jueves, 1 de agosto de 2019

Jueves 1 de agosto de 2019.

"Una cosa muerta puede ir con la corriente, pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton). 

Hoy San Alfonso María de Ligorio, así que FELICIDADES Alfonso, que disfrutes en el día de tu santo, un día que además de ser el primer día de agosto vamos a tener sol desde las 07:02 horas hasta las 21:12.
pero sólo un ser vivo puede ir en su contra.” Parece clara la afirmación, pero la dificultad empieza cuando me pregunto: ¿Estamos vivos, realmente vivos? Es una pregunta que me hago cada vez que observo las caras de los que me rodean en algunas ocasiones, con sus rostros apagados, como dormidos, sin expresión, vacíos. Sé que puedo estar equivocando en algunas ocasiones, pues tras una expresión insípida puede, porque no, ocultarse un alma ardiente. Pero en la mayoría de las ocasiones unos ojos tristes son la señal de un enorme vacío interior.  
Y, lo confirmas cuando hablas con muchas de esas personas, que acaban diciéndote que la vida no les importa, que para ellos vivir es sólo dejarse vivir, dejar pasar las horas, porque nada les ilusiona y por nada luchan, creen que, si han vivido, ya no tienen realmente nada más que vivir. ¿Qué son éstos sino cadáveres que vegetan, y son arrastrados por la corriente?
 Yo siempre he pensado que un hombre que se siente vivo, “muy” vivo, me atrevería a decir también “terriblemente vivo, que tiene una gran fuerza interior no puede morir del todo y para siempre. Su pasión de vivir es tan poderosa que no puede quedarse atrapado en el lincho de un cementerio.
Naturalmente, cuando hablo de vivir no me refiero al hecho vegetal de crecer, alimentarse, caminar. Tampoco me refiero a la pura pasión animal de medrar como el tigre que busca más y mejores alimentos. Me refiero a vivir como personas, a tener el alma despierta y creativa, a llenar de espíritu las horas, a tener cosas que realizar y que amar, a «ser», sencillamente, hombres.
Y me pregunto a mí mismo cuáles serían las diferencias entre un ser vivo y un ser muerto o semimuerto, desde luego pueden ser muchas pero tener un ideal, una ilusión, una tarea que, si es más grande que nosotros mismos, exija que existamos estirando el alma para llegar a ella. Una ilusión que sólo pueda conseguirse viviendo muy tensamente hacia ella, muy concentradamente porque sólo así podremos acércanos -y aun así quedándonos lejos- a su realización.
También, se está vivo cuando se vive lleno la mayor parte de la vida, cuando las horas de tensión y creación son mayores que las de descanso. Ya sé que la tensión absoluta de un hombre es imposible. Incluso los más vivos tienen aburrimientos, cansancios, días bobos. Pero estos descansos deben ser mínimos.
Se esta vivo, creo yo, al crecer, al estar creciendo y seguir creciendo. Aquel que en su juventud, en su madurez, en su ancianidad abdica, se jubila de vivir, cree que ya ha llegado, empieza desde ese mismo día en que se lo confiesa a sí mismo a morir.
Otra prueba que nos podemos hacer para saber si estamos vivos o no es que nos sobre suficiente vida como para entregarla a los demás. El que sólo se realiza a sí mismo se petrifica. No hay más vida que la que se comparte y reparte.
Y ahora me pregunto de nuevo: ¿cuántos de nosotros, mejor o peor, porque yo no hablo de logro, sino de esfuerzo, se siente retratado en alguna de esas condiciones? ¿Cuántos de vosotros vais por la vida renunciando a trozos de vosotros mismos, y vais dejando caer ilusiones, entusiasmos, proyectos, sueños? El día que nos alcance la muerte, ¿tendremos mucha tarea que hacer o deberemos sólo rematar esa muerte incompleta que ha ido apoderándose de nosotros poco a poco?
Ahora entiendo porque muchas personas no entienden bien la que significa la Resurrección para los católicos. ¿Cómo podrán entenderla sí no aman la vida, si temen que una resurrección pudiera ser sólo la prolongación de su aburrimiento?
¡Con lo bonito que es vivir, seguir viviendo, irle descubriendo nuevos rostros a la vida, encontrar su alegría detrás de cada dolor, subirla a pesar de lo empinada que es o precisamente porque es empinada! Sé que la muerte vendrá, pero que cuando llegue tenga que pelearse con nuestra alma y que no necesite sólo darnos un empujón porque ya estemos podridos por dentro.

Feliz Día.

No hay comentarios: