“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la
muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien).
Otro día triste el que vamos a
tener por delante, de momento, no voy a poder disfrutar de la salida del sol a
las 07:45 horas y me parece que el crepúsculo a las 17:46 horas tampoco va a
ser posible, menos mal que la temperatura es bastante agradable, 17,3 grados.
Lo insinuaba ayer, estos son
días complicados para los mediterráneos y sobre todo para los que son de
espíritu melancólico, y para los que solo ven todo lo negativo que les rodea, unos
días como estos les retraen un poco más y se encierran con su tristeza.
Ayer intente poner en práctica
lo que escribí en el “Buenos Días”, y mientras me tomaba el cortado, pues no
pude entrenar pues llovía a “mares”, comentaba que debemos disfrutar del amanecer,
de la lluvia, de los días soleados… de la salud y de la vida. Pero mientras lo
decía me daba cuenta que a mucha gente le es imposible entender lo que digo,
pues vive de manera negativa y atropellada, y así no se puede apreciar, ni vivir,
ni gozar todo lo positivo que tenemos en derredor.
Es así, existen muchas
personas con buena situación económica y familiar que no son felices
sencillamente porque no son capaces de vivir en paz consigo mismo y con los que
les rodean. No quiero decir que tengamos que ser conformistas sino más bien
realistas y responsables o sea maduros. Ahora con la edad me doy cuenta más a
menudo, veo a personas que se han pasado la vida buscando y luchando por alcanzar
algo que estaba fuera de su alcance, y ahora al llegar a la vejez se encuentran
insatisfechos, frustrados y amargados.
Y el problema que se les
presenta es que el remordimiento, el arrepentimiento de no haber hecho lo que
se tenía que hacer en su momento les provoca dolor, al grado de no perdonarse
así mismos, y como consecuencia se llenan de amargura y de un vacío existencial.
Es complicado, hablarles y
mostrarles que tienen una mala actitud ante la vida, pues cuando se encierran
en sí mismos y culpan a los demás de su infelicidad, cuando se vuelven negativos
la vida que es parte de ellos, se cierra con ellos y todo se vuelve negativo,
oscuro y difícil. Todo les parece que se vuelve contra ellos.
Eligir todos los días solo
pensamientos positivos, tener buenos pensamientos es un hábito en el que hay
que trabajar a diario y si lo que hacemos en cambio es tener más pensamientos
negativos que positivos nos va a costar un poco volver a tomar el control, pero
ya se sabe; “nunca es tarde si la dicha es buena”.
Feliz y Dulce Día.
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