“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.
(G. K.
Chesterton).
Otra vez el fin de semana, esta mañana el sol a
dado un salto de dos minutos y empezará a las 07:50 horas y nos acompañará
hasta las 18:39 horas, todo un adelanto para las fechas en las que estamos.
Ayer me encontré con esta noticia; (enlace). Sobre el
problema del suicidio en Inglaterra y busque como estamos en España y me
encontré con esta otra noticia; (enlace). Como veis una barbaridad la cantidad la
de muertes que se dan en España, entre 3.600 y 3.700 personas lo que supone 10
muertes al día; 2,5 cada hora.
Creo recordar que el año pasado ya escribí algo
cuando salio este último informe, y si lo hice, estoy casi seguro que voy a
decir mayormente lo mismo, pienso que es necesario decir algo al respecto
porque nadie lo nombra. Estoy seguro que no voy a ser original ni que mi punto
de vista será especial, pero lo considero importante con el fin de ofrecer algo
para que pensemos un poco sobre el tema.
¿Qué hay que decir sobre el suicidio? Que, según mi
parecer, la mayoría de ellos se deben a una enfermedad mental; una enfermedad
mortal que lleva a la gente a perder la vida contra su voluntad, que puede ser
el equivalente emocional de un ataque de corazón o de cáncer en él que cae la
gente víctima de este mal, casi siempre son personas muy sensibles que acaban,
por infinidad de razones, siendo demasiado machacadas como para ser salvadas de
ese triste final. También habría que decir que esos de nosotros que hemos
estado cerca de los suicidas no deberíamos perder mucho tiempo haciendo
conjeturas, preguntándonos si fallamos de algún modo.
Dicho esto, me gustaría añadir otra cosa que
necesita ser dicha a propósito del suicidio, a saber, que nos incumbe a
aquellos de nosotros que hemos estado cerca de la víctima, deberíamos de rescatar
la vida y la memoria de esa persona que murió por suicidio. ¿Qué quiero decir con esto? Todos sabemos que
existe aún una mala fama a todo lo que rodea al suicidio. Por muchas razones, como
nos cuesta tanto entenderlo intentamos silenciarlo. En las esquelas raramente se
nombra y se opta por alguna clase de eufemismo en vez de señalar la causa de la
muerte.
De todos modos lo que me gustaría resaltar es que,
nosotros, tendemos a enterrar no sólo al que muere por suicidio sino también su
memoria. Se forma para siempre un discreto silencio en torno a la causa de sus
muertes, y finalmente, ni sus muertes ni sus personas son tratadas con
propiedad. La conclusión que sacamos siempre es negativa, solemos zanjar el
tema sin acabar, sin llegar nunca a la solución final. Esto es desgraciadamente
una forma de negación. Y debemos esforzarnos en rescatar la vida y la memoria
de esas personas que han muerto de suicidio.
En efecto, si hubiera muerto de un ataque al corazón
o un cáncer, su muerte, aunque triste, habría dejado un aire de saludable
final, incluso de celebración, que estábamos diciendo adiós a una persona que
tuvimos el privilegio de conocer, como algo opuesto al aire de mutismo,
enfermizo silencio, e inmundo dolor que impregna el aire en el funeral.
Tristemente, y este es generalmente el caso cuando
alguien muerte por suicidio, la manera de morir se convierte en un prisma a
través del cual se ven permanentemente coloreados y teñidos su vida y trabajo.
No debería ser así, y nos incumbe redimir su
memoria, para no quitar sus fotos de nuestras paredes, para no hablar a la
defensiva sobre sus muertes, y no dejar que la particular manera de morir
enturbie la bondad de sus vidas. Se lo debemos a nuestros seres queridos, y a
nosotros mismos para no convertirlo en una tragedia. Una buena persona es una
buena persona y una muerte triste no lo cambia.
Por lo demás, nosotros, no podemos y no debemos
arrojar ni destruir el regalo de la vida que nos han hecho, por difícil que
ésta sea, por muy torturada y miserable. No debemos destruir algo que no nos
pertenece, es un regalo que nos han hecho y lo debemos de cuidar. No somos los
propietarios pues no la hemos comprado. No nos pertenecemos a nosotros mismos
pues no hemos hecho nada para estar vivos.
En fin, este también es un tema interesante que
puede dar mucho que hablar.
Feliz Día.
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