jueves, 7 de junio de 2018

Jueves 7 de junio de 2018.

¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a la vez- dijo Bilbo.  (El Hobbit, J.R.R. Tolkien)  


He tenido en este viaje buena y mala suerte, buena porque me he librado de lo que habrán sido durante varios días las asfixiantes noticias sobre la moción de censura que ha terminado con Pedro Sánchez de Presidente de la nación y mala suerte porque me he perdido la imprevisible, inédita, desconcertante e histórica moción de censura.
Estoy seguro que el inesperado giro os habrá sido ya descrito hasta la saciedad y que ya lo habréis comentado, pero yo me veo en la necesidad de opinar.
Según lo veo, si es verdad que España tenía un problema con su vida política y parlamentaria esta solución es la peor de las soluciones porque los socialistas tienen solo 84 de 350 diputados, no pueden prácticamente tomar ninguna decisión relevante y han llegado al poder aupados por nacionalistas, populistas de izquierdas e independentistas catalanes no con un programa político en el que estén de acuerdo sino con la intención de echar a Rajoy .
Yo creo que no habrá estabilidad y cada uno de esos grupos reclamará alguna compensación que será especialmente negativa en el caso de los independentistas. El proyecto de sedición tomará más fuerza con un Gobierno débil. Ahora habrá menos reformas, y más política con Cataluña, pero no necesariamente buena.  
Ya se, por lo menos lo supongo, que los socialistas no gobernarán contra los elementos fundamentales de la Constitución ni contra Europa. Harán mucha demagogia, eso sí, y mucha ideología.
Lo malo es que también pienso que en esta situación, hay un amplio sector social que ha votado centroderecha y centro-centro reaccionara con cierto resentimiento con la sensación de que se les ha arrebatado el poder de forma poco limpia. El resentimiento, por desgracia, se ha convertido en el sentimiento político dominante en Europa y en el resto del mundo. Se extiende como un veneno.
Si miro el congreso no veo una España dentro de la Constitución del 78 y otra fuera. Si no una España en su inmensa mayoría constitucional y dos minorías anticonstitucionales. Difícilmente un Gobierno socialista tan minoritario va a echar atrás las reformas económicas del PP. Si tuviera más respaldo parlamentario haría una política fiscal o laboral muy similar a la de los populares.
Hay una sociedad civil que construye, que hace país, que no depende ni en primera ni en última instancia de un Gobierno débil e ideológico. Yo, por mi parte, seré fiel a mis ideas, haré lo que este en mi mano para que todo funcione mejor y no me meteré bajo bandera política alguna.

Feliz y Dulce Día.

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