"Una cosa muerta puede ir con la corriente,
pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton).
Hoy
que celebramos a Nuestra Señora de la Merced el sol ha salido a las 07:50 horas
y nos alumbrará hasta las 19:55 horas.
El
otro día, creo recordar, que ya hacia referencia al influjo que tiene sobre nosotros
el poder de la publicidad y su fuerza en todos los medios de comunicación, y de
la importancia que tiene el que analicemos todo lo que nos muestra. A hora
bien, no es fácil, pues no podemos quedar desconectados de todo lo que nuestra
sociedad genera. Tenemos que saber que existe una moda, “lo que esta de moda”,
que no podemos olvidar.
Hay
que tomar en serio ese fenómeno de “lo que esta de moda”, pues renunciar a una
cosa determinada puede llegar a ser un "problema existencial" para muchos
de nosotros. Puede ser un problema grave, no sólo porque nos gusta ese objeto,
sino porque la presión de las personas que nos rodea y del ambiente en que nos
movemos puede ser muy fuerte. En algunos ambientes es muy importante, una persona
que no tiene ropa de una determinada marca, o que no ha visto una determinada página
web, o una serie no cuenta nada. ¡Es duro quedarse al margen!
Por
lo general esos valores que nos trasmite “lo que esta de moda” se oponen a
nuestra tradición y, a veces, significan un cambio radical de la actitud que
tenemos ante la vida. Fijémonos en el fútbol que, en algunos ambientes, ha adquirido
rasgos de una nueva religión moderna. Ayer en la Gala de los premios The Best del
fútbol se intentaba combatir por todos los medios esos defectos y mostrar al mundo
que este deporte lucha contra el racismo y la intolerancia de los aficionados
radicales.
¿Qué
podemos hacer? Sería absurdo dejar de ver futbol por esos problemas, de igual manera sería poco realista intentar
apartarnos de todas las escenas violentas que se generan o ignorar todos los
artículos de consumo propios de una moda. Podría llevarnos a tensiones muy
grandes, a conflictos insoportables.
Vivimos
en una civilización pluralista. Lo que intentamos vivir en nuestra familia muchas
veces no coincide con lo que se oye fuera, en las calles y en otras casas.
Todos los esfuerzos que vayan encaminados a conseguir vivir según nuestras
creencias morales, son muy importantes y dignos de elogio. Pero hay que tener en
cuenta que los desafíos con los que nos tenemos que enfrentar hoy en día son mayores
que antes. No sólo tenemos que estar bien formados y educados, sino que esta formación
nos pueda servir para orientarnos luego en una sociedad pluralista y que nos
ayude a vivir en paz con otras personas que tienen planteamientos completamente
distintos, sin escandalizarnos ni hundirnos.
En
definitiva, tenemos que intentar tener una buena formación y mucha fortaleza. Seguramente
cuando salimos de nuestro entorno, cuando paseamos por la calle, cuando vamos
al supermercado nos encontraremos con ambientes completamente distintos al
nuestro. No es posible crear un micro-clima en el que todos vivamos tranquilos.
No es posible refugiarse en una torre de marfil. Aunque alguien quisiera hacerlo,
hoy en día no es posible. Esto sería una falta de realismo, más que apartarse
de la sociedad pluralista conviene aprender y a enseñar a orientarse en ella y
a ser felices en ella. ¡Sólo el que quiere este mundo puede cambiarlo.
Feliz
Día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario