“Lo
correcto es lo correcto, aunque no lo haga nadie. Lo que está mal está mal,
aunque todo el mundo se equivoque al respecto”. (G. K. Chesterton).
Esta tarde el sol nos abandonará a las 21:27 horas y
nos dejara a oscuras hasta las 06:46 horas de mañana donde volverá a
iluminarnos.
Por lo que se dice en los medios de comunicación, veo
que estamos teniendo muchas dificultades para formar un gobierno para la Nación,
se ve, que no han bastado las elecciones y estamos a la espera que los elegidos
se pongan de acuerdo, que por lo que estoy oyendo es bastante difícil.
Ahora estamos en ese; tú me apoyas aquí y yo te
apoyo allí. Estamos en esa formación de alianzas y pactos en las que los
partidos tienen que renunciar a lo que han prometido en sus programas
electorales. Estamos por tanto en esa fase en la que los votantes muchas veces
se sienten desencantados pues; “Yo no voté a ese partido para eso”.
Es absurdo que el gobierno de una Autonomía, de un
Ayuntamiento o de la Nación se decida en función de un reparto de poder. Pero
es así. Puesto a buscar soluciones, y viendo las dificultades de cada caso, a
mi no se me ocurre ninguna solución. Salvo, si pongo en cuestión el sistema,
algo que creo que ya dije en alguna ocasión. Lo que sucede es que la solución
no puede salir desde un partido que se encuentre integrado en este sistema que
tenemos ahora.
Si nos paramos un momento a ver la situación nos
daremos cuenta que el problema es fácil de ver, lo encontramos en lo que viene
llamándose partidocracia o sea identificar la representación popular con la
gobernación. Cuando votamos a un partido es “para que mande”. Y claro que mandan.
Aspiran a la mayoría absoluta, con lo cual está garantizado el gobierno que
pasará por encima de la oposición, por impotencia de esta. Si no se logra la
mayoría absoluta, se fabrican una a base de pactos de los partidos. El
resultado es lo que estamos viviendo y padeciendo.
Pienso que necesitamos unas cortes que representen
al pueblo. Ya se, que todos los congresistas han sido elegidos
democráticamente, pero una vez en el congreso tienen el voto cautivo, no son
libres para seguir el mandato que les hemos dado, no son capaces de superar su adscripción
a la ideología de su partido y se olvidan del bien común y de utilizar su voto
para orientar al gobierno en ese camino, ya sea votando a su favor o en su
contra, cuando proceda. Pero para que esto suceda son necesarias las listas
abiertas, la elección de los diputados por distritos y la sujeción al mandato
imperativo de los electores.
Resulta también paradójico que el gobierno sea designado
por las mismas cortes que han de juzgar su actuación cuando existe la
disciplina de voto.
En fin, como no se puede reunir una mayoría que pueda
investir a un Gobierno podemos llegar a unas nuevas elecciones generales. Y
mientras tanto carecemos de un gobierno estable. Todos estos años que llevamos
sin un gobierno estable es lo que a fin de cuentas condena el sistema que
tenemos ahora. ¿Hace falta un gobierno estable, o no? Si hace falta, no es
admisible que mantengamos un sistema que durante periodos tan largos nos priva
de él.
Feliz Tarde.
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