viernes, 29 de junio de 2018

Viernes 29 de junio de 2018.


“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien) 

Pues si, han pasado ya muchos años desde esa foto, y si la observamos nos podremos dar cuenta que nuestros cuerpos y nuestras almas tienen por separado su proceso de madurez, y no siempre están en armonía.
En alguna ocasión he pensado que los años me despojarían de la poesía de mi juventud y que me haría viejo antes de tiempo. Todos sabéis que cuando llegamos a cierta edad, como la que tenemos ahora, y miramos lo que hemos hecho, nos podemos llegar a sentir desconcertados por algunas cosas que hicimos: no cosas inmorales, sino cosas que ahora, desde nuestra perspectiva presente, parecen inmaduras y malsanas, a pesar de todo, como para que alguien como nosotros se arriesgue a hacerlas ahora.
Recordándolas, inicialmente nos sentimos un poco desconcertados. Pero después, cuando sentimos nuestra edad y nuestra reticencia presente, miramos atrás y decimos: “¡Esto es lo más audaz que hice en mi vida!” ¡Ah, entonces tuve coraje! ¡Ahora me dan más miedo esa cosas!
Es satisfactorio poder volver a ponerme en la piel de aquel joven y saber que lo que había en su mente todavía me intriga. Hoy todavía hay poesia, vigor y humor en mi vida lo que espero que signifique que soy una persona madura y viva, como un viejo vino añejo.

Feliz y Dulce Día.

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