“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas”. (G. K. Chesterton)
Día 49 del viaje a Roma. Lido Tarquinia
--- Civitavecchia
Sábado 17 de mayo de 2025.
Distancia: 22 km.
Desnivel positivo: 85 m.
Velocidad media: 15 km/h.
Pocos kilómetros los que hemos
necesitado para llegar a Civitavecchia, donde subiremos a las 01:30 horas al
ferry que nos llevará a Barcelona. Un día en el que hemos pasado muchas horas,
demasiadas, en el puerto y que se me han hecho, algunas, largas.
Pero como todo en esta vida, pasa,
y después de la media noche hemos embarcado dirección a España.
Ese “no alimenteis demasiado el
cuerpo” que es el quinto punto de aquel decálogo para realizar un buen
viaje, me ha servido hoy para mantenerme entretenido y darme cuenta de que la
frase tiene su punto de sabiduría. Solemos prestar mucha atención a nuestro
cuerpo y dejamos de lado a nuestra mente.
Las comidas copiosas no son
aconsejables cuando vamos a pasar muchas horas pedaleando, algo que resulta
complicado de cumplir ya que cuesta resistirnos pues la sensación de hambre
suele aumentar cuando nos encontramos cansados y de ahí la importancia de tener
un poco de autodisciplina. Es verdad que se tiene que cuidar el cuerpo, pero no
idolatrarlo ni buscar solo su satisfacción.
La sala de espera de Grimaldi Lines
no parece un buen lugar para seguir el consejo de “no alimentéis demasiado el
cuerpo” pues el consejo nos invita a priorizar lo espiritual sobre lo físico y el
ambiente, aunque tranquilo durante todo el día al no existir salida ni llegada
de ningún ferry hasta ya finalizada la tarde, junto con el bar repleto de toda
clase de comida y bebida ha hecho que no pudiera seguir como debiera el
consejo.
En fin, nos vamos a Barcelona.
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