“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la
muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien).
Otro domingo que no tengo
carrera, pues el entrenamiento para la maratón necesita de algunos
entrenamientos especiales que no puedo compaginar con las carreras. Pero
vayamos a lo importante, el sol nos saldrá a las 07:39 horas y estará con
nosotros hasta las 17:50 horas, y la temperatura en mí balcón es de 16,5 grados.
Una vez dicho lo importante
pasemos a lo anecdótico, ayer surgió un tema que me resulto fascinante y que me
causo una curiosa tensión, hablábamos sobre personas que piensan que el “bien” como
“bien” no existe y que en cambio se comportan bien.
Ya se, os preguntareis; ¿Que
tema tan raro nos trae hoy domingo este Vicent? Pues por eso, porque es domingo
y no tengo carrera. Y, creo que sería interesante reflexionar sobre eso.
Estoy seguro que se puede ser
buena gente y no tener claro lo que es el “bien”, lo que me llama la atención
es que no he encontrado a ninguno que no sabiéndolo no creyera que era una
buena persona. Porque, y aquí está el quid de la cuestión, ¿cómo definen lo que
es bueno? Esa es la parte que siempre me confunde.
¿Cómo se puede definir el
término “buena persona”? Resulta que para mucha gente, lo bueno es simplemente
lo que ellos son. Su código de conducta es lo que piensan que es. Y eso, solamente
significa que son buenos en ser lo que quiera que sean. Así que dan en la diana
de “buena persona” un 100% de las veces. No pueden fallar.
Siguiendo la línea de ese
pensamiento y según sus propias reglas, son gente buena, porque siguen las
reglas que quieren seguir.
Toda esta historia viene a
cuento porque hablábamos de que nos encontramos entre nuestros políticos a
muchos que creen que realmente lo están haciendo bien y lo piensan porque creen
que todo lo natural es bueno, por ejemplo: el deseo de comer es natural, luego
comer debe ser bueno.
También creen que todo lo
participativo es bueno. Ejemplo obvio: las decisiones democráticamente
establecidas después de seguir los procesos legales vigentes son buenas y son
la norma para la sociedad.
Otro aspecto que también es
muy común es considerar todo lo auténtico como bueno. Ejemplo: si una persona
se dedica a lo que le gusta y lo hace con pasión y convicción, y lo que piensa
lo dice, y lo que dice es modelo de cómo obra, eso es bueno. Basta la
coherencia interna porque en ella está la paz de cada uno, y de ahí viene la
paz en la sociedad cuando vivimos y dejamos vivir.
Ah, se me olvidaba, también se
suele llegar a la conclusión de que todo lo razonable es bueno. Ejemplo obvio:
la ciencia. Y este aspecto es interesante porque como discutas que algunas
demostraciones científicas dejan bastante que desear, eso es dogmatismo,
oscurantismo o algún otro "ismo" conectado seguramente con los
prejuicios y las supersticiones.
En fin, no es difícil ver cómo
todos estos criterios son insuficientes y a menudo contradictorios, pero claro,
como siempre se puede apelar a lo que cada uno sienta que lo deja en paz...
pues así van las cosas y así siguen.
Feliz y Dulce Domingo.
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