“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.
(G.
K. Chesterton).
Parece que hoy vamos a tener un día regular de San
José, los falleros espero que se lo pasen bien, si las nubes lo permiten van a tener el sol desde las 07:05
horas hasta las 19:11.
No se si la posibilidad que se nos brinda de tener
tanta información, sea la que me da la sensación de la cantidad de violencia que
me rodea, no puedo ahora saber si hace treinta o cuarenta años existía con la
misma intensidad esta violencia, pero lo cierto que ahora la estoy sufriendo.
Cuando digo violencia, no solo no es ningún
eufemismo ni una exageración, creo yo, sino que es la cruda realidad, puesto
que esa violencia llega hasta matar y puede hasta matarnos. Y no me estoy refiriendo
hoy al aborto y a la eutanasia que también lo es, sino a todo lo que hay hasta
llegar ahí.
Me estoy refiriendo a todos esos espectáculos que,
día tras día vemos en los medios de comunicación, de padres matando a sus hijos,
maridos matando a su esposas, enfermos agrediendo a los médicos, padres pegándose
en partidos de futbol de sus hijos, todos los actos de terrorismo que podemos
encontrar todos los días alrededor del mundo y muchos actos más que no pueden
sustraerse a lo que son: violencia.
A pesar de toda esa gran cantidad de violencia, encuentro
mucha más violencia, una violencia que no es “física” sino “moral”, por lo que la
considero precisamente más destructiva ya que se genera cuando se “educa”, que ironía,
es en esas edades cuando se engancha a las personas a la bebida, a la droga, al
sexo, y es cuando son jóvenes cuando se genera también toda una mentalidad que
lleva a ir unos contra otros, a enfrentar unas regiones contra otras, y unas clases
sociales contra otras…
A todo esto no me queda más remedio que aceptar el
código penal que tenemos que protege más al delincuente que al ciudadano honrado:
ahí están los que han sido pillados y juzgados decenas de veces, y están en la
calle, tan campantes; o los ocupas que han denunciado a los dueños del inmueble
que les cambió la cerradura y no les dejaban entrar: y el juez les ha dado la
razón.
Y para colmo de los males, nuestros políticos destacan
más por las corrupciones en las que se enfangan y que generan a su vez, como un
alud de corruptos y de corrupciones que por su honradez de vida, pública y
privada.
¿Cómo se ha llegado a este estado de cosas, y en un
tiempo record?
Pues os daría ahora mismo mi opinión, pero me tengo
que ir a entrenar, hoy es fiesta, así que si no pasa nada especial será mañana
cuando intente explicarlo desde mi punto de vista.
Feliz Día.
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