“Tener
derecho a hacer algo no es para nada igual a tener razón al hacerlo”. (G.
K. Chesterton).
Parece ser que ya han terminado las fiestas, las
felicitaciones y los buenos deseos, así que va siendo hora ya de ir comprobando
si vamos a poder cumplir o hacer cumplir todo lo que hemos deseado. El sol hoy
saldrá a las 08:19 horas y nos acompañara hasta las 17:55 horas, y la
temperatura es de 10,1 grados.
Ahora que ya estamos metidos de lleno en el 2019 es
momento de ir mirando con lo que nos vamos a encontrar, por ejemplo; vamos a
tener que hacer frente a una crisis democrática que según mi opinión va a
involucrar a toda Europa. Casi seguro vamos a asistir a la resolución de la
crisis del Brexit, y nos daremos cuenta del conflicto tan poco democrático en
que metió David Cameron no solo al Reino Unido sino a toda Europa.
Cameron se equivocó al tomar la poca democrática
decisión de delegar en la democracia directa una permanencia en Europa que
tenía que haber tomado él porque democráticamente había sido designado para
ello. Seguramente en este año el Gobierno Británico podrá evitar el desastre recurriendo
otra vez a la antidemocrática democracia directa, otro referéndum, para abolir
la precedente decisión de la democracia directa.
El ejemplo del error democrático de Inglaterra lo
veremos reflejado en las elecciones al Parlamento Europeo, donde muchos
votantes optarán por fórmulas anti europeas por causa de una campaña electoral que
se centrará en el desprestigio de todos los organismos europeos que mezclados
con la guerra comercial que estamos viendo no nos permitirá que tengamos una
visión clara de lo que vamos a votar, pues la democracia tal como la veníamos
entendiendo ha desaparecido. Y son varios los síntomas que nos lo están mostrando.
La democracia, si nos paramos a reflexionar un
poco, requiere de una conciencia de conjunto, del nosotros, de un bien común
para aquellos que pertenecen a una comunidad que siempre será superior a los
intereses de los grupos particulares y a sus diferencias. Es lo que ha desaparecido.
Veremos como la campaña electoral se centrará en
temas particulares y muy idealizados y que obviaran la búsqueda de un bien común,
nos encontraremos con tantas propuestas dirigidas a pequeños colectivos que no
nos dejaran ver que propuesta política representa la mejor opción de conjunto. Ya
no va a ser evidente ni un bien común para todos, ni unos valores universales. Como
consecuencia muchos nos vamos a sentir con la sensación de abandono, de que
hemos perdido el sentido de la realidad, abandonados en un mundo complicado y
tan problemático que no sabremos cual es el camino que debemos seguir.
Yo, no encuentro otra solución que recuperar el
sentido de la ciudadanía. Pero no lo vamos a poder recuperar sin tener una
conciencia de una idea común, sin una experiencia en la que lo universal lo
veamos reflejado en algo concreto. Los cimientos de la vida democrática se reconstruirán
solo si existen actividades sociales donde podamos experimentar de forma práctica
la importancia de que dependemos unos de otros a pesar de nuestras diferencias.
Para que este año podamos ir votar con sentido democrático
nuestro concepto de ciudadanía deberá ser mucho más que un catalogo de derechos
personales o que la suma de identidades separadas.
Feliz y Dulce Día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario