"Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).
Etapa 31, domingo 8 de
agosto de 2021.
Desde
Saint Nazaire en Royans a Seyssins.
Ya
estamos en los Alpes, y mañana la primera etapa alpina, podría decir que ha sido
un día de transición, con un ligero y continuo ascenso al lado del río Isére,
mañana ya será diferente.
El
clima, pues bien, nubes y claros que me han permitido intentar secar todo lo
que se me mojo en las tormentas de ayer y, he de decir que me he pasado un par
de horas persiguiendo al sol y escapando de la sombra.
Es
un movimiento continuo, dejas la tienda al sol y mientras vas a la cafetería a
tomarte un café con leche y un croissant, la sombra se ha adueñado de la
tienda, y empieza otra vez la búsqueda de esos rayos de sol que los arboles
dejan pasar, para estar solo unos momentos y al final darte por vencido,
recoger la ropa mojada a la que solo le ha dado el sol un instante y la tienda
semi-seca y empezar a pedalear.
Por
suerte he llegado con sol al camping y lo he podido secar todo.
Pensándolo
bien llevo varios días buscando el sol, persiguiéndolo, intentando que me
solucione todos los problemas que su ausencia m esa causando.
En
realidad siempre perseguimos algo pues lo inmediato siempre es superado y
rebasado por lo que va a suceder. La persona está siempre en marcha,
persiguiendo realizarse a sí mismo.
Y
es que existe una distinción que se encontraba ya en el pensamiento clásico,
entre desear y querer. Desear significa pretender algo, pero desde el punto de
vista afectivo, sentimental: por ejemplo desearía ser más estudioso, más
ordenado, mejorar mi carácter…
Querer
supone buscar algo y poner toda la voluntad en ese empeño; es determinación,
empeño, es un esfuerzo concreto que no se olvida.
Por
eso se necesita fuerza de voluntad para querer una cosa.
Esta
mañana deseaba el sol para que me secase lo que tenia mojado, por eso me
canse de esperar y recogí la ropa mojada y me marche. En cambio si hubiese
querido secar la ropa, me hubiese esperado, hubiese insistido.
Se
dice que el hombre con voluntad llega en la vida más lejos que el inteligente.
Y para mí esto es así porque tiene al menos cuatro herramientas que bien
utilizadas sirven para mucho, como son: orden, constancia, motivación y sobre
todo la ilusión de ver conseguidos sus objetivos.
En
fin, hay que querer.
Buenas
noches.
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