“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.
(G.
K. Chesterton).
De los primeros 12 meses de este 2019 ya tenemos
consumido uno, casi sin darnos cuenta ya solo nos quedan 11 meses para dar por
finalizado el 2019, no es que tenga prisa pero me gusta comprobar que el tiempo
trascurre rápido. Hoy el sol nos alumbrará desde las 08:07 horas hasta las 18:22 y aunque
parezcan muchas horas no es nada, aunque con la molestia del viento las vamos a
sentir más largas.
He estado echando un vistazo a la situación de
Venezuela y me da miedo un derramamiento de sangre, ya que buscar una solución
justa y pacífica va ha ser muy complicado. No me tranquiliza mucho el hecho de
que los militares venezolanos no estén todavía con Juan Guaidó, pues tiene que producirse
un cambio en el país y no va a quedar más remedio que contar con el ejército
para evitar una posible guerra civil y más violencia.
Si miramos a los políticos que de alguna manera se
encuentran en una posición para poder solucionar el problema de los venezolanos
nos daremos cuenta, al menos según mi opinión, en la terquedad, cabezonería y
tozudez de la mayoría de ellos.
Tenemos a Maduro que se mantiene en sus trece de
seguir como presidente de Venezuela, siguiendo el ejemplo de su admirado Fidel
Castro, Evo Morales o Daniel Ortega. En Estados Unidos también tiene al frente
a otro cabezota, empeñado en levantar un muro con Méjico, pase lo que pase.
En el llamado Reino Unido, que no parece estar tan
unido, la señora May también parece de ideas fijas frente a otras ideas fijas
que tienen sus contrarios y que con su salida de la Unión Europea nos tienen
meses sin solucionar el problema.
Políticos tercos y cabezones los tenemos por
docenas en España también, desde Pedro Sánchez que se mantiene en sus trece de
no abandonar el palacio de la Moncloa y desenterrar a Franco, a la ex
presidenta de Andalucía Susana Díaz que ha costado trabajo desalojarla de su
cargo.
También tenemos otros ejemplos de tozudez y
terquedad en los separatistas catalanes con Puigdemont, su sucesor Torrá, Junqueras
y la amplia nómina de sus seguidores. Claro que la postura de los separatistas
les está resultando rentable pues están
viendo como salen beneficiados en los posibles presupuestos del Estado.
No hace falta seguir pues en todos los países
podemos encontrar políticos cabezotas, empeñados en imponer sus ideas pero
impermeables a las ideas de los demás. Entender la democracia como diálogo y
colaboración son pocos los que la practican.
Pero los políticos no serían nada sin sus “altavoces”
que desde todos los medios de comunicación los apoyan o los combaten sin tregua. Si queremos contemplar ejemplos
de terquedad y tozudez política no tenemos más que ponernos a ver los programas
que nos ofrecen los medios que son cualquier cosa menos diálogo y búsqueda de
la unión y el compromiso.
Hay quien dice que los políticos son fiel reflejo
de los ciudadanos. Tengo mis dudas. Por lo pronto trataré de evitar mi propia
terquedad y mantenerme abierto al diálogo, sin exclusiones ni cordones
sanitarios.
Feliz y Dulce Día.
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