que el hombre y los animales se parecen es, en cierto sentido, decir una cosa que es tan clara que no hay necesidad de decirla; pero que, siendo tan parecidos, sea tan evidente y tan claro lo diferentes que somos resulta sorprendente y enigmático. Que un mono tenga manos es mucho menos interesante, si lo pensamos un poco, que el hecho de que, teniéndolas, no sepa hacer casi nada con ellas; ni toca la guitarra, ni juega a las cartas, ni escribe poemas. Muchas veces nos quejamos de lo feos que son algunos edificios y de lo inútiles que resultan algunos, pero los elefantes no construyen ninguna catedral ni siquiera en el estilo más ridículo que pudiéramos pensar, los camellos no pintan ni siquiera cuadros malos, aunque posean todos los pinceles de pelo de camello necesarios.
Ya se que algunos de vosotros me diréis que las abejas y las hormigas tienen una organización social superior a la nuestra. Tienen de hecho, una civilización; pero esa verdad sólo nos recuerda que se trata de una civilización inferior. ¿Quién ha visto alguna vez un hormiguero decorado con estatuas de hormigas famosas? ¿Quién ha visto una colmena tallada con las imágenes de las bellas reinas de antaño? No; el abismo entre el hombre y las demás criaturas podrá tener una explicación natural, pero siguiera siendo un abismo.
Hablamos de los animales salvajes, pero el hombre es el único animal salvaje. Es él quien ha huido. Los demás animales son domésticos y están sometidos a la inquebrantable respetabilidad de la tribu o el tipo. Los demás animales son domésticos, sólo el hombre no lo es, ya sea un libertino o un monje.
Pero en todo lo que llevo dicho hay una cosa común que es sumamente importante a la hora de hablar de los animales: no podemos pensar en ellos sin tocar nuestros sentimientos humanos. En otras palabras, hablar de los animales es hacerlo desde nosotros mismos, desde nuestros gustos y temores, desde nuestras esperanzas y tristezas, desde nuestro cariño o nuestro odio.
Vemos a los animales como si girasen a nuestro alrededor. Decimos algo de ellos desde nuestra perspectiva. Por más que queramos, no podremos ver a los animales como ellos se ven a sí mismos y como ellos nos ven a nosotros: el «error» de perspectiva es inevitable. Somos hombres y lo vemos y pensamos todo en cuanto hombre.
Este fenómeno que podría parecer una limitación no lo es, sino que es algo natural. Si razonamos un poco veremos que por ejemplo el león valora a los demás animales según su fuerza y su apetito: aquellos que puede comer, aquellos que no le llenarán nunca el estómago y aquellos que es mejor tener a distancia. Nosotros, para el león, somos a veces del primer grupo y a veces del tercero... La hormiga no puede dejar de verlo todo en función de su hormiguero, ni el jilguero se sentará un día para pensar en los derechos de los demás pájaros ni para discutir quiénes son los que cantan mejor que los demás.
Sin embargo, el hombre muchas veces quiere defender a los animales (al menos a algunos), evitar que sufran, cuidarles en zoológicos o en casa, en el campo o en la ciudad. En ocasiones, al caminar, evitamos aplastar a un gusano, o lanzamos unos cacahuetes a una ardilla que nos mira llena de curiosidad y de hambre. Organizamos incluso sociedades en favor de los animales en peligro de extinción, y no faltará quien nos grite con rabia si hemos arrojado piedras a un perro sarnoso que se había acercado a nuestra casa.
La grandeza del hombre está en vivir como el rey de los animales y, a la vez, en preocuparse por muchos de ellos. En el fondo, nos damos cuenta de que en cada especie animal se encierra parte de un mosaico que no acabamos de descifrar del todo. ¿Qué sería el mundo sin monos, delfines y gaviotas? ¿Qué haríamos por las mañanas si no escuchásemos el canto de los gallos y los ladridos de los perros? ¿Qué pasaría si un día las lagartijas no tomasen el sol, las luciérnagas y los grillos no alegrasen la noche y los tiburones no diesen un toque de emoción a nuestras costas?
El respeto y cariño que ofrecemos a muchos animales, en el fondo, depende del amor que sentimos hacia nosotros mismos y hacia nuestros hijos. Amar a los animales tiene sentido si sabemos amar y respetar al ser humano. Respetarme a mí mismo y respetar a aquellos que viven a mi lado, a los que cuidan a los caballos, a los que alimentan a los gorriones, a los niños que observan el misterioso vuelo de un abejorro o el sistema de comunicación de las hormigas.
Tratar de modo cruel a un perro abandonado, despedazar a un lagarto o herir a pedradas a una golondrina son señales de un corazón endurecido, incapaz de descubrir la belleza y la armonía que vibra en cada animal que vive en nuestro planeta, en cada forma de vida que comparte nuestro destino temporal. Es cierto que nosotros somos «superiores» por nuestra capacidad de pensar y de amar, de sacrificarnos y de servir a los otros, también a los animales. Pero esta superioridad nunca debe convertirse en motivo para el abuso o el embrutecimiento. Abusar de los animales puede ser la señal de que antes se ha abusado de los hombres.
Por eso, el mejor camino para fomentar un sano respeto hacia los animales consiste en promover el respeto al hombre, a cada hombre, desde su concepción hasta su muerte.
Hoy podemos pensar un poco en los animales. Vamos a tratarlos mejor, vamos a respetar la riqueza de vida que nos rodea. Pero, sobre todo, vamos a respetar a los demás seres humanos, hombres y mujeres que quieren nuestro cariño y nuestra justicia. También ellos, los de hoy y los de mañana, querrán disfrutar de los mil colores de esos animales que caminan a nuestro lado y hacen más bello y más intenso nuestro recorrido por la vida.
Feliz Noche Buena.

lunes, 23 de diciembre de 2019

Dilluns 23 de desembre de 2019.


"Una cosa morta pot anar amb el corrent, però només un ser viu pot anar en contra seu." (G. K. Chesterton). 



           Bon Dia: podríem dir que amb esta setmana, que comença hui, ens endinsem en les festes de Nadal i de Cap d'Any, i no sobra que recordem el motiu principal d'estes festes.
        Estic segur que quan era jove no era necessari, perquè qualsevol persona amb un poc de cultura ho sabia, si li haguérem preguntat la seua resposta haguera sigut que festegem el naixement del nostre Salvador Jesucrist. Estic també quasi segur, que inclús si se l'haguérem preguntat a una persona que no fóra creient ens haguera dit que celebrem el naixement de Jesús.
      Hui en dia em pareix que molta gent em contestaria que no tenen ni idea o, simplement, que el que ells celebren és l'arribada de Pare Noel, Santa Klaus o unes festes familiars en què ens repartim regals.
     És quelcom paregut a celebrar una festa d'aniversari d'una persona i no recordar-se d'avisar-lo. Amb el Nadal ens succeïx quelcom semblant, celebrem a “so de bombo i platerets” el naixement de Jesús, però ens proposem oblidar-nos d'Aquell per qui és la festa, per la qual cosa ni se li invita i moltes vegades ni es desitja la seua presència i, cada vegada més, ni se li menciona.
     Si mirem les felicitacions nadalenques que estem rebent veurem que no tenen res a veure amb lo religiós i es queden amb el desig que passem unes Bones Festes, i inclús en els adorns que enllumenen les nostres ciutats veiem que s'ha eliminat qualsevol símbol religiós, tampoc apareixen les paraules: Déu, Jesús o Nadal.
     Un altre fet que em crida l'atenció és que molts d'eixos “oblits” els fan alguns que es consideren cristians, en el suposat nom de la llibertat i de la tolerància. No es vagen a molestar els no cristians, no els ofenguem amb la nostra fe, diuen alguns creients avergonyint-se de Jesucrist.
     No seré negatiu, el Nadal és per a moltes famílies una festa amb un sentit indiscutiblement religiós, on s'aprecia el sentiment religiós cristià. On es munta el betlem, on encara són els Reis Mags o el Xiquet Jesús qui porta els regals i inclús on es mostra en el carrer eixa alegria.
     Procurem que el Nadal no siga només perquè Crist ha nascut, que s'ha fet home per a obrir-nos la porta del cel, i fomentem altres aspectes positius com els diuen els àngels als pastors: «Gloria a Déu en el cel, i en la terra pau als hòmens de bona voluntat» (Lc 2, 14). Per tot això podem dir: “PAU I FELIÇ NADAL a tots”.

Lunes 23 de diciembre de 2019.


"Una cosa muerta puede ir con la corriente, pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton). 

Buenos Días: podríamos decir que con esta semana, que comienza hoy, nos adentramos en las fiestas de Navidad y de Fin de Año, y no está de más que recordemos el motivo principal de estas fiestas.
Estoy seguro que cuando era joven no era necesario, pues cualquier persona con un poco de cultura lo sabía, si le hubiésemos preguntado su respuesta hubiese sido que festejamos el nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo. Estoy también casi seguro, que incluso si se lo hubiéramos preguntado a una persona que no fuese creyente nos hubiera dicho que celebramos el nacimiento de Jesús.  
Hoy en día me parece que mucha gente me contestaría que no tienen ni idea o, simplemente, que lo que ellos celebran es la llegada de Papá Noel, Santa Klaus o unas fiestas familiares en las que nos repartimos regalos.
Es algo parecido a celebrar una fiesta de cumpleaños de una persona y no acordarse de avisarlo. Con la Navidad nos sucede algo similar, celebramos a “bombo y platillo” el nacimiento de Jesús, pero nos proponemos olvidarnos de Aquél por quien es la fiesta, por lo que ni se le invita y muchas veces ni se desea su presencia y, cada vez más, ni se le menciona.
Si miramos las felicitaciones navideñas que estamos recibiendo veremos que no tienen nada que ver con lo religioso y se quedan con el deseo de que pasemos unas felices Fiestas, e incluso en los adornos que alumbran nuestras ciudades vemos que se ha eliminado cualquier símbolo religioso, tampoco aparecen las palabras: Dios, Jesús o Navidad.
Otro hecho que me llama la atención es que muchos de esos “olvidos” los hacen algunos que se consideran cristianos, en el supuesto nombre de la libertad y de la tolerancia. No se vayan a molestar los no cristianos, no les ofendamos con nuestra fe, dicen algunos creyentes avergonzándose de Jesucristo.
No voy a ser negativo, la Navidad es para muchas familias una fiesta con un sentido indiscutiblemente religioso, donde se aprecia el sentimiento religioso cristiano. Donde se monta el belén, donde todavía son los Reyes Magos o el Niño Jesús quien trae los regalos e incluso donde se muestra en la calle esa alegría.
Procuremos que la Navidad no sea sólo porque Cristo ha nacido, que se ha hecho hombre para abrirnos la puerta del cielo, y fomentemos otros aspectos positivos como les dicen los ángeles a los pastores: «Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad» (Lc 2, 14). Por todo ello podemos decir: “PAZ Y FELIZ NAVIDAD a todos”.

jueves, 19 de diciembre de 2019

Dijous 19 de desembre del 2019.

"Una cosa morta pot anar amb la corrent, però només un ser viu pot anar en contra seua." (G. K. Chesterton). 

Bon Dia: Pareix que disfrutarem del sol, des de les 08:15 hores fins a les 17:41, i ho anem a fer en este dia que celebrem a sant Dari.
Durant tota la vida he anat acumulant una immensa gratitud a moltes persones, que em van donar, o em continuen donant, el que em permet viure decorosament, fer la majoria de les coses que tenen algun valor i, sobretot, ser feliç en grans temporades de la meua vida o aconseguir alguns moments de felicitat quan allò ha de deixat de ser possible. Sempre he tingut açò present, i quan he recordat i contat alguna cosa de la meua vida he anat assenyalant en la mesura que podia fer-se eixa llarga sèrie de deutes.
De persones ben nascudes és ser agraïdes. Ho hem sentit moltes vegades i també ho haurem dit, també sabem que de tots els sentiments que tenim la gratitud és el més efímer de tots. I no deixa d'haver-hi quelcom cert en això. El saber agrair és un valor en què poques vegades es pensa.
Per a molts de nosaltres és fàcil donar les “gràcies” pels xicotets servicis que rebem diàriament. Però no sempre és així.
Ser agraït és més que saber pronunciar unes paraules de forma mecànica, la gratitud és aquella actitud d'estima al que algú ha fet de més per nosaltres.
La gratitud no significa “tornar el favor”: si algú em servix una tassa de café no significa que després he de servir la mateixa persona una tassa i quedar iguals… L'agraïment no és pagar un deute, és reconéixer la generositat de les persones.
La persona agraïda busca tindre altres atencions amb les persones, no pensant en “pagar” pel benefici rebut, sinó a tornar la mostra d'afecte o cuidat que va tindre.
Però la gratitud, en el seu sentit més profund, és diferent, significa viure la vida com un regal que s'ha de rebre amb agraïment. La gratitud a què em referisc és la que comprén “tota” la vida: el bo i el pitjor, l'alegre i el dolorós. És açò possible hui en dia on l'alegria i la tristesa, el goig i el patiment, la pau i el conflicte romanen radicalment separats? Podem fer front a les nombroses consignes que ens diuen: “No pots ser alegre quan estàs trist; per això, sé feliç: fes allò, vine ací, vés allà… i tindràs un moment de felicitat en què pots oblidar el teu patiment”? És realment possible abraçar amb gratitud tota la nostra vida i no sols les coses bones que ens agrada recordar?
Si ho pensem bé nos en adonarem que l'alegria i la tristesa no estan mai separades, que el goig i el patiment estan molt units, per esta raó la verdadera gratitud és la que comprén tots els moments que hem viscut. Sabem que després de la tempestat ve la calma per això es pot agrair a la tempestat que ens porte la calma.
Ens resulta molt fàcil posar els records roïns baix l'estora de les nostres vides i pensar només en les coses bones que ens agraden. Però, si ho fem, impedim que puguem descobrir com subjau de bo en la tempestat, l'alegria que subjau a la pena, la pau que es troba amagada enmig dels meus conflictes i la força que sens dubte s'amaga enmig de la meua debilitat.

Feliç Dia.