viernes, 2 de noviembre de 2018

Viernes 2 de noviembre de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien).


La temperatura en mi balcón es de 15,1 grados y el sol nos ha aparecido a las 07:30 horas, o sea hace nada, y el crepúsculo será a las 17:59 horas. Las nubes me han impedido ver bien a salida del sol así que espero poder ver su ocaso sin ningún problema.
¿No os parece que tenemos demasiadas leyes? Si miramos un poco nos podemos dar cuenta que tenemos las del Estado, a las que tenemos que añadir las que existen y se aprueban cada año en las comunidades autónomas, diputaciones provinciales y ayuntamientos. Estamos rodeados de normas y más normas.
Me parece que los que pertenezcan a algún partido político les deberían de pedir que hagan el esfuerzo de no seguir aprobando normas y leyes sin parar, sino que empleen su tiempo en dejar sin efecto todas las normas que no sirven o no aportan nada que beneficie al bien común.
Ya se que cada grupo político que propone una ley dice que es necesaria, pero muchas de ellas más que buscar el bien común de lo que se trata es de combatir a los adversarios, imponerles su ideario, a menudo, desde el rencor histórico, por falso que sea, por el morbo revolucionario,  por el enfrentamiento de liderazgos o por creerse en posesión de una superioridad moral más que discutible.
La realidad es que cuando votamos pensamos, más bien equivocadamente, que vamos a elegir a los nuestros, a los que van a cumplir un programa maravilloso pero luego viene la desilusión: del programa nunca más se supo.
Ahora oímos hablar continuamente que la soberanía reside en todo el pueblo. Pero si esto fuera verdad el pueblo soberano tendría que pedir cuenta de todo lo que se hace mal y tenemos que pagarlo entre todos. Parece que todas las responsabilidades políticas se solventan en las siguientes elecciones pero que pierdan o ganen algo, medido en porcentajes o escaños no tiene que significar que la responsabilidad con los españoles ha quedado saldada.
Pero si la única forma que parece que tenemos es esperar a las próximas elecciones para cambiar algo,  por favor, tengámoslo en cuenta.
Feliz y Dulce Día.

No hay comentarios: