martes, 11 de marzo de 2025

¡¡¡Buenos días, corredores!!! 11/03/25

     ¡¡¡Buenos días, corredores!!!

Ayer por la tarde estaba estructurando unos planes de entrenamiento para acoplarlos a esas semanas que se acercan y en las que con casi toda seguridad no vamos a poder entrenar cómo deberíamos y que se deben de plantear bien. Me refiero a la semana de Fallas y a las de Semana Santa y Pascua.

Para quienes estamos siguiendo un plan de entrenamiento es interesante controlar donde se encuentran esas semanas dentro del plan general, en las que seguramente no vamos a poder entrenar con normalidad, por lo tanto y si es posible, hay que colocar esas semanas como fase de descarga o de recuperación.

Si recordáis hace unas semanas revisamos las fases en las cuales se dividen los planes de entrenamiento y vimos lo importante que es esa fase de descarga, pues bien, resultaría interesante hacer coincidir esa fase con esas semanas.

Recordareis que la programación más simple es la que prevé dos semanas de carga, y una durante la cual se reduce el esfuerzo: la llamada fase de descarga. Es esa semana en la que se suele reducir un 10% el número total de kilómetros semanales, suponiendo claro está que tengamos dividido el entrenamiento en ciclos semanales, pero también se puede llegar al 15%, y en algunos casos al 20% si nos encontramos muy cansados o vamos a competir ése fin de semana.  

No aconsejable es no suprimir la calidad: en la práctica se tienen que hacer menos kilómetros respecto a la semana anterior, pero no hay que correr más lento. Yo soy más partidario de las tres semanas de carga por una de descarga para los populares que raramente sobrepasamos los 70 km a la semana, pero no suele ser lo normal.

Hay algunas reglas, mejor dicho, algunos consejos que son interesantes seguir para ese ciclo de recuperación o descarga. Un ejemplo, hay corredores a los que les cuesta mucho esfuerzo realizar las series, por el motivo que sea, por lo tanto, en este caso sí que sería mejor que corrieran más lentamente, que se bajase la intensidad de las series, puesto que de otra forma no conseguirían relajarse ni física ni mentalmente.

Otro ejemplo, al alternar un ciclo de carga y otro de descarga es una práctica casi obligada para corredores populares que rondan o pasan los ciento km. a la semana, puesto que la reducción de km es realmente una reducción sustancial porque pasar de 100 km a 80 km ya se nota, pero un corredor que corre 50 km reducir a 40 km casi no representa una ventaja puesto que eliminar 2 0 3 km. todos los días es muy poco, en este caso se podría buscar hacer la reducción de una vez, el día que se hace el largo y reducir 5 o 6 km. y así conseguir que el estrés en los músculos sea menor que si reducimos un poco todos los días, de ahí lo interesante de hacer más semanas de carga seguidas.

Otro ejemplo, cómo hemos dicho que en la semana de descarga no se debería de reducir la intensidad, lo que se puede hacer en el caso de que la cantidad de series sea muy alta es rebajar su número, si estamos realizando 6 repeticiones de 1000 m. a 4 minutos el km. Lo ideal sería realizar solo 4 pero mantener el ritmo y la recuperación entre repetición.

Últimamente se está poniendo de moda a la hora de hacer la descarga no hacerlo a semanas sino a días, solo se reduce en 3 o 4 días. Es lo que se suele hacer en la semana que precede a una competición, que se considera de descarga empezando a reducir el miércoles y en los dos días que siguen a la competición para favorecer la recuperación. Es lo que se suele programar cuando estamos compitiendo en un circuito como el de la Marina.

Cómo veis puede resultar un poco complicado pues cada uno de nosotros entrenamos de una manera y a unas intensidades muy diferentes, pero una cosa es segura si queremos mejorar tenemos que descansar, así que hay que establecer los descansos y si los hacemos coincidir con esas semanas en que nos será muy difícil entrenar, mejor.

Hay que descansar, pero sin dejar de entrenar.

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