sábado, 22 de marzo de 2025

¡Buenos días, amigos! 22/03/2025

     ¡Buenos días, amigos!

Una cosa que parece que esta bastante clara es que todos buscamos en nuestra vida la felicidad. Si entiendo esta igual a como lo hace la Real Academia de la Lengua que se trata de un “Estado de grata satisfacción espiritual y física”. La cosa parece que es más que evidente. ¿Quién de nosotros no desea esto? ¿Quién no quiere estar satisfecho con su vida? 

Hasta aquí no he descubierto nada y todos sabemos que alcanzar la felicidad es un camino difícil y que no todos lo vamos a conseguir. La mayoría de las religiones, así como todas las ideologías nos dan caminos que pretenden ser los mejores para llegar a ella. También lo hace tal como comentábamos el otro día la doctrina economicista que también nos ofrece un camino de salvación, una senda que recorrer para lograr esa ansiada felicidad. El bienestar es la clave de este recorrido y en la medida que lo logremos la felicidad estará a nuestro alcance.

Y en el bienestar se puede encontrar la clave, si miro otra vez el diccionario me encuentro con que se trata de: “vida holgada o abastecida de cuanto conduce a pasarlo bien y con tranquilidad”. O sea que el bienestar se alcanza gracias a que tenemos un abastecimiento de bienes que sea suficiente para tener esa vida tranquila que nos permita pasarlo bien. ¿Es esto o no la base de la felicidad?

Cuando nuestra sociedad nos dice que ese bienestar es el camino acertado para alcanzar la felicidad, está diciéndonos que lo que tenemos que hacer para ser felices es tener más cosas. Solamente así podremos incrementar nuestro bienestar ya que este depende de aquello que tenemos. Esta creencia intenta lograr un deseo infinito, como es la felicidad, con bienes y servicios que son finitos, con aquello que tenemos o que podemos adquirir o disfrutar.

Sin embargo, esa propuesta de la felicidad a través del bienestar es embaucadora. Si bien un mínimo de bienestar es necesario para poder llevar una vida llena y feliz, pues si no tenemos ni para comer, difícilmente vamos a poder tener una vida espiritual y físicamente grata. Buscar la satisfacción solamente en tener más cosas, resulta un esfuerzo perdido por dos motivos.  El primero porque siempre vamos a poder tener más y esto provoca una insatisfacción continua que nunca nos saciara.

El otro tiene que ver con la vida espiritual. Encontrar el sentido de la vida, sentirse a gusto con uno mismo, llevar una vida integrada entre lo que hacemos y lo que pensamos, no puede lograrse con propiedades, con cosas, con experiencias… Solamente se logra con un camino de interiorización que poco tiene que ver con nuestras rentas y propiedades.

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