¡¡¡Buenos días!!!
Decía ayer que las personas sacamos de los libros y
de las películas muchas ideas y sobre el matrimonio podemos llegar a pensar por
lo que hemos leído y visto de que si te has casado con la persona adecuada
puedes esperar seguir estando “enamorado” para siempre.
El resultado, cuando descubrimos que no lo estamos,
pensamos que eso demuestra de que nos hemos equivocado y que tenemos todo el derecho
a cambiar y buscar otra pareja, sin embargo, no nos damos cuenta de que, una
vez que hayamos cambiado, ese “enamoramiento” volverá eventualmente a
desaparecer, del mismo modo que desapareció ya en la anterior relación.
Como en muchos aspectos de la vida, en este también
las emociones vienen y se van, no duran. La emoción que se experimenta cuando
por primera vez vemos un paisaje impresionante desaparecerá cuando llevemos
viviendo allí varios años. ¿Significa esto que sería mejor no vivir en ese
lugar encantador? De ningún modo. Si seguimos viviendo allí, la desaparición de
la primera emoción será compensada por un interés más tranquilo y duradero.
Además, son realmente las personas que están
dispuestas a someterse a la pérdida de esa primera emoción y amoldarse al
interés más relajado las que tienen más posibilidades de encontrar nuevas
emociones en otras direcciones.
Este, podría ser, el significado de esa frase de que: “una cosa no vivirá verdaderamente a menos que muera primero”.
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