“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”. (G. K. Chesterton).
Un minuto es lo que hoy va a ganarle la noche al día,
esta tarde el sol nos dejará a las 21:29 horas y volverá a aparecer a las 06:41.
Hace hoy una semana de la entrevista en TVE a
Arnaldo Otegui y me gustaría, pasado este tiempo, hacer algunas consideraciones.
Quiero recordar, puesto que hay muchas personas que no tienen recuerdos de lo
que significo el terrorismo en España, que, Arnaldo Otegui y sus colegas de
Bildu no han pedido perdón ni por lo tanto se han arrepentido de haber
producido muertes de personas en atentados terroristas.
Estoy de acuerdo con quienes dicen que se ha
producido un intento de “blanquear” la imagen de Bildu y de Arnaldo Otegui y
que esto se ha producido con el consentimiento de Rosa María Mateo como
responsable de la TVE, y de Pedro Sánchez, sin cuyo beneplácito no hubiese
podido realizarse la entrevista, porque además en otro caso la destitución de
la encargada de TVE hubiese sido fulminante.
Me ha gustado la declaración de Javier Rupérez, por
cierto secuestrado por Arnaldo Otegui, pidiendo que TVE le conceda un espacio
semejante para poder reflexionar y expresarse sobre «Otegui y sus crímenes». Me
gustó también lo que Marimar Blanco dijo al día siguiente desde la Tribuna del
Congreso: «Es inaceptable, vergonzante y humillante que la televisión pública
se convierta en un altavoz infame de un terrorista confeso como es Otegui, con
el único objetivo de blanquear el brazo político de Batasuna, como es Bildu…
Creo que no nos merecemos tanto desprecio».
Voy a recordar también que el lema de las Víctimas:
«Verdad, Memoria, Dignidad, Justicia», sigue siendo, un problema que choca con
la ideología relativista, que invade buena parte de nuestra clase política.
El terrorismo hay que condenarlo siempre, así como tampoco
es admisible el silencio sistemático ante el terrorismo. Esto, nos debe obligar
a todos a expresar responsablemente el rechazo y la condena del terrorismo y de
cualquier forma de colaboración con quienes lo ejercitan o lo justifican,
particularmente a quienes tienen alguna representación pública o ejercen alguna
responsabilidad en la sociedad. No se puede ser neutral ante el terrorismo. Querer
serlo resulta un modo de aceptación del mismo y un escándalo público. Es decir, incluso la neutralidad es ya inmoral
y con mucho más motivo tomar partido por ellos para conseguir ventajas personales.
Me gustaría que todos lo políticos tuvieran unas
convicciones morales sólidas, pero viendo lo que esta sucediendo creo que no debería
ser ingenuo y que por desgracia estamos en manos de políticos que solo aspiran
a gobernar como sea, y que como buenos relativistas, no creen ni en la Ley
Natural ni en los valores morales universales. El problema es que si no hay una
ley superior a la del Estado, estamos en una especie de Totalitarismo, donde
mis derechos no se deben a mi dignidad como ser humano, sino que son
simplemente una concesión del Estado, que éste me da cuando y si le da la gana.
Me gustaría terminar dejando una puerta abierta a
la esperanza, pues creo en tantos compatriotas nuestros que son personas
decentes y que al final convencerán a los que han elegido el “todo vale” para
que se den cuenta de sus errores.
Feliz Tarde.
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