miércoles, 28 de noviembre de 2018

Miércoles 28 de noviembre de 2018.

“No puedes hacer una revolución para tener la democracia. Debes tener la democracia para hacer una revolución.” (G. K. Chesterton) 

No me buscado nada sobre esa estrella que brilla en mi cielo matutino, por encima de todas las demás, pero cuando tenga la ocasión me informare. Lo que si que se, de momento es el horario del sol para este miércoles; desde las 07:58 horas hasta las 17:40, la temperatura es de 13,4 grados.
El pasado lunes comente como veo el problema de la violencia de género, y me deje algo, algo que creo que también es importante y que no debemos olvidar; la injusticia de la misma ley de violencia de género. ¿Cómo se puede aceptar que un mismo delito tenga una calificación superior, al margen de los posibles agravantes, por el hecho de ser hombre? Yo, veo no solo una injusticia, sino que crea una mentalidad de víctimas y culpables.
La creación de víctimas y culpables se repite a lo largo de la historia y se viene aplicando de muy diversas maneras, por ejemplo; se aplico en Rusia después de la Revolución de 1917, en este caso eran los burgueses, y bajo este amplio concepto cabían todos a los que consideraban enemigos, y recibían un tipo de justicia que siempre estaba presidida por el principio de culpabilidad.
En otro nivel, por supuesto, ahora la denuncia de una mujer equivale a una sentencia, y cuando este resultado no se produce, entonces no se acepta el veredicto. Lo hemos visto hace meses con el caso de Juana Rivas, o hace poco con el escándalo contra el juez americano Kavanaugh, que se ha demostrado que fue una acción deliberada para destruir lo más importante en una persona, su honorabilidad. Y cuando la cosa no prospera, se le otorga al inocente y para siempre la etiqueta de “polémico”, que los medios de comunicación repetirán hasta la saciedad. Aunque sea inocente siempre será “polémico” aunque el motivo sea una falsedad.
Otro caso que todos conocimos hace meses en plena campaña MeToo, y que vimos en todas las televisiones fue el del actor Morgan Freeman, en cambio ha pasado absolutamente desapercibido que la acusación era un montaje de una periodista, con la colaboración necesaria de una cadena de televisión. Y, yo me pregunto: ¿por qué en España ningún gran medio de comunicación ha informado sobre hecho de que la CNN haya sido llevada a los tribunales por aquel motivo? Podemos pensar que no se dice nada porque se trata de un hecho políticamente incorrecto. Lo correcto es que el hombre se culpable.
Por supuesto que está bien que se hayan alzado voces contra una determinada inmoralidad, porque de eso se trata. Pero para mí el problema es otro, las acusaciones pasan de ser sobre algunos hombres a plantearse etiquetar a todos los hombres.
En lugar de asumir que nuestra sociedad padece una crisis moral que se traduce en comportamientos dañinos, se centra todo en un razonamiento hombre-mujer. En lugar de buscar la educación del varón en la escuela, lo que se hace es que se le deseduca de toda clase de orden, y se le enseña que el sexo es la búsqueda de placer sin pensar que el comportamiento sexual de un chico siempre diferirá del de una chica, porque será más impulsivo y primario.
¿Si no le educan en el autocontrol, la contención y el respeto, si le enseñan que el sexo es bueno siempre, como extrañarse luego que se registren tantas violaciones al día, y que, en menos de una década, los casos se hayan doblado?
En fin, tenemos un problema.

Feliz y Dulce Día.

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