"Una cosa muerta puede ir con la corriente,
pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton).
Por
fin es sábado, y parece que va ser un buen sábado, con un sol que nos
acompañara desde la 08:22 horas hasta las 19:08 horas y donde además vamos a
celebrar a san Evaristo. Todo perfecto para empezar un fin de semana que deber
ser estupendo.
Algo
habrá que escribir sobre la cuestión de la inhumación de los restos de Franco,
es un tema que esta estos días de actualidad y aunque sea de pasada no esta de
más que de mi opinión. Aunque tal vez debería callarme pues nadie me ha dado
vela en este entierro.
No
voy a discutir si Franco sí, o Franco no. Y no lo voy a hacer porque pienso que
eso pertenece al ámbito de la historia. Por eso mismo, creo que no deben
tratarse a los restos de Franco como si fuera Franco, pues Franco ya no está,
murió hace muchos años.
Ahora
bien, pienso que se deben respetar los restos mortuorios de las personas,
hubieran sido en vida lo que hubieran sido.
Mí
dificultad para estar de acuerdo con la exhumación de los restos de Franco se
debe simple y llanamente a que no encuentro bien que el Estado tenga que tener
competencias para determinar quien debe estar enterrado en un lugar santo y
quien no. Creo que eso es solo competencia de la Iglesia.
Si
no protestara y no me opusiera, el Estado podría pensar que tiene competencia
para dentro de nada indicar a quien debe casar la Iglesia, a quien debe
bautizar, y a quién debe dar o negar la Comunión.
La
importancia de la exhumación, pues, la veo en la invasión que supone de los
derechos de la Iglesia, según mi forma de ver el tema me parece que se ha violado
el principio de inviolabilidad de los lugares de culto al no tener el Estado la
autorización eclesiástica, pues el prior no la ha concedido.
Esta
exhumación, por el día y la forma en que se ha hecho tiene toda la pinta de ser
un acto de propaganda electoral, que no sé si le dará algún rédito electoral o
no, al partido socialista.
Tengo
la opinión que todo el esfuerzo que se hizo en España para que todos pudiéramos
vivir en libertad y en paz, de alguna manera se está malogrando con la memoria
histórica que se esta invocando, pues no me lleva a ningún recuerdo agradable sino
a los convulsos años de la revolución de Asturias, al asesinato de Calvo Sotelo,
las checas de Madrid, a Paracuellos, a la quema de iglesias, a los cuatro mártires
pegolinos, a todos los muertos durante la guerra civil y los de la represión
que hubo después, todos los recuerdos son malos, y a esas pequeñas alegrías de reconciliaciones
entre participantes de ambos bandos no les puede sentar bien recordar el porque
se enfrentaron.
Tenemos
otra oportunidad en las próximas elecciones para remediar lo que se pueda, meditemos
nuestro voto, pensemos que es necesario volver al espíritu de la transición donde
sea posible la colaboración y el diálogo y jamás el enfrentamiento ni el odio.
Feliz
Día.
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