"Una cosa muerta puede ir con la corriente,
pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton).
Buenos
Días: hoy casi llegamos a los 20 grados en mi balcón, 21’3 grados ha sido la
temperatura que había en mi balcón cuando a las 07:56 horas ha salido el sol,
seguro que antes de que nos deje a las 19:45 aún nos hará calor, en el día que
celebramos a san Jerónimo.
Una
simple palabra puede cambiar todo el significado de una frase, así que ya he
subsanado el olvido en el escrito del sábado. El “que” ya esta en su lugar y la
frase ya tiene el significado que yo le quería dar, son los problemas de
escribir rápido y con prisas y no tener tiempo de realizar un pequeño repaso,
problema solucionado. Aquí esta la frase
diciendo lo que yo quería trasmitir: “Al contrario, nos diferenciamos en ser
especialmente conscientes de que no podemos ser más que sus seguidores.”
Solucionado
el error, vamos a ver que fallo cometemos hoy. Si miramos a nuestro alrededor
nos vamos a dar cuenta que hay muchas personas cuyo bienestar depende de la televisión,
o del alcohol, de las drogas, de realizar viajes sin parar o de comprar toda
clase de productos, lo que buscan en realidad es otra cosa, que no van a encontrar
ni en la televisión, ni en el alcohol, ni en lo acaban de comprar. Les falta sobre
todo el aprecio de los demás y muchas veces no tendrán autoestima, pues no han
podido desarrollar una sana conciencia de su propia dignidad, y eso les lleva a
no ser capaces de abrirse a los demás. Quieren tener más para ser más.
Parece
que padecemos una crisis de autoestima, una crisis que puede ser preocupante
pues es un indicador de una falta de salud mental. Por esto, a veces tiene poco
sentido amonestar a una persona para que no gaste tanto dinero en cosas nocivas
o superfluas ni que vea tanta televisión. Es preciso antes robustecer su autoestima.
Cuando
somos jóvenes hay unos años en los que realizamos un descubrimiento que será básico
para nuestra vida y que será de importancia para la formación de nuestro carácter:
o somos importantes, nos entienden y nos quieren o estamos por el medio y
estorbamos. Si durante esos importantes años nadie nos ha formado espiritualmente
estables, cariñosos y responsables, puede pasar que ahora no seamos capaces de
establecer relaciones, no entendamos lo que significa trabajar con seriedad ni
ha utilizar los bienes materiales correctamente.
Por
eso es importante que ahora, creamos en la capacidad de los jóvenes y se lo
demos a entender, darles confianza, animarlos a ser mejores, a través de una admiración
discreta y silenciosa, comunicarles la seguridad de que hay mucho bueno y bello
dentro de ellos. Si tenemos paciencia y constancia con ellos desarrollaran
autoestima.
Y,
cuando una persona ha adquirido autoestima, puede independizarse poco a poco de
lo que dicen los demás. Adquiere el valor de ir contra corriente, sin
endurecerse o despreciar a los demás.
Feliz
Día.
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