“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”.
(G.
K. Chesterton).
Una de las cosas buenas que tiene entrenar para correr
una maratón son las horas que tienes que estar corriendo, horas que muchos
aprovechan para escuchar música o la radio, pero a mi me gusta pensar y
charlar. Ayer fue uno de esos días con muchos kilómetros. Hoy será diferente,
bastantes menos kilómetros, y eso que vamos a disfrutar, como ayer, de un buen
día de invierno al menos desde las 08:02 horas en que nos saldrá el sol, hasta
las 18:28 en qué nos abandonará.
Ayer, corriendo, recordé que cuando era joven
pensaba que nos dirigíamos hacia un mundo mejor y que el futuro me esperaba
cargado de realidades buenas y agradables. Poco a poco mis convicciones se fueron
debilitando, no íbamos uniformemente a mejor y si bien había cosas que
progresaban otras retrocedían. Hoy estoy bastante perplejo y desorientado, sin
duda a causa de la edad.
Esperaba que el mundo fuera mejorando en cultura,
respeto mutuo, justicia, oportunidades de vida, salud y bienestar. La gente
joven tendría asegurada su educación y con ella un puesto de trabajo digno,
pero no ha sido así. Hoy tenemos más abandono de los estudios y la posesión de
un título no garantiza nada.
Pensaba que el modelo productivo sería cada vez más
eficiente y en efecto así ha ocurrido, gracias a los avances tecnológicos
imparables. Pero ese modelo no cesa de estar en crisis cada ciertos años y cada
ciertos años siempre son los mismos en los que repercuten toda la crisis. Los
efectos beneficiosos que yo esperaba del libre mercado según lo veo yo no funcionan
en este mundo tan globalizado.
Las ideas marxistas pensé que habían sido borradas
de nuestro mundo, después de su fracaso tras la revolución rusa, pero tampoco a
sido así, veo que después del fracaso ruso continúan funcionando regímenes comunistas
como el de Cuba, Venezuela o Corea, que tratan de exportar revoluciones a toda
América del Sur, Europa y también España. Ahora esas ideas marxistas buscan
usar lo que caviló Antonio Gramsci, en concreto utilizan lo Gramsci llamaba el “camino
largo”, que consiste en copar la educación de la juventud para acabar con todas
las estructuras sociales, especialmente la familia y la religión y esta tarea la
veo muy avanzada, aunque no me la hubiera imaginado hace años.
Otra de las cosas que nunca hubiera imaginado
cuando era joven es que los musulmanes pudieran complicarnos la vida y ahí tenemos
cada día a los terroristas haciendo atentados, sin que se vea otra solución que
la policial, aunque es verdad que ayer el Papa Francisco se trajo un acuerdo con
el Gran Imán de Azhar, Al Tayeb, con el compromiso de combatir entre otras
cosas el terrorismo y la guerra.
En fin, solo me faltaba ver esta mañana como es el nivel de nuestros
actuales políticos y su capacidad para solucionar los problemas, para que comprendáis
que mi fe en un mundo mejor se haya venido abajo.
Feliz Día.
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