martes, 25 de junio de 2019

Martes 25 de junio de 2019.

“Lo correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto”. (G. K. Chesterton). 

Vamos a disfrutar del sol desde las 06:37 horas hasta las 21:30, como veis estamos en los días más largos del año, así que a disfrutar.
Continuamos un día más con el reguero de noticias sobre los pactos entre los partidos políticos para la formación del gobierno, no solo de la nación sino también de alguna comunidad autónoma. Y una de las curiosidades con las que me he encontrado son las declaraciones que se vienen repitiendo en estos días de que “todos los escaños, tanto de parlamentos autonómicos como de las Cortes Generales son legales y legítimos”.
Es verdad, se tiene razón cuando se dice que todos los escaños son legales y, de hecho, la primera definición de “legítimo” que nos encontramos en el diccionario es: Conforme a las leyes. Pero sabemos que algo puede ser legal y moralmente reprobable.
La democracia en España ha demostrado ser capaz de atacarse a ella misma, otras naciones, igual de democráticas, ilegalizan los partidos secesionistas. Y nadie se rasga las vestiduras. Aquí se las rasgan por la aparición de un partido, que por ejemplo defiende no solo la unidad de España sino que intenta limitar los ataques contra dicha unidad.
Otro ejemplo, lo queramos o no, un partido como Bildu está asociado a ETA, lo que sucede es que tenemos una memoria muy olvidadiza y la sangre de las víctimas del terrorismo no se debería de olvidar, pero ¿a cuántos de los millones de españoles que han votado les importa esa circunstancia?
He ahí uno de los problemas de nuestra sociedad. La gran mayoría de votantes son más fieles a sus partidos que a la nación a la que pertenecen.  
¿Se debe aceptar como normal algo así? Posiblemente no. De hecho, un pueblo que vota a quien ataca su democracia tal vez no la merezca.

Feliz Día.

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