¡¡¡Buenos días!!!
Siguiendo con lo de ayer tengo que añadir que todos
tenemos más o menos claro, digan lo que digan, que ese sentimiento de “estar
enamorados” no suele durar. Si cuando vemos en alguna película, en el final de
una novela o cuento esa célebre frase de: “y vivieron felices para siempre”
entendemos que durante los próximos treinta años estuvieron sintiendo
exactamente lo mismo que sentían el día antes de casarse, entonces nos daremos
cuenta de que probablemente nunca fue ni nunca podría ser verdad, y que sería
un problema si lo fuera.
Cuantos de nosotros podríamos soportar estar
viviendo en tal estado de excitación, aunque fuera solo dos años. ¿Qué sería de
nuestro trabajo, nuestras amistades, nuestras aficiones? Pero, está claro,
dejar de “estar enamorados” no necesariamente nos lleva a dejar de amar. Y es
que el amor en este sentido, el amor diferente a “estar enamorado” no es
simplemente un sentimiento. Es otra cosa.
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