“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.
(G.
K. Chesterton).
Hoy vamos a tener sol desde las 07:31 horas hasta
las 18:54, y como hace varios días un buen día de invierno, y cuando digo
“buen” lo que expreso también es un “bello” día de invierno ya que lo “bueno” y
lo “bello” siempre van o al menos deberían de ir unidos.
Decía Franz Kafka que: “Quien conserva la
facultad de ver la belleza no envejece”, por lo tanto si esto es verdad, si somos capaces de ver la belleza de
las cosas es señal de ser jóvenes de espíritu, el viejo –que no el anciano-
generalmente solo ve la parte negativa de la vida y por lo tanto la más fea.
Tenemos que tener en
cuenta que la belleza nos la encontramos continuamente, tanto es así que nos
podemos preguntar si amamos algo que se encuentre fuera de lo bello. Y claro,
ahora debemos aclarar qué es lo bello, qué es lo que nos atrae y nos lleva
hacia lo hermoso. Es difícil, no es fácil encontrar una definición que se
adapte a todos.
¿Por qué un cuerpo
humano es hermoso y otro no lo es? ¿Por qué un paisaje nos gusta y otro nos
disgusta? ¿Por qué una pintura nos atrae y otra nos produce rechazo? ¿Por qué
una música, o una poesía, o un edificio, o una escultura nos hacen exclamar
¡qué bello!, mientras tantas otras nos pasan desapercibidas o sencillamente nos
desagradan? ¿Qué es lo que nos atrae? Puesto que, si no hubiese en
ellas alguna gracia y hermosura, de ningún modo nos atraerían hacia sí.
Lo que parece claro es que para que encontremos
algo bello nos debe agradar a la vista. Nos recreamos en un bonito paisaje, en
un cuadro, también en unas relaciones amables.
Encontrarnos todas las mañanas con algo bello es lo
que nos puede dar entusiasmo y confianza para empezar el día con alegría, lo sabemos.
Experimentar lo bello, lo auténticamente bello, lo que no es provisional ni accesorio
no nos aleja de la realidad, al contrario nos lleva a enfrentarnos de lleno a
la vida cotidiana para distanciarla de lo oscuro, de lo gris, para hacerla
luminosa, bella.
Es muy necesario que todos hagamos el esfuerzo por
aportar a nuestro pequeño mundo lo más bonito que tengamos. Cada detalle de
belleza será como una pequeña pincelada que vamos añadiendo a nuestra vida para
que todos nos sintamos mejor.
Bello y Feliz Día.
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