“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”. (G.
K. Chesterton).
A estas horas no tengo claro si vamos a poder
disfrutar de la luz de nuestro sol a partir de las 07:21 horas, esta claro que
intentara acompañarnos hasta las 20:39 horas, después, parece que dejara por
unos días de alumbrarnos.
Ya me imaginaba que hablar de libertad me iba a
obligar a realizar algunas aclaraciones, es un tema que nunca estará demasiado
claro. En el momento que doy a entender que la libertad debe entenderse como la
capacidad de elegir entre el bien y el mal responsablemente, estoy de alguna
forma abriendo un debate. El problema surge cuando esa responsabilidad implica
conocer lo bueno o malo de las cosas y actuar de acuerdo con nuestra
conciencia, de otra manera, la libertad se reduce a una mera expresión de un
impulso o de nuestro instinto.
¿Qué ocurre entonces? Pues que tenemos que realizar
un juicio de valores, debemos de tomar una decisión que tenga en cuenta lo
bueno y lo malo, el beneficio o el perjuicio de nuestra decisión. Si no
realizamos este juicio podemos incurrir fácilmente en un error y entonces
estaremos haciendo un uso irresponsable de la libertad. Es decir, se convierte
en libertinaje.
Y, este es el problema, el mal uso o abuso de
nuestra libertad siempre va a tener repercusión en los que nos rodean. Es
inconcebible que pensemos que nuestra manera de actuar es independiente y
única, no podemos obrar como si fuéramos los únicos en el mundo o imponer sin
ton ni son normas a las cuales deben sujetarse los que nos rodean.
En la naturaleza del hombre esta la libertad, todos
tenemos capacidad de aceptar o rechazar lo que se nos propone, de asumirlo
alegremente o rechazarlo abiertamente, haciendo lo que mejor nos parezca y
siempre estaremos ejerciendo nuestro derecho a ser Libres. Por lo tanto no estamos construyendo nuestra
Libertad la ejercemos de acuerdo con los principios con los que se rige nuestra
conciencia, es ahí dónde se forma y se educa.
Es verdad que nuestra libertad se puede ver obstaculizada
por cualquier motivo, pero la Libertad siempre estará latente en nuestro ser y
en nuestra mente. Siempre contaremos con la libertad de elegir cómo nos afectan
las circunstancias. Nuestra libertad, aún cuando sea obstruida, permanece en
nuestro interior cuando elegimos si lo que nos ocurre nos derrota, o permanecemos
de pie. Desgraciadamente es en condiciones adversas cuando se considera en toda
su magnitud el valor que reside en la Libertad.
Por eso mismo se defiende la libertad de expresión,
de traslado, de decidir por aquello que nos traiga un beneficio, de trabajar
donde se prefiera o de elegir lo mejor para la familia o para la sociedad.
Reflexionar en la libertad es una oportunidad para
considerar lo que tenemos, cómo lo aprovechamos o desaprovechamos, lo que hemos
hecho y dejado de hacer. Vivir libremente es respetar, y al mismo tiempo es
decidir, es ejercer un derecho.
Feliz Día.
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