lunes, 30 de agosto de 2021

Etapa 43; viernes 20 de agosto de 2021. Desde: Pego – A un lugar indeterminado de AP 7.

“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

 Etapa 43; viernes 20 de agosto de 2021.

Desde: Pego – A un lugar indeterminado de AP 7.

Comenzó esta etapa 43 en Pego, convirtiendo a la Berlingo en un camper, y al medio día ya tenía todo cargado y preparado, incluida la bicicleta de Carmen, solo faltaba esperar a que el calor del medio día se calmase un poco para empezar la vuelta a Venecia, donde me esperaba la bicicleta con las alforjas.

Muchísimas veces en la historia se ha confirmado el dicho: “El hombre propone y Dios dispone”, es decir, que a menudo Dios “dispone” lo contrario de lo que el hombre se ha “propuesto”. No se iban a cumplir los planes que tenía previstos para esta parte final del viaje, al menos como yo me lo había propuesto.

La Berlingo nunca salió de Pego, ni tampoco la bicicleta de Carmen que nos debería de permitir realizar las excursiones que tenía preparadas, el testigo de la urea se ilumino nada más llenar el depósito de gasolina y no existió la posibilidad de cambiar la bomba de la urea que sin duda estaba agarrotada por el tiempo de inactividad.

En fin, cambio rápido de planes, cambiamos todo el material de coche y ya sin la bicicleta de Carmen, nos pusimos en marcha con el C 3 de Carmen hacia Venecia.

Todo había cambiado. Pasamos la noche en una parada de autopista.

Cuando se tiene la suerte de saber que nuestro destino no está en manos de una loca ruleta, cuando se tiene la certeza de que todo es para bien, hay que resistir y soñar. Resistir es poco. ¿Nos atrevemos a soñar? Soñar es peligroso porque los sueños pueden ser simplemente sueños, y "los sueños, sueños son", o proyectos, ilusiones, planes, deseos, ideas…y esto compromete porque hay que despertarse, levantarse y moverse.

Se dice, y a veces sucede que las catástrofes son hitos necesarios para crecer, crecer en ingenio y descubrir el gran potencial que tenemos. En cambio, la vida fácil y cómoda, la seguridad atontan y degradan. Si miramos un poco a nuestro alrededor podemos ver como en muchas situaciones hemos dejado la libertad por la seguridad; se prefiere estar tranquilo, no tener sobresaltos, una vida fácil, aunque haya que renunciar a la libertad.

¿Qué vendrá después de este cambio de planes? Podría pensar que ya nada será igual. Si fuese pesimista, acomodado, pensaría que todo el plan se había hundido. Estaría pensando en todos planes perdidos. Al ser un soñador veo renacer un nuevo proyecto, no quiero desaprovechar esta ocasión para hacer borrón y cuenta nueva. ¿Me atrevo a soñar? ¿Tengo aún capacidad para soñar? ¿Creo que me merezco otro fin de viaje mejor?

Sin duda, por eso estamos en un pequeño Citroen C3 durmiendo en la autopista.

Buenos días.

domingo, 29 de agosto de 2021

Etapa 42, jueves 19 de agosto de 2021. Desde: Venecia a Pego.

 

“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

 Etapa 42, jueves 19 de agosto de 2021.

Desde: Venecia a Pego.

No sé si un viaje ciclo-viajero se puede equiparar con un espectáculo de magia. Pero estaría bien que se pudiera realizar esa comparación. Pues los dos poseen un planteamiento, un desenlace y al viaje le suele faltar lo que los ilusionistas llaman el prestigio.

Plantee el viaje, lo prepare como un mago que baraja las cartas y las da cortar a un espectador para que escoja una, todos ya saben cómo se va a desarrollar el espectáculo, yo intentando llegar a Venecia y el mago intentando adivinar la carta.  

Yo llegue ayer a Venecia y el mago adivina la carta, este es el desenlace del espectáculo, y un espectáculo pobre se termina aquí. En cambio, un gran mago si quiere que su función se sublime, si quiere realmente sorprender no le basta con adivinar la carta, algo que todos dan por supuesto, tiene que realizar lo que llaman el prestigio, tiene que decirle por ejemplo al espectador que eligió la carta que mire en su cartera a ver si encuentra un papel con el nombre de la carta, si el papel está y tiene el nombre de la carta este truco de magia tiene prestigio, el prestigio es el culmen del espectáculo.

Mi viaje no podía terminar con un feliz desenlace tenia que intentar ir a por el prestigio, a por la fascinación final. Así que me dispuse a ello.

Deje la bicicleta y las alforjas en un autobús que, hacia las labores de oficina de turismo, que muy amablemente me dejaron utilizar los trabajadores del camping de Fusina, a los que solo con darles las gracias no es suficiente pues su amabilidad fue imprescindible e impagable.  

Y, a las 11 de la mañana me subí a un avión que me llevaría después de pasar por Madrid a Valencia y desde allí a Pego. A las 19:00 horas ya estaba en casa y sin dar una sola pedaleada.

Había comenzado el intento de realizar el prestigio de este mágico viaje.

Buenos días.

sábado, 28 de agosto de 2021

Etapa 41, miércoles 18 de agosto de 2021.

 Etapa 41, miércoles 18 de agosto de 2021.

Desde: Baone a Venecia. 

Voy a trasladarme al miércoles 18 de agosto de 2021, ahora estoy en Pego donde ayer concluí un largo viaje, estoy en sábado 28 de agosto de 2011. Han transcurrido 10 días desde que comencé a pedalear en Baone, y recorrerí unos 67 kilómetros completamente llanos, y llegué al objetivo que me había propuesto, que no es otro que Venecia.

En concreto el camping de Fusina, lugar al que es la tercera vez que llegamos mi bicicleta y yo, es verdad que, desde lugares y circunstancias distintas, pero con la misma bicicleta y las mismas piernas.

Muchos ciclo-viajeros pueden preguntarse: ¿Y ahora qué? ¿He terminado y ya está? Y solo me queda recordarlo viendo algunas imágenes en instagram o leyendo mis comentarios en el blog. O tal vez siento un cierto alivio al ver lo que hice mal y saber que quizá cuando lo vuelva a realizar pueda hacerlo mejor y, repetir todo lo que me salió bien.

Es verdad que esta forma de ver y realizar los viajes, teniendo la idea de una segunda oportunidad tienta de un modo extraño, y, tal vez, pensándolo un poco, hace valorar poco todo el viaje y sus experiencias. Y eso puede ser muy peligroso para un ciclo-viajero.

Según mi forma de verlo, no es mala idea aceptar sin más que no existirá una “segunda oportunidad”, si bien desde este punto de vista cada viaje adquiere un valor enorme.

Lo que he realizado en cada uno de los 2312 kilómetros no se repetirá por lo que no voy a tener la oportunidad de mejorarlo, por eso cada momento, cada decisión que tomé han sido únicos y estarán ahí para siempre, son eternos.

Delante del final de un viaje, se puede explicar cada detalle, cada kilómetro o se puede empezar a vivir otro, a imaginarlo.

Hemos visto y hemos leído que el estudio de un futuro viaje siempre tiene que ir acompañado de ilusión, ya que esta tiene en su raíz la condición primera que consiste en la facultad de ir anticipándose a los acontecimientos hasta que llegue el momento de volver a ponerse en marcha.

Pero, a esta edad, a mi edad, hay otra forma de ver el próximo viaje, de ver por tanto una forma de futuro que no se presenta como inminente, ni siquiera como accesible – al menos con seguridad -, sino como algo distante, quizá remoto, acaso improbable, porque no llegue a cumplirse o porque yo no llegue a él.

Estos viajes de largo recorrido en bicicleta se parecen en muy pocos aspectos con las ilusiones con que se alimenta nuestra vida, por lo general pequeñas, menudas, a las cuales se suele dar poca importancia. Pienso que sin ellas nuestra vida se hace más pequeña, se convierte en un aburrido proceso rutinario que se encuentra amenazado por el aburrimiento, el riesgo más peligroso de nuestro tiempo. Esas pequeñas ilusiones que nos nutren, que nos mantienen alerta y a la expectativa, que nos ayudan a seguir viviendo, son las importantes.

Se trata de esas ilusiones que van llenando la mayoría de nuestros días: tenemos ilusión por ver una parte de nuestra comarca, por pasear por el campo, por la hora de la comida, por tomar una taza de café, por ver a una persona, estar con ella, hablarle y que nos hable. Anticipamos todo eso, contamos con ellas con diferentes grados de  seguridad, pensamos que algunas de esas ilusiones se cumplirán, con alguna preocupación respecto a otras que no vemos tan clara su realización.

Lo importante es que estas ilusiones son reiterativas. Se cuenta con que van a volver. Y ello calma la amenaza del aburrimiento. Estas ilusiones pequeñas, cotidianas nos dan una apariencia de eternidad: lo que hacemos todos los días, parece que lo vamos a poder seguir haciendo todos los días, es decir, siempre.

Sabemos que no será “siempre”; pero pensar con que será mañana nos calma la angustia y nos permite gozar de cada día, vivir con cierta calma.

Un viaje de largo recorrido en bicicleta se puede enmarcar en este tipo de ilusiones que nos mantienen esperando el día de mañana, pero la edad las traslada, les da una “fecha de caducidad”.  Se puede decir que le añadimos una cierta desilusión, una decepción que la acecha. La gran desilusión sería la interrupción, la anulación por la muerte de esa viva ilusión. Con esto se tiene que contar, de una forma o de otra, con unos u otros supuestos, en diversas actitudes al buscar el próximo viaje. Y esto me lleva inexorablemente al horizonte último de la vida, a la expectativa de su continuación, cualquiera que sea la tonalidad de esta.

Toda vida humana se desarrolla con el telón de fondo de mortalidad en el sentido más fuerte de la palabra, no ya que el hombre es “mortal” en el sentido de que puede morir, sino que es “moriturus”, esto es, tiene que morir. Pienso que uno de los hechos más graves que nos sucede es la tendencia actual, -en gran parte provocada- de eliminar esta importante dimensión de la vida humana. No es que los hombres ahora no “sepan” que tienen que morir, sino que esa seguridad se “desconecta” de sus vidas, y estas se desarrollan sin contar con ello, sin que la mortalidad intervenga en su día a día, modificándolo, dándole un sentido que es, casualmente, el que le pertenece. La intrínseca mortalidad de la vida exige que esté operando dentro de ella, so pena de falsearla: la efectiva ilusión en el sentido negativo de la palabra, el supremo engaño, es el de una vida que intenta ignorar la muerte y no contar con ella más que negativamente, como un mero “término” o acabamiento.

En fin, hay más etapas en este viaje, un viaje que termino ayer.

Buenos días.

miércoles, 18 de agosto de 2021

Etapa 40, martes 17 de agosto de 2021. Desde: Governolo a Baone.

  Etapa 40, martes 17 de agosto de 2021.

Desde: Governolo a Baone.


Salvo por la rotura de uno de los soportes del porta alforjas delantero, que he solucionado con otra abrazadera, ha sido un paseo.

Terreno llano, hoy sin trafico pues la mayoría del recorrido se ha desarrollado por caminos vecinales en los que solo algún tractor y alguna que otra maquinaria agrícola ha hecho que dejase la relajación con la que hoy he pasado el día.

Ir tan relajado hace que la etapa sea más larga en horas de lo que hubiera sido por una carretera con trafico, los coches y los camiones te mantienen alerta, lo que hace que pedalees con más ímpetu, tan bien es más cansado.

Otra característica es la de pedalear en silencio, no sin hablar que eso suele ser lo normal, sino el silencio de no oír otra cosa que el viento.

Hoy en día llama la atención el nivel de ruido que necesitamos para sentirnos cómodos, para divertirnos, para disfrutar de la vida.

Parece que se le tiene miedo al recogimiento y a los minutos de descanso sereno, sin sonidos, como si fuera un animal salvaje listo para atacarnos.

Si lo pensamos un poco nos daremos cuenta que a veces evitamos ese silencio por miedo a enfrentarnos a nuestra interioridad, para no enfrenarnos con nosotros mismos, a nuestras limitaciones y sufrimientos.

Esté, es, aunque no lo parezca una de las dificultades más difíciles de vencer para realizar un viaje en solitario.

En los numerosos momentos que estamos en silencio mientras pedaleamos aprendemos a estar con nosotros mismos, es una forma de que la reflexión entre a formar parte activa de nuestra vida.

Buenas tardes. 

martes, 17 de agosto de 2021

Etapa 39, lunes 16 de agosto de 2021. Desde: Cremona a Governolo.

 Etapa 39, lunes 16 de agosto de 2021.

Desde: Cremona a Governolo.

Los más espabilados se habrán dado cuenta ya de que la entrada del domingo la puse en la red el lunes, y hoy que es martes estoy escribiendo la del lunes.

Son los problemas que se presentan en Italia, y es que entenderse y poder charlar mientras te tomas unas cervezas implica no tener tiempo para poner un simple comentario.

Etapa un poco complicada por la cantidad de camiones que me he encontrado al rodear Mantua, y es que las grandes capitales tienen eso, trafico, y con el nulo arcén de las carreteras italianas y la inexistente obligatoriedad de dejar 1,50 metros hace que te encuentres desamparado.

Pero bueno, después de tantos días en Italia uno ya se encuentra acostumbrado.

Buenas tardes, voy a ver si puedo escribir algo de la etapa de hoy y asi me pongo al día.

Buenas tardes.

lunes, 16 de agosto de 2021

Etapa 38, domingo 15 de agosto de 2021. Desde: Pavía a Cremona

Etapa 38, domingo 15 de agosto de 2021.

Desde: Pavía a Cremona.

Con sus 89 kilómetros la etapa de hoy ha tenido el "honor” de ser la que ha visto como hemos superado los 2000 kilómetros, siendo sinceros la de ayer hubiera recibido ese “honor” si hubiera ido a cenar en bicicleta, pero lo hice a pie.

Son en este momento 2083 kilómetros los que llevo pedaleados desde que salí de Pego, números, datos, nada más.

En el momento que recorres una ruta cicloturista o coincides con ella, es fácil encontrarse con otros ciclo-viajeros en los camping o en los albergues.

Esta noche, en Cremona, hemos coincidido varios, y resulta muy fácil entablar conversación, claro esta que si se habla el mismo idioma, aunque en italiano es fácil.

La cuestión es con que facilidad se entregan las personas sin conocerse en estas circunstancias.

Hay y quisiera decir muchas cosas sobre el tema, pero advierto que todas ellas pueden llegar a ser cosas muy evidentes.

Aunque pensándolo un  poco, lo evidente es precisamente lo más grande y lo más difícil en la vida. Esta claro que si queremos dar algo, ha de ser algo precioso, no desechos.

Y el valor de algo se aprecia especialmente cuando nos tenemos que desprender de ello. De ahí que sea necesario saber dar. Lo más valioso es el modo como se da. Pero no como obligación, sino como pura generosidad.

En estos encuentros durante los viajes, no se suele llegar a dar nada precioso, precioso en el sentido de que nos sea muy querido o necesario, de ahí que casi siempre resulten agradables.

Ocurre que para poder dar, las personas no podemos ser esclavo de las cosas, sino señor de ellas. Si yo dependo de tal manera de mi hornillo, que no puedo darlo, no me pertenece el hornillo sino que soy yo el que le pertenezco a él. Ya he dicho que eran cosas evidentes pero difíciles, aunque todos las tengamos claras.

Por ejemplo, quien da, no le es lícito exigir agradecimiento; quien piensa de este modo facilita enormemente el trabajo de recibir, que muchas veces es más difícil que el de dar.

Lo perfecto de dar es cuando quien recibe no nota en absoluto que ha recibido.

En estos encuentros el dar y el recibir son una especie de puente entre los que allí estamos. Damos y recibimos consejos sobre bicicletas, rutas, material…

Y, me gusta mantener lo ojos abiertos para estar atento a dar donde falte algo y mostrar al otro que nos brinda la ocasión estar alegre por ello.

En fin, lo dejo, sin decir nada de la alegría que siente, pero eso ya será otro día.

Buenas tardes.

sábado, 14 de agosto de 2021

Etapa 37, sábado 14 de agosto de 2021.

 Etapa 37, sábado 14 de agosto de 2021.

Desde: Casale Monferrato a Pavía.

Día tranquilo, por una carretera llana y siempre rodeado de arroz, mucho arroz el que hay aquí.

Me he encontrado con el primer contratiempo, un problema que no ha sido motivo de preocupación ni de que cambie el comentario de día, a sido un día tranquilo.

Una soldadura del porta-paquetes trasero se ha roto, ningún problema, he puesto una abrazadera, y al pasar por una ferretería he comprado una con una medida más precisa y al llegar al camping la he cambiado y asunto resuelto.

No he visitado Pavía, al menos hoy, pues el camping se encuentra en San Lanfranco que tiene lo que todos los pueblos italianos, una bonita plaza con su templo y una cantidad variada de locales donde me he tomado una cerveza al llegar, un café a media tarde y otra cerveza antes de hacerme la cena. Pues el camping no tiene bar.

Mañana por la mañana tengo que cruzar Pavía y creo que podre visitarla. Espero.

Con sinceridad, no voy a ir en busca de ninguno de los numerosos monumentos que tiene esta hermosa ciudad, si paso por delante, sin duda me detendré y si hay un bar cerca me tomare el capuchino de la media mañana.

Aunque sinceramente, la sinceridad es uno de esos últimos valores que aún tiene un prestigio, y es que es el que permite que sean posibles todos los demás, y suele ocupar muchas veces el lugar de ellos.

Aunque tiene sus peros, hemos oído muchas veces, refiriéndonos, por ejemplo, a un artista: “Es una obra básicamente pornográfica, pero es sincero…”, con un acento lleno de indulgencia cercano a la aprobación…

No estoy yo muy seguro de que todos estos “campeones” de sinceridad sean sinceros.

Muchas trasgresiones aseguran el éxito, el exhibicionismo obsceno, los actos o relatos de violencia, y es que la hipocresía puede muy bien consistir en fingir las peores audacias al igual que antes consistía en salvar las apariencias de la moralidad y del “buen tono”.

La verdad es que si cada uno se dedicara a expresar, con palabras y actos todo lo que piensa y siente, ninguna vida humana sería posible.

Si yo hiciera de la sinceridad, a cualquier nivel y a cualquier precio, un valor absoluto, estaría estropeando todas las virtudes sobre las que intento que reposen mi forma de ser, ya sea individual o social, como el dominio personal, mi disciplina interior, el pudor, etc… mi vida seria un caos.

Veamos, solamente los animales y los niños muy pequeños, si lo pensamos un poco, son total y continuamente sinceros: gritan, golpean, comen o se niegan a hacerlo siguiendo el impulso del momento.

Cuando el miedo se apodera de mí y tengo, sin embargo que dar ánimos y esconder mi sentimiento de pavor, ¿dónde está la verdad más profunda? ¿en mi cuerpo que tiembla o en mi voluntad interior que no cede ante el temblor?

En fin, resulta que el hombre sincero es el que expresa con verdad lo que piensa y siente. Si esto es así, sería la prueba que la sinceridad absoluta no existe.

Ya lo dije antes, si cada uno se dedicara a exteriorizar todo lo que piensa y siente este mundo no sería posible.

Mucho se puede hablar de la sinceridad y sin duda que lo haremos.

Buenas noches.

viernes, 13 de agosto de 2021

Etapa 36, viernes 13 de agosto de 2021. Desde: Pianezza a Casale Monferrato.

  Etapa 36, viernes 13 de agosto de 2021.

Desde: Pianezza a Casale Monferrato.

Etapa larga, 90 kilómetros, incluidos los que he realizado esta tarde para visitar Casale Monferrato.

Completamente llana y solo ha presentado la dificultad de tener que cruzar Turin, y eso como ya supondréis siempre es complicado y duro.

Generalmente se tarda más tiempo y se gastan más energías nerviosas al cruzar una gran capital que subir un puerto de montaña, son cosas realmente distintas pero ambas agotadoras, de ahí que me venga bien que por motivos logísticos pues no hay ningún camping por la zona, esta noche la pase en un hotel.

Me vendrá bien descansar del camping, y aunque ha sido una etapa larga, tal vez será la más larga, no la considero ni mucho menos la más dura.

Así que podría añadir que hoy voy a tener un descanso extra.

No le vendrá mal este descanso a mi cuerpo, un descanso que puede verse como una contradicción a ese misterio del hombre que es la imposibilidad de descansar. Hay un ardor secreto que nos impulsa permanentemente hacia algo nuevo.

Alguna vez lo habré dicho ya, ser hombre significa no detenerse, no descansar, tener siempre algo que hacer, estar en busca de algo, vivir.

Nuestra existencia no es un impulso ciego, como el instinto, es más bien una fuerza que nos arrastra y no nos deja en paz.

La característica más significativa de esa existencia es nuestra liberación de toda forma de esclavitud, teniendo como fin una existencia vivida enteramente en libertad de pensamiento y de valores.

Ya se que ahora alguien me dirá que todo ser humano vive individual y socialmente en medio de alienaciones, del orden económico, político y social. Pero la misión del hombre es precisamente abolir todo tipo de alienación.

En fin, estamos fundamentalmente orientados hacia el futuro, somos seres llenos de esperanza. Incluso donde toda esperanza pareciera imposible.

Las personas estamos por hacer, todos estamos en camino, el ser humano es el “homo viator”

Buenas noches.

jueves, 12 de agosto de 2021

Etapa 35, jueves 12 de agosto de 2021. Desde: Salbertran a Pianezza.

 Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

 Etapa 35, jueves 12 de agosto de 2021.

Desde: Salbertran a Pianezza.

Primer día completo en Italia y primer día donde el ambiente vuelve a ser más parecido al mío.

No tengo nada que decir en contra de Francia ni mucho menos de los franceses de los cuales siempre he recibido un trato agradable, pero los italianos son los italianos incluso aquí tan al norte.

Tal vez sea el idioma pero estoy seguro que es por el café, ayer lo primero que hice al pisar tierra italiana fue tomarme un café en el primer bar que me encontré.

Esta mañana antes de salir del camping, en su restaurante un capuchino, que por cierto no lo encontré caro, 1’50 €.

Se suele decir que en muchos países la amabilidad con el visitante es extraordinaria, y así debe de ser, pero el “kit” de la cuestión se encuentra en que se debe ser amable con todo el mundo, ya sea un visitante, nuestro invitado, nuestro amigo o lo que sea.

Si lo pensamos, veremos que se es amable, naturalmente, cuando se tiene aprecio de la dignidad del hombre y esto no es tan fácil.

Es verdad que algunos lo tienen menos complicado, sobre todo aquellos a los que se nos dijo y se nos enseño que: “… y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Y lo cumplen.

Y es que mi prójimo es toda la gente.

En fin, un tema que nos daría para muchas paginas y del que por cierto nunca se hablará bastante.

Buenas noches.

Etapa 34, miércoles 11 de agosto de 2021. Desde: Briançon a Salbertran.

 “Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

 Etapa 34, miércoles 11 de agosto de 2021.

Desde: Briançon a Salbertran.

Ultima etapa alpina en Francia, y último puerto de montaña alpino.

Nueva etapa que no puedo subir a la red por culpa de la conexión a internet que se tiene en estos valles tan abruptos.

En fin, al igual de ayer la subo al medio día, en la parada para el café.

He ascendido el col de Montegenevre de 1835 metros, a sido duro, sobre todo porque he tenido que subir hasta Briançon, y digo subir porque para pasarlo he tenido que recorrer y llegar hasta este magnifico lugar que es su casco antiguo, con un castillo fortificación increíble.

Pero esta visita “turística” me ha dejado bastante tocado para el col de Montegevre, que con sus innumerables curvas de herradura me ha obsequiado además de sus duras rampas unas vistas de Briançon que merecen la pena repetir, aunque en sentido contrario seguro que se disfrutan más.

La entrada en Italia, en la cima del col, ha sido para los ciclistas, de los espectáculos más agradables que se pueden recorrer en bicicleta. Lo primero que te encuentras al entrar en Italia es un túnel, y como no se puede pasar con la bicicleta por él, nos dejan a los ciclistas toda la vieja carretera, toda para nosotros, con unos acantilados que te revuelven el estomago. Parece que de repente se han terminado las curvas de herradura, todo es semi-tunel y acantilado a la derecha, adrenalina sin mezclas. Solo al final de la bajada cuando ya te incorporas a la carretera normal vuelven las curvas de herradura.

En fin, país nuevo y nuevas medidas anti-covid, voy a averiguar cuales son en esta región y adaptarme a ellas.

De momento a medio día para comer si lo hacia dentro del bar tenia que mostrar el certificado covid pero en la terraza no, cosas curiosas del covid.

Buenas noches, mejor dicho; Buen Medio Día.

miércoles, 11 de agosto de 2021

Desde: Le Bourg d’Oisan a Briançon

 “Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

 Etapa 33, lunes 10 de agosto de 2021.

Desde: Le Bourg d’Oisan a Briançon.

Hoy no solo ha sido una etapa completamente alpina sino que además a sido completamente de ciclismo y, si hablar de ciclismo en palabras de peso hay que hablar de Le Tour, ha sido una etapa de esas que tantas veces he disfrutado por televisión viendo el Tour de Francia.

No solo es increíble que este pedaleando por estas carreteras donde el ciclismo se ha hecho grande y ha hecho grandes a sus protagonistas, sino que lo que es más increíble es que este pensando en volver.

No hay duda, si alguien le gusta el ciclismo, si alguien cree que el Tour de Francia es la mejor carrera del mundo y, si ese alguien además practica el ciclismo, no hay duda tiene que pasarse unas vacaciones en Le Bourg d’Oisan.

Y es que, salir del camping y encontrarse que de cada coche que iba aparcando en la primera rampa de Alpe d’Huez se estaban sacando bicicletas, que todos iban vestidos para la ocasión y que por todos los rincones no hacían más que parecer ciclistas de todas las nacionalidades, entonces no me quedó más remedio que admitir que estaba en un “santuario” del ciclismo. Y eso que creo que en nuestra zona de Pego es donde más aficionados hay.

He disfrutado subiendo el col de Lautaret, he sufrido ascendiendo hasta sus 2059 metros y me he emocionado durante sus 40 kilómetros, que si bien solo recuerdo un kilómetro por encima del 6%, ha sido casi una maratón llena de emociones.

No he subido en esta ocasión ninguno de los cols míticos, pues voy de paso y ninguno de los importantes me llevaban a donde quería ir.

Día de emociones pues, de intensas emociones y que han terminado en un profundo camping donde no hay buena cobertura de datos, así estoy subiendo esta entrada desde Italia,

Buenos Medios Días.

lunes, 9 de agosto de 2021

Etapa 32, lunes 9 de agosto de 2021.

  Etapa 32, lunes 9 de agosto de 2021.

Desde Seyssins a Le B                                                                                                                    ourg d’Oisan.

Primera etapa completamente alpina con 64 km de subida, he empezado a 220 metros en Grenoble y he llegado a Le Bourg d´Osian a 718 metros sobre el nivel del mar.

Ha sido una subida fácil pues no tenia ninguna pendiente de consideración salvo alguna que pudiera haber al cruzar algún pueblo, por lo demás una subida agradable.

A los amantes del ciclismo les sonara Le Bourg d’Osian pues es donde empieza el mítico Alpe d´Huez, por cierto estoy acampado a escasos metros de su comienzo, mañana antes irme pasare a ver como empieza.

Por cierto, esto son montañas, los ríos de los Pirineos aquí serían arroyos y las montañas que en este momento me rodean impresionan.

Había estado en alguna otra ocasión en los Alpes pues estuve en el Cervino y subí el Passo d’Stelvio, pero tantos kilómetros encajonado dentro de este barranco con unas paredes rectas y altísimas no lo recuerdo en otro lugar.

El mar me encanta pero estas montañas me impresionan.

Voy a terminar pronto pues el sol se acaba de esconder y la temperatura empezara a descender rápidamente y no es lugar ni hora para enfriarse, pues la temperatura tiene que bajar hasta los 8 grados, y mañana hay que subir por encima de los 2000 metros sobre el nivel del mar.

Ya veremos.

Buenas noches.

……………

domingo, 8 de agosto de 2021

Etapa 31: Desde Saint Nazaire en Royans a Seyssins.

 "Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

 Etapa 31, domingo 8 de agosto de 2021.

Desde Saint Nazaire en Royans a Seyssins.

Ya estamos en los Alpes, y mañana la primera etapa alpina, podría decir que ha sido un día de transición, con un ligero y continuo ascenso al lado del río Isére, mañana ya será diferente.

El clima, pues bien, nubes y claros que me han permitido intentar secar todo lo que se me mojo en las tormentas de ayer y, he de decir que me he pasado un par de horas persiguiendo al sol y escapando de la sombra.

Es un movimiento continuo, dejas la tienda al sol y mientras vas a la cafetería a tomarte un café con leche y un croissant, la sombra se ha adueñado de la tienda, y empieza otra vez la búsqueda de esos rayos de sol que los arboles dejan pasar, para estar solo unos momentos y al final darte por vencido, recoger la ropa mojada a la que solo le ha dado el sol un instante y la tienda semi-seca y empezar a pedalear.

Por suerte he llegado con sol al camping y lo he podido secar todo.

Pensándolo bien llevo varios días buscando el sol, persiguiéndolo, intentando que me solucione todos los problemas que su ausencia m esa causando.

En realidad siempre perseguimos algo pues lo inmediato siempre es superado y rebasado por lo que va a suceder. La persona está siempre en marcha, persiguiendo realizarse a sí mismo.

Y es que existe una distinción que se encontraba ya en el pensamiento clásico, entre desear y querer. Desear significa pretender algo, pero desde el punto de vista afectivo, sentimental: por ejemplo desearía ser más estudioso, más ordenado, mejorar mi carácter…

Querer supone buscar algo y poner toda la voluntad en ese empeño; es determinación, empeño, es un esfuerzo concreto que no se olvida.

Por eso se necesita fuerza de voluntad para querer una cosa.

Esta mañana deseaba el sol para que me secase lo que tenia mojado, por eso me canse de esperar y recogí la ropa mojada y me marche. En cambio si hubiese querido secar la ropa, me hubiese esperado, hubiese insistido.

Se dice que el hombre con voluntad llega en la vida más lejos que el inteligente. Y para mí esto es así porque tiene al menos cuatro herramientas que bien utilizadas sirven para mucho, como son: orden, constancia, motivación y sobre todo la ilusión de ver conseguidos sus objetivos.

En fin, hay que querer.

Buenas noches.

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sábado, 7 de agosto de 2021

Etapa 30: Desde Charmes sur Rhone a Saint Nazaire en Royans.

“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

 Etapa 30, sábado 7 de agosto de 2021.

Desde Charmes sur Rhone a Saint Nazaire en Royans.

Para los amantes de los datos hoy tengo un dato interesante, bueno dos, con los 52 kilómetros de hoy he superado los 1500 kilómetros, en total llevo recorridos 1534 y, he llegado al mes de viaje.

No voy a entrar a valorar si son muchos o pocos sino que solo doy la información para los que les gustan estos detalles.

No han existido complicaciones en el desarrollo de la etapa. He cruzado Valence sin demasiados problemas al ser sábado, eso si, llover no se si ha llovido mientras pedaleaba pero que me he pasado toda la mañana mojándome, estoy seguro.

Dicho esto, tengo que añadir que llevo toda la tarde en la recepción del camping esperando a que pare de llover y poder montar la tienda. Es un desfile de tormentas que se tiene que detener hasta las 19:00 horas, veremos.

Solemos decir que aunque tengamos mal tiempo si tenemos el corazón caliente, una razón para vivir y sabemos lo que es el amor no importa demasiado. Pudiendo estar de acuerdo, que lo estoy, tengo que decir que es duro y complicado hacerle buena cara al mal tiempo durante tantos días seguidos.

Es verdad que más duro debe ser si a este mal tiempo añadimos que nuestro corazón esté congelado, hecho hielo. Es complicado si tenemos mal tiempo por fuera y frío por dentro.

Han pasado las horas y ahora cuando son las 18:05 horas voy a dejar mi “guarida” en la recepción del camping y voy a ver si consigo montar la tienda sin mojarme, después cuando el “campamento” este montado, volveré para dar por terminada esta etapa tan complicada en lo meteorológico.

Bueno parece que empieza a aclararse el día, voy a hacerme la cena y después a dormir que mañana tenemos mucha ropa que secar y nos vamos a meter de lleno en los Alpes, intentaré llegar a Grenoble.

Buenas noches.

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viernes, 6 de agosto de 2021

Etapa 29, viernes 6de agosto de 2021.

 “Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

 Desde Marcols le Eaux a Charmes sur Rhone.

Unos pocos kilómetros menos que ayer, 52, y todos en bajada, lo que se agradece, a demás de realizar mucho menos esfuerzo, por haber descendido a unos 170 metros sobre el nivel del mar, espero se agradezca en el clima, al menos durante los días en los que estaré alrededor del Rhone.

Pero había que subir antes para poder disfrutar de una parte del día de ayer y todo el de hoy en bajada.

Los montañeros dicen que es más costoso subir que bajar, y en esto estamos de acuerdo, y advierten que es más peligrosa la bajada que la subida: ¡podemos despeñarnos!

Si ellos tienen razón, los ciclistas también podríamos decir lo mismo.

Cuando vas cargado con las alforjas, comienzas a bajar con tranquilidad y cuidado, que se van perdiendo en la medida en que vas tomándole confianza a la carretera, y a veces es interesante parar un momento si la bajada es muy larga y volver a continuar con tranquilidad y cuidado.

Con la bicicleta siempre hay que llevar el control de las riendas por mucho que nos entusiasme la velocidad y es que esa sensación de felicidad que se siente cuando haces “eses” en una bajada nos la debemos de dejar en casa cuando llevamos las alforjas.

En fin, un día más pedaleando.

Buenas noches.

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Etapa 28, jueves 5 de agosto de 2021.

 Desde Langogne – Marcols le Eaux.

74 kilómetros los de hoy, en realidad los de ayer pues no pude anoche colgar en la red esta entrada, que hacen un total de 1430.

Muchas más montañas de las que podía pensar y mucho más verdes también, con unos bosques que consiguen oscurecer el día, y eso que hoy he tenido nubes y claros. Aunque la temperatura siempre por debajo de los 20 grados, sobre todo en los altos de los puertos, que hoy han sido tres, pero sin otros problemas.

Una curiosidad, en un momento un cartel me anunciaba que cambiaba de cuenca, pasaba de la Atlántica a la Mediterránea, o sea a partir de ahora todos estos ríos están llevando su agua a nuestro mar.

He cruzado en varias ocasiones el Loira, el alto Loira, y ahora estoy en la cuenca del Rhone, que supongo que será el Ródano.

Un cambio de vertiente que no se ha notado mucho ni a costado mucho, sin embargo si hubiese sido cualquier otra cambio de habito personal ya no hubiera sido tan fácil.

Si lo pensamos bien nos daremos cuenta que los hábitos son  actos que realizamos que hacen que nuestra vida, consciente o inconscientemente tome un rumbo u otro. Piénsalo. ¿Cuántas de las acciones que haces durante el día son hábitos?

Desde cómo manejamos el coche, hasta el camino que tomamos al trabajo, las páginas de internet que vemos… la mayoría de nuestra vida se juega en los hábitos.

Y cuestan un poco más cambiarlos.

En fin, lo dejo aquí, pues si empezamos en como cambiar los hábitos malos en buenos, esto se puede alargar, ya veremos en la otra ocasión.

Buenos días. 

miércoles, 4 de agosto de 2021

Etapa 27, miércoles 4 e agosto de 2021.

Hoy no me he movido de Langogne, el tiempo meteorológico no esta de acuerdo con mi forma de entender agosto.

He pasado parte de la jornada en convertir el día de mañana en algo romántico, incluso con sol y temperatura por encima de los 20 grados, y leyendo uno de los libros que me he traído para estos momentos. Por cierto, son tres y en formato “kindle”, que no estamos para añadir peso.

Esto quiere decir que la “entrada” de hoy será larga pues tengo tiempo, llueve y hace frio, aunque aquí en la terraza del bar y junto a la estufa no hay ningún problema. Así que los “atrevidos” que tengan paciencia, como siempre.

Esta afición de convertir el día de mañana, como estoy haciendo ahora mismo, en algo maravilloso es una costumbre bastante nueva.

Parece ser que nos hemos propuesto no aclarar lo que ha ocurrido y nos disponemos, con una especie de bienestar, a decir lo que va a pasar, lo cual es (sin duda) mucho más fácil.  

No hay duda de que esta forma de actuar tiene elementos encantadores; hay algo ingenioso, aunque excéntrico, en querer librar batallas que aún no han tenido lugar.

Un hombre adelantado a su tiempo es una frase muy normal pero una época adelantada a su tiempo es una cosa realmente extraña.

Tras haber tenido en cuenta ese inofensivo elemento de poesía bastante humano que este hecho encierra, hay que decir aquí que ese culto al futuro no es sólo una debilidad, sino una cobardía de nuestros días.

El pensamiento moderno se ve forzado a ir hacia el futuro con cierto cansancio, no exento de miedo, con el que contempla el pasado. Y el motivo que lo impulsa hacia adelante tan alegremente no es una preocupación por el futuro. El futuro no existe, porque aún es futuro. Es más bien un miedo al pasado; un miedo no sólo del mal en el pasado, sino también del bien en el pasado.

Es cómo si nos sintiéramos oprimidos por la insoportable virtud de la humanidad. Ha habido demasiados hechos gloriosos que no podemos abarcar; demasiados heroísmos que no podemos imitar; demasiadas actuaciones que nos parecen al tiempo sublimes y patéticas. Tengo la impresión de que el futuro se ve como un refugio en nuestra competición con nuestros antepasados.

Es como si el futuro fuese o es un papel en blanco en el que cada uno puede escribir con letras todo lo grandes que quiera lo que se le pase por la imaginación, y el pasado ya tiene escrito ese papel con nombres que ya ni se recuerdan, como Platón, Isaías, Shakespeare, Miguel Ángel, Napoleón.

Puedo hacer el futuro tan estrecho como yo mismo; el pasado está obligado a ser tan ancho y turbulento como la humanidad. Y el resultado de esta moderna actitud es realmente el siguiente: los hombres inventan nuevos ideales porque no se atreven a poner en práctica viejos ideales.

Miran hacia delante con entusiasmo porque les da miedo mirar hacia atrás. Pero en la historia no hay revolución que no sea una restauración. Entre las muchas cosas que me confunden acerca de la moderna costumbre de fijar la vista en el futuro, ninguna es más fuerte que ésta: todos los personajes de la historia que han hecho algo de cara al futuro tenían la vista fija en el pasado. No necesito mencionar el Renacimiento; la mera palabra ya demuestra lo que digo. La originalidad de Miguel Ángel y de Shakespeare nació con el descubrimiento de viejas vasijas y manuscritos. Y ahora tengo la impresión que no se quiere mirar atrás.

Pero hay un rasgo en el pasado que desafía y deprime mucho más a los modernos que todos los demás y los conduce hacia ese futuro sin rasgos definidos. Me refiero a la presencia en el pasado de grandes ideales, no cumplidos y a veces abandonados. La visión de esos espléndidos fracasos resulta melancólica para una generación inquieta y bastante morbosa; mantienen una extraña reserva respecto a ella, llegando a veces a guardar un poco de escrupuloso silencio. La mantienen totalmente al margen de sus periódicos y casi totalmente fuera de sus libros de historia.



Por ejemplo, a menudo nos dirán (al alabar la época que viene) que estamos avanzando hacia unos Estados Unidos de Europa. Pero cuidadosamente evitan decirnos que nos estamos alejando de unos Estados Unidos de Europa, que semejante cosa existía literalmente en tiempos romanos y sobre todo medievales. Nunca admiten que los odios internacionales (que ellos llaman «bárbaros») son en realidad muy recientes, la mera descomposición del Sacro Imperio Romano. O bien nos dirán que va a haber una revolución social, un gran alzamiento de los pobres contra los ricos; pero nunca insistirán en que Francia llevó a cabo aquel magnífico intento sin ayuda y que nosotros y el resto del mundo permitimos que fracasara y se olvidara.

Afirmo claramente que nada está tan patente en la escritura moderna como la predicción de semejantes ideales en el futuro, unida al hecho de haberlos ignorado en el pasado.

Cualquiera puede comprobarlo por sí mismo. Léanse treinta o cuarenta páginas de cualquier panfleto que llame a la paz en Europa y véase cuántos alaban a los antiguos papas o emperadores por haber mantenido la paz en Europa. Léase cualquier puñado de ensayos y poemas en alabanza de la socialdemocracia, y véanse cuántos de ellos alaban a los viejos jacobinos que crearon la democracia y murieron por ella. Esas ruinas colosales son para el moderno sólo enormes monstruosidades. Él mira hacia atrás, hacia el valle del pasado, y ve una perspectiva de espléndidas pero inacabadas ciudades. Están inacabadas, no siempre por enemistad o accidente, sino a menudo por inconstancia, fatiga mental y vehemente deseo de filosofías ajenas.

No sólo hemos dejado sin hacer las cosas que deberíamos haber hecho, sino que incluso hemos dejado sin hacer las cosas que queríamos hacer.

Pedimos cosas nuevas porque no se nos permite pedir cosas antiguas. Esta postura general se basa en la idea de que hemos conseguido todo lo bueno que se podía conseguir de las ideas del pasado. Pero no hemos sacado de ellas todo lo que de bueno contienen, y quizás, en este momento, no estemos sacando nada. Y aquí la necesidad es una necesidad de libertad total, tanto para la restauración como para la revolución.

Se suele leer acerca del valor o de la audacia con la que algún nuevo político ataca a una vieja tiranía o a una anticuada superstición. No hay en realidad valor alguno cuando se atacan cosas viejas o anticuadas, como no lo hay en ofrecerse a atacar a nuestra abuela. El hombre realmente valiente es el que desafía a tiranías jóvenes como la mañana y frescas como las flores. El único librepensador auténtico es aquel cuyo intelecto está tan liberado del futuro como del pasado. Se preocupa tan poco de lo que será como de lo que ha sido; se preocupa sólo por lo que debería ser.

 En fin, lo dejo, pues si continuo leyendo a Chesterton y resumiendo lo que dice no terminaría.

P.D.: Parece que al final el día se esta arreglando, veremos mañana.

Buenas noches.