“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas”. (G. K. Chesterton)
2º Día de viaje a Roma.
Pinedo - Moncofar.
Distancia: 60,7 km.
Desnivel positivo: 159 m.
Velocidad media: 15,5 km/h
Al igual que ayer, hoy un día tranquilo a pesar de cruzar Valencia, pero es que Valencia se cruza muy bien en bicicleta y el recorrido hasta el camping al ser ya muy conocido tampoco ha presentado ninguna dificultad.
Obsesionarse con que el viaje se desarrolle sin problemas me lleva a una tranquilidad falsa, efímera,… que esconde muchas veces inseguridades y miedos y me impide desplegar todo lo que puedo disfrutar al dar demasiada importancia a ese miedo.
Que nadie quiere problemas es evidente, pero intentar viajar sin problemas, es como pretender que una moneda solo tenga una cara, es algo innato en un ciclo-viaje y en la vida, y algo que tenemos que asumir como parte de viajar en bicicleta, sabiendo que, sea cual sea ese viaje, en todos tendremos dificultades que superar.
Llevo dos días y en los dos he utilizado las herramientas, ayer para tensar los rayos de la rueda de atrás que chirriaban y hoy para apretar el soporte de la bolsa del manillar que se me bajaba hasta rozar con la rueda. Han sido dos dificultades que considero normales dentro de los primeros días.
Hay que intentar evitar que los problemas nos amarguen, es fundamental darle sentido a lo que hacemos, y que los primeros días hay que ir ajustando el material sin perder el horizonte que estamos intentando alcanzar. Eso no nos impedirá las dificultades, pero sí nos ayudará a vivirlas de otra manera. Quedan muchos días y hay que ir adaptándose poco a poco, sobre todo porque no hemos realizado ninguna salida de prueba.
No me queda más remedio que admitir que viajar en bicicleta conlleva riesgos, pero con tranquilidad vamos ir asumiéndolo.
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