lunes, 24 de junio de 2019

Lunes 24 de junio de 2019.

“Lo correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto”. (G. K. Chesterton). 


Aunque el fin de semana ya ha concluido, hoy nos vamos a encontrar con un lunes festivo que nos permitirá seguir disfrutando, nos vamos a encontrar con el sol a las 06:37 horas y nos acompañará en este lunes hasta las 21:30 horas.
Hemos pasado un fin de semana muy movido, con mucha actividad, que no nos ha dejado tiempo para relajarnos, y solo ahora, una vez pasadas unas horas, tenemos una visión de conjunto y somos capaces de darnos cuenta de lo agradable que ha sido a pesar de lo agotados que nos hemos sentido muchas veces.
Generalmente la carrera a pie es una actividad deportiva muy individualista y nos resulta diferente cuando nos encontramos ante un trabajo en equipo, en el que se requiere aportar y después conseguir, en el que nuestra participación sólo tiene repercusión a nivel exterior si el equipo consigue el objetivo. Nos hemos dedicado esencialmente a dar, en lugar de pedir y de exigir, son matices de nuestra conducta que nos suelen pasar inadvertidos pero que al final son importantes.
Muchas veces en nuestra forma de comportarnos, esperamos que los demás nos den algo para empezar a movernos. Pero este no es un buen camino a seguir, puesto que es un camino que está vacío, sin sentido, en el que se está esperando recibir para después empezar a dar.
No nos damos cuenta que lo que hacemos es una especie de negociación con los demás y de esta forma nadie puede llegar a darnos gratuitamente nada, porque de entrada ya establecemos unas condiciones. Estamos centrados en nosotros cuando deberíamos estar centrados en los demás.
La vocación de la persona es la de “servir”, no para “servirse de”. Los demás deben darnos también, sí, pero eso no es de nuestra incumbencia; lo nuestro es que debemos hacer lo que debemos hacer. Dejarnos estar de si los demás hacen o no hacen. Centrarnos en dar. No necesariamente tendremos una vida agradable, es verdad, pero sí que, habremos plantado una semilla que tarde o temprano nos dará mucho más de lo que hemos dado. Y sí es ser feliz, no es poco.
No tenemos que olvidar lo que tantas veces hemos oído; que el camino para ser feliz, siempre es por la puerta estrecha y por un camino angosto. Eso es, la lucha, el servicio, la humildad. Seamos quienes seamos. Vayamos por donde vayamos. Nos abriremos la puerta de la felicidad.

Feliz Día.

No hay comentarios: