lunes, 25 de marzo de 2019

Lunes 25 de marzo de 2019.

“Lo correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal, aunque todo el mundo se equivoque al respecto”. (G. K. Chesterton). 

Empezamos una semana más, hoy vamos a disfrutar del sol desde las 06:56 horas hasta las 19:17 horas, las suficientes para que tengamos un buen día de primavera.
No entiendo mucho de economía y mucho menos a nivel europeo, aunque con todo este lío del Brexit no hay más remedio que investigar un poco para sacar alguna conclusión. Lo estuve mirando un poco ayer por la tarde y si bien no me aclaré mucho con lo que van a hacer los ingleses, si que me pude dar cuenta que nos encontremos a las puertas de una posible nueva crisis económica.   
Vi que se han rebajado las previsiones de crecimiento para 2019 en apenas unas semanas, en diciembre nos daban un crecimiento del 1,7 por ciento y ahora en marzo nos dan 1,1 por ciento y si a esto añadimos la reacción tan contundente que ha tenido el banco europeo al no subir los intereses, refleja hasta que punto el riesgo de que volvamos a tener problemas serios es alto.
Si tenemos en cuenta que en el mes de mayo tenemos elecciones al Parlamento Europeo y que eso puede suponer la entrada de partidos políticos con una fuerte mentalidad nacionalista, resulta que las soluciones que se dieron para salir de la anterior crisis no se van a poder poner en práctica pues los mismos nacionalismos lo impedirán.
Y dejar que el “mercado” ponga las cosas en su sitio, ya pudimos comprobar que no funciona, pues los mercados perfectos no existen, en la ultima crisis ya vimos que la relación entre oferta y demanda no sigue unas leyes neutrales que generan, de forma automática, el bienestar. Existen demasiadas variantes que no permiten transformar el intercambio comercial entre los compran y los que venden en un provecho global.
Otra cosa, también nos dimos cuenta que las soberanías nacionales no tienen prácticamente ninguna capacidad de intervención, y que una decisión política en un solo país no nos lleva a ninguna parte.
Por lo que las elecciones al Parlamento Europeo van a ser más importantes de lo que me podía imaginar, pues será en Bruselas desde donde deben salir las soluciones para la posible crisis que nos vamos a encontrar a finales de año. Me preocupa los números discursos de exaltación nacional que se están dando en muchas naciones europeas, el mismo Brexit es un claro ejemplo de ello, pienso que la solución esta en la Unión Europea, no nos queda otra.
La política económica europea es necesaria, pero claro, eso requiere de un ejercicio de responsabilidad personal por parte de los europeos, y eso viendo los partidos que van a formar parte, posiblemente, del próximo Parlamento Europeo me preocupa.

Feliz Día.

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