“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.
(G.
K. Chesterton).
El día le va ganando, poco a poco, tiempo a la
noche y hoy sol ayudará desde las 07:52 horas hasta las 18:38, lentamente nos
vamos acercando a la primavera. Tranquilos, a pesar de este día gris todo
llegará.
Me decían ayer por la tarde que los sabios hablan
porque tienen algo que decir y que los tontos lo hacen porque tienen que decir
algo, estoy casi seguro que se trata de una frase de la Grecia clásica, y suele
ser verdad, sobre todo cuando estoy oyendo y leyendo muchas opiniones y
declaraciones sobre los problemas que estamos padeciendo. Compruebo con qué habilidad
se juntan palabras huecas para hacer frases ininteligibles, y lo hacen aquellos
a quienes pagamos porque han “okupado” el lugar que debieran ostentar los
sabios, no sé qué es mayor: si la indignación que siento o el desánimo que me
invade.
Estoy sinceramente desorientado porque no sé si el
conjunto de personas que aspiran a dirigir España está lleno de hombres
inteligentes que lo disimulan muy bien o de desvergonzados y peligrosos imbéciles
que no se esconden de serlo.
Todos vemos que nuestro país está inmerso en un
proceso de profunda desorientación, y todo parece indicar que vamos a estar en manos
de hombres que o bien están ciegos y van dando “palos de ciego” o es que no quieren
ver.
Los oí ayer, y todos me han deslumbrado con el
aparente esplendor de sus encandiladoras promesas, me muestran, pues ya parece
que estamos en campaña electoral, unas soluciones que me prometen un futuro
feliz exento de cualquier tipo de problemas, y me aconsejan que de la espalda a
los valores en los que se asentó mi civilización, que me siente con ellos, que
coma y beba con ellos y que les siga en este cambio progresista que prometen.
Pero, las dificultades y los problemas que tenemos
ahora son la cosecha que ellos sembraron, una cosecha que tiene una legislatura
fracasada en la que a nadie le ha importado el bien de España y los españoles,
y solo han primado los intereses partidistas, cuando no los puramente
personales. Después de su estrepitoso fracaso, los políticos, siguen mirándose el ombligo mientras los
problemas que nos acucian cada día siguen sin resolverse, pero claro para ellos
eso no es urgente, lo urgente son las encuestas,
los votos, los escaños, los sillones van a ocupar.
También me decían ayer por la tarde que maduramos
con los años. A la vista está que no es cierto. Pienso que en realidad
maduramos con los daños, pero los daños están siendo tantos y tan profundos que
ya estoy harto de pensar lo que pienso. Gran parte de las dificultades por las
que atravesamos se debe, como dijo…, esta vez no de la Grecia clásica sino del
premio Nobel de literatura Bertrand A. W. Russell, a que los ignorantes están
completamente seguros, y los inteligentes llenos de dudas.
Si alguien ha sacado a flote a este país, hemos sido
los españolitos de a pie que nos hemos apretado el cinturón hasta el último
agujero. Nosotros, somos los verdaderos héroes de esta historia, somos los que
una y mil veces hemos sido capaces de corregir los errores de los políticos,
pero hemos llegado a un punto, al menos yo, que hasta los héroes se han cansado
ya de mover montañas por quien no mueve ni una piedra por ellos.
Por mi parte estoy harto de perder, harto de
sentirme decepcionado, harto de que quien debería ser el ejemplo en el que nos mirarnos,
sea el primero en defraudarnos, harto de que quienes deberían ser los primeros
en respetar las leyes que ellos mismos promulgan, no las respeten como las
respeto yo. Estoy cansado de los unos y de los otros, de los de arriba y de los
de abajo, y sobre todo estoy cansado de los lobos disfrazados con piel de
cordero que aparentan una cosa y luego hacen la contraria.
Un poco triste es todo esto, pero es así, estoy
harto de estar harto, hasta el punto que no sé muy bien si es que no he comenzado
ya a estar harto de todo y que debo empezar a olvidarme de todo lo que esta
pasando en la política.
Deberíamos preguntar a nuestros políticos algo
similar a lo que Moisés preguntó a su hermano Arón: «¿Qué os ha hecho este
pueblo, para que hayáis echado sobre él tan pesada carga?»
Feliz Día.
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