sábado, 17 de noviembre de 2018

Sábado 17 de noviembre de 2018.

“No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución.” (G. K. Chesterton)

Otro día que no voy a poder ver el sol, un sol que estará con nosotros desde las 07:46 horas hasta las 17:45 horas, y que, las nubes y la lluvia nos impedirán ver, al menos la temperatura no es demasiado baja; 17,2 grados en mí balcón.
Hablaba ayer mientras me tomaba un café después de almorzar que no tengo claro que sea bueno que exista una rotación en nuestros políticos, no me estoy refiriendo a que no se tenga que cambiar de gobernantes, lo que quiero decir es que no tengo claro lo que se esta poniendo de moda en nuestra sociedad, una moda que reclama que los políticos no sean profesionales de la política, y que roten cada cierto tiempo, y vuelvan de donde se supone debieron venir, de sus trabajos, carreras y oficios.
Lo que yo me pregunto es; ¿Hay suficiente talento en todas las personas que se quieren dedicar a la política para tanta rotación? ¿Hay tanta gente dispuesta a hipotecar su vida en la política, y más ahora cuando te miran con lupa? ¿Hay tanta gente preparada para las tareas que deben desempeñar si llegan al gobierno?
A mí me parece que nuestra sociedad no es capaz de generar a tantas personas capaces de resistir las acometidas de una política partidista, de aguantar un investigación sobre su vida personal y profesional, y que estén medianamente preparados para poder saber lo que es bueno y lo que es malo, lo que es legal y lo que es ilegal, lo que generará justicia y libertad, y lo que no.
Yo tengo claro que si una persona siente la necesidad de gastar su vida, textualmente, por su comunidad, no encuentro mejor ni mayor empeño que este. Si una persona desea para los demás lo que quiere para sus más cercanos y queridos, es decir, una vida próspera, honesta, más libre y en paz, no veo la razón para que tenga que abandonar la política por haber cumplido una determinada edad o llevar no sé cuántas legislaturas, siempre que funcionen las instituciones de control, los pesos y los contrapesos y el Código penal. Si no parece más un quítate tú, que me pongo yo, y los que me acompañan.
¿Hay líderes suficientes para tomar el testigo de los que se fueron? ¿Es garantía de algo que deba haber una rotación si los controles funcionan? Ahora bien, otra cosa es que haya intereses en que deba darse un cambio generacional, pero precisamente, motivado más bien por la biología que por otra cosa.
No tengo claro el porqué cada día tenemos a más expertos que no cesan de hablarnos de longevidad y de casi la inmortalidad, y de crear un mundo globalizado para que después nos dejen en un asilo esperando la inyección de la felicidad mientras vemos el discurso de Navidad (o lo que venga ahora) de un líder mundial al que cambiarán al año, por viejo.

Feliz y Dulce Día.

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