Dia 79, del viaje a la maratón de Valencia.
¡Buenos días!
Vamos a entrar en octubre, un mes que voy a utilizar para acumular
kilómetros con la idea de ir aumentando mi resistencia para poder estar 4 horas
corriendo.
Me gusta esta fase del entrenamiento porque va a consistir en utilizar
la carrera continua a ritmo estable como base principal y lo voy a hacer a un
ritmo que debe estar un poco por debajo de mi ritmo de maratón. Y es lo que
pienso yo, si las series cortas a ritmos rápidos me van a dar un aumento de mi
velocidad, pero que voy a ser incapaz de sostener en los 42195 metros, para que
la quiero. No me interesa arriesgarme a una lesión en esas series si no las voy
a aprovechar.
Y si voy a correr a un ritmo que se encuentre muy por debajo de mi
ritmo de maratón y lo voy a hacer durante muchos kilómetros lo que vienen a ser
los largos o los larguísimos, es verdad que voy a mejorar y mucho mi habilidad
para el consumo de grasas, pero esto no me va a asegurar que pueda correr una
maratón rápida, o al menos a la velocidad que me gustaría.
Lo que voy a intentar es correr algunos días a un ritmo que se sitúe
alrededor del 103% de mi ritmo de maratón unos pocos kilómetros y otros lo haré
al 97%, los restantes días me conformare con un ritmo del 85%.
Después de este poco de teoría sobre cómo voy a entrenar este mes me he
dado cuenta de una característica que tenemos muchos corredores a la hora de
entrenar. Resulta que muchos de nosotros no diferenciamos bien entre salir a
correr y entrenar.
Cuando nos incorporamos a este mundo de la carrera a pie solemos
cometer ese error, que en algunos casos dura demasiados años.
La sucesión de nuestros entrenamientos se podría resumir de esta forma:
empezamos a correr y salimos 3,4 o 5 veces en la semana y lo hacemos a un ritmo
que podemos soportar tranquilamente, y en una distancia que resistimos sin
problemas, y van pasando los meses y vamos notando una mejoría en nuestro
estado de forma, los kilómetros y el ritmo que llevamos siempre es el mismo, en
unos meses nos damos cuenta de que estamos estancados, no mejoramos y decidimos
hacer lo que nos parece más lógico aumentar un poco los kilómetros y nuestra
velocidad, pasan unas semanas y empezamos otra vez a mejorar, pero después de
unos meses nos volvemos a estancar y volvemos a decidir aumentar los kilómetros
y el ritmo, y volvemos a mejorar pero el error se encuentra en que no podemos
continuar aumentando los kilómetros y la velocidad continuamente porque
llegaríamos a necesitar muchas horas en el día y esto nos llevaría seguramente
a una lesión o un estancamiento para después caer en una fase de fatiga
crónica.
Llegado a ese punto inevitablemente ya no encontramos ningún beneficio al
estar corriendo tantos kilómetros y es entonces cuando no nos queda más remedio
que salir a entrenar.
Hay muchas definiciones del que es entrenar, pero podríamos decir que
es un proceso en que aplicamos una serie de estímulos para conseguir una mejora
en la condición física.
En nuestro mundo de corredor se podría resumir de una forma muy breve y
sencilla de la manera siguiente: el ritmo de los entrenamientos no será nunca
constante, variará, tendremos ritmos para carrera lenta, ritmos para carrera
media, ritmos para diferentes tipos de distancia, carreras en progresión,
subidas y sobre todo diferentes tiempos de recuperación según sea el ejercicio
que estemos realizando, después de una sesión de entrenamiento dura tendremos
otra de recuperación, así como después de algunas semanas fuertes nos tomaremos
otras de descanso para que nuestro organismo se regenere, en fin como veis
muchas cosas.
En este punto es donde entra la habilidad del corredor a saber
organizarse y variar sus entrenamientos teniendo en cuenta tres aspectos
importantes (intensidad, cantidad y clase de recuperación).
En definitiva, de salir a correr pasamos a entrenar, a tener una
organización adecuada en la forma y en los tiempos a fin de conseguir mejores
resultados con menos esfuerzo.
Si queremos mejorar nuestros tiempos no nos queda otro remedio que ser
un poco esclavos de nuestro entrenamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario