“Tener derecho a hacer algo no es para nada igual a
tener razón al hacerlo”. (G. K. Chesterton).
Hoy vamos a tener al sol a nuestra disposición
desde las 08:12 horas hasta las 18:14 horas, en un día que por lo que puedo
adivinar desde mi ventana y mirando el termómetro va a ser un buen día de
invierno, pues los 13,1 grados de ahora y el sol, van a ser suficientes para
que sea esto posible.
Hace unos momentos he leído y he escuchado las declaraciones
del padre de Laura Sanz, la española que murió hace unos días en una explosión
de gas, de una panadería en Paris, y si, esas declaraciones son ciertas, tenemos
un problema.
Las declaraciones nos dicen que mientras su yerno tenía
en brazos a su hija y no paraba de pedir ayuda, la gente que esta a su
alrededor solo grababa con sus móviles lo que estaba sucediendo, hasta que
llego un bombero que le ayudo.
Allí mientras el marido pedía auxilio la gente
estaba grabando, haciendo fotografías y compartiéndolas en whatsapp, mientras
un ser humano estaba agonizando otros seres humanos captaban imágenes y las
repartían por las redes sociales.
Ya se que divulgar una noticia, que hacer que las
imágenes de una catástrofe lleguen a todo el mundo lo más rápido posible es una
necesidad de nuestro tiempo, pero ¿grabar
la agonía sin otra reacción que seguir grabando? ¿Sacar fotografías como si, de
repente, todos nos hubiésemos vuelto reporteros gráficos? No ensuciemos el
nombre del Periodismo. Quien cubre una guerra, un atentado terrorista en
directo o una inundación, tiene que tomar decisiones muy difíciles para
realizar su trabajo en lugar de ayudar, y lo filma y toma fotografías para que
nosotros veamos el horror que hay en este mundo.
Ahora bien, ¿es eso lo que mueve a esas personas
que grababan como fascinadas el espanto en el centro de París una mañana? ¿Es
esa vocación de servir contando y registrando la actualidad? ¿No será más bien
que nos estamos separando de la humanidad que nos lleva, nos debería llevar, a
salir en auxilio de quien pide ayuda?
En fin, el tema daría para mucho, pues es paradójico
que cuanto más comunicados estamos gracias a la tecnología, más aislados nos
encontramos de los que nos rodean.
Feliz y Dulce Día.
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