Etapa 36, viernes 13 de agosto de 2021.
Desde:
Pianezza a Casale Monferrato.
Etapa
larga, 90 kilómetros, incluidos los que he realizado esta tarde para visitar Casale
Monferrato.
Completamente
llana y solo ha presentado la dificultad de tener que cruzar Turin, y eso como
ya supondréis siempre es complicado y duro.
Generalmente
se tarda más tiempo y se gastan más energías nerviosas al cruzar una gran
capital que subir un puerto de montaña, son cosas realmente distintas pero
ambas agotadoras, de ahí que me venga bien que por motivos logísticos pues no
hay ningún camping por la zona, esta noche la pase en un hotel.
Me
vendrá bien descansar del camping, y aunque ha sido una etapa larga, tal vez será
la más larga, no la considero ni mucho menos la más dura.
Así
que podría añadir que hoy voy a tener un descanso extra.
No
le vendrá mal este descanso a mi cuerpo, un descanso que puede verse como una
contradicción a ese misterio del hombre que es la imposibilidad de descansar. Hay
un ardor secreto que nos impulsa permanentemente hacia algo nuevo.
Alguna
vez lo habré dicho ya, ser hombre significa no detenerse, no descansar, tener
siempre algo que hacer, estar en busca de algo, vivir.
Nuestra
existencia no es un impulso ciego, como el instinto, es más bien una fuerza que
nos arrastra y no nos deja en paz.
La
característica más significativa de esa existencia es nuestra liberación de
toda forma de esclavitud, teniendo como fin una existencia vivida enteramente
en libertad de pensamiento y de valores.
Ya
se que ahora alguien me dirá que todo ser humano vive individual y socialmente
en medio de alienaciones, del orden económico, político y social. Pero la
misión del hombre es precisamente abolir todo tipo de alienación.
En
fin, estamos fundamentalmente orientados hacia el futuro, somos seres llenos de
esperanza. Incluso donde toda esperanza pareciera imposible.
Las
personas estamos por hacer, todos estamos en camino, el ser humano es el “homo
viator”
Buenas
noches.
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