¡¡¡Buenos días, amigos!!!
No
creo que vaya a extrañar a nadie que realice muchas compras por internet, lo llevo
haciendo bastante tiempo y me parece que la situación no va a cambiar mucho en
los próximos años. Me he acostumbrado y de momento no he tenido ningún problema
lo que me ha llevado a no plantearme ninguna duda sobre el sistema.
Sin
embargo, sí que hay una cuestión a la que le estoy dando vueltas, el componente
medioambiental, no sé si a vosotros ya se os ha pasado por la cabeza, pero a mí
empieza ahora. No he oído hablar mucho sobre el tema por eso no se si voy a ser
una rara excepción.
Realizo
las compras por internet principalmente por el mínimo esfuerzo que conlleva, me
llega el producto en un breve espacio de tiempo y no tengo que entretenerme
yendo a la tienda a buscarlo. No encuentro nada raro en todo esto porque me
parece que las ventajas son imbatibles.
Pero
es conveniente que analicemos con un poco más de profundidad y desde otra perspectiva
la compra a distancia.
Veamos
un ejemplo; voy a adquirir unas gafas de sol y veamos un poco sus consecuencias
ecológicas.
En la
calle Mayor de Pego hay una óptica, esto supone que para acceder a ella, y a
mis gafas, tengo que realizar un trayecto de 10 minutos andando y otros 10 para
volver, bien. Normalmente la dueña de la óptica recibe una caja con una
cantidad de gafas para vender, lo que supone que el transportista
utiliza un solo viaje, y un solo embalaje para una gran cantidad de gafas. Yo
no tengo que realizar ningún viaje para comprar esas gafas, solo caminar unos
minutos. Si varios de mis amigos hacen lo mismo, esto supone que la compra de
varias gafas por mis amigos solo tiene un impacto ambiental añadido de un viaje
del transportista y de un embalaje.
Si
esos, pongamos, veinte amigos compran las gafas por internet se producen 20
viajes a sus respectivas casas y veinte embalajes individuales para cada gafa. Esto
no solamente trae problemas de incremento de circulación en las calles de
nuestras ciudades, sino que supone un consumo de recursos superior para vender
el mismo número de gafas. ¿Cuál de los dos modelos es más ecológico? ¿Cuál
supone menos desgaste para el medioambiente? Parece (y salvo que alguien
demuestre lo contrario) que el sistema de distribución tradicional es más
respetuoso con el medio ambiente.
Creo
que tenemos que empezar a pensar en ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario