“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la
muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)
Ya estamos en lunes y vamos ha
empezar un semana que hará el número 25 de este 2018, así que vamos a coger
carrerilla y a emprenderla con fuerza.
En nuestra vida, todos nos
hemos encontrado con momentos que están cargados de un sentido que podemos
reconocer, aunque no lo sepamos expresar. Si buscáis un poco los encontrareis a
cientos, y nos asaltan en múltiples ocasiones, a veces muy cotidianas. Hay
quien dirá, sin duda, que, si no se pueden poner en palabras, no son reales. No
es cierto. No todo lo que se vive se puede poner en palabras. En ocasiones, se
balbucea. En otras, ni siquiera se puede articular un sonido.
Cuantos pensadores y escritores
han jugado con el lenguaje mientras vivían algo a lo que no podían dar voz.
Escribían cientos de páginas, después de decir que la realidad, la verdad, la
vida… se escapan de todo intento verbal de atraparlo. Jorge Santayana escribió,
en su obra “El sentido de la belleza”, que, de todas las cosas, la belleza es
la que menos requiere de explicación. Y acto seguido elaboró trescientas
páginas de disquisiciones sobre eso que no necesita ser explicado. Al final acaba
balbuceando en un espacio que recuerda las descripciones escatológicas tradicionales.
Si vamos por la vida y afrontamos
cada día con una mente y un corazón abiertos estoy seguro que encontraremos estos
momentos mágicos, momentos que están saturados de significado, pero cuyo
significado no puede ponerse en palabras. Estos momentos nos son preciosos".
Ojalá no se me escapen.
Feliz y Dulce Día.
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