lunes, 2 de septiembre de 2019

Lunes 2 de septiembre de 2019.

"Una cosa muerta puede ir con la corriente, pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton).

Buenos Días: comenzamos hoy semana y prácticamente mes, y lo estamos haciendo en un día gris, y puede ser que lluvioso, lo que no impedirá que el sol intente alumbrarnos desde las 07:31 horas hasta las 20:30, en el día en el que celebramos a santa Teodora de Alejandría.
Ayer note que sin darnos cuenta encontramos normal que muchas personas con la idea de hacer un favor, hablan de irse voluntariamente a una residencia, y dejar su sitio en la familia, cuando se dan cuenta que ya no se pueden valer por si mismos. 
Esta idea tiene el peligro de ser la semilla que sin darnos cuenta hace crecer en nuestra sociedad una serie de pasos: “ser autónomo es vital y es la raíz de nuestra dignidad”; “hacemos un favor a los otros miembros de la familia si nos quitamos de en medio para no causarles trabajo extra”; “no hay que ser egoísta”, etc.
No queda más remedio que detenernos a pensar un poco: ¿cuándo ha empezado la autonomía a ser sinónimo de dignidad? ¿Acaso no son dignos de vivir los bebés, los seres más dependientes que hay? ¿Cuál es la diferencia entre un bebé dependiente y un adulto enfermo de alzhéimer, un adulto con síndrome de Down, o una persona parapléjica como resultado de un accidente, todos ellos dependientes también, en diferentes grados?
Además: ¿Qué mensaje estamos dando a nuestra familia si me “auto-retiro” a una residencia “para hacerles un favor”, o incluso como “obra de caridad”? Pues sencillamente les estoy diciendo que se preparen, que a ellos también les harán lo mismo sus hijos y nietos… ¿Cómo podemos enseñar el verdadero amor? ¿O solo enseñamos a amar lo perfecto, lo bonito, lo que no tiene defectos? ¿Verdad que sería absurdo? Porque todos tenemos defectos, problemas y dependencias, en mayor o menor medida.
Hay que enseñar el amor desinteresado, esencialmente gratuito, sin esperar nada a cambio. Nunca como una inversión… No vale cuidar a nuestros mayores y dependientes de otras edades para que, llegado el momento, nos cuiden a nosotros también. Eso es egoísmo interesado.

Feliz Día.

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