“No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la
democracia para hacer una revolución.” (G. K.
Chesterton)
Otro día que no voy a poder
ver el sol, un sol que estará con nosotros desde las 07:46 horas hasta las 17:45
horas, y que, las nubes y la lluvia nos impedirán ver, al menos la temperatura
no es demasiado baja; 17,2 grados en mí balcón.
Hablaba ayer mientras me
tomaba un café después de almorzar que no tengo claro que sea bueno que exista
una rotación en nuestros políticos, no me estoy refiriendo a que no se tenga
que cambiar de gobernantes, lo que quiero decir es que no tengo claro lo que se
esta poniendo de moda en nuestra sociedad, una moda que reclama que los
políticos no sean profesionales de la política, y que roten cada cierto tiempo,
y vuelvan de donde se supone debieron venir, de sus trabajos, carreras y
oficios.
Lo que yo me pregunto es; ¿Hay
suficiente talento en todas las personas que se quieren dedicar a la política
para tanta rotación? ¿Hay tanta gente dispuesta a hipotecar su vida en la
política, y más ahora cuando te miran con lupa? ¿Hay tanta gente preparada para
las tareas que deben desempeñar si llegan al gobierno?
A mí me parece que nuestra
sociedad no es capaz de generar a tantas personas capaces de resistir las acometidas
de una política partidista, de aguantar un investigación sobre su vida personal
y profesional, y que estén medianamente preparados para poder saber lo que es
bueno y lo que es malo, lo que es legal y lo que es ilegal, lo que generará
justicia y libertad, y lo que no.
Yo tengo claro que si una
persona siente la necesidad de gastar su vida, textualmente, por su comunidad,
no encuentro mejor ni mayor empeño que este. Si una persona desea para los
demás lo que quiere para sus más cercanos y queridos, es decir, una vida
próspera, honesta, más libre y en paz, no veo la razón para que tenga que abandonar
la política por haber cumplido una determinada edad o llevar no sé cuántas legislaturas,
siempre que funcionen las instituciones de control, los pesos y los contrapesos
y el Código penal. Si no parece más un quítate tú, que me pongo yo, y los que
me acompañan.
¿Hay líderes suficientes para
tomar el testigo de los que se fueron? ¿Es garantía de algo que deba haber una
rotación si los controles funcionan? Ahora bien, otra cosa es que haya
intereses en que deba darse un cambio generacional, pero precisamente, motivado
más bien por la biología que por otra cosa.
No tengo claro el porqué cada
día tenemos a más expertos que no cesan de hablarnos de longevidad y de casi la
inmortalidad, y de crear un mundo globalizado para que después nos dejen en un
asilo esperando la inyección de la felicidad mientras vemos el discurso de Navidad
(o lo que venga ahora) de un líder mundial al que cambiarán al año, por viejo.
Feliz y Dulce Día.
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