domingo, 4 de noviembre de 2018

Domingo 4 de noviembre de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien).


Otro domingo que acudo a la cita de los “Buenos Días” y es que si no hay carreras tengo tiempo para estar unos momentos delante del ordenar mientras espero la salida del sol, qué lo hará a las 07:32 horas y estará hasta las 17:57 horas, ah, y la temperatura en mí balcón es de 10,8 grados, muy cerca ya de bajar de los 10 grados.
Ayer, en los últimos kilómetros del entrenamiento, realizamos lo que se llama un “largo” para preparar la maratón, me di cuenta que los años ya pesan. Menos mal, que creo, que ya he aceptado la edad que tengo o sea que me conformo con mis años.
No tengo más remedio que aceptarlo para hacer bien lo que todavía soy capaz de hacer. Ahora ya no tengo que procurar hacer lo que me gusta sino intentar hacer aquello de lo que soy capaz. Algunos de los que me rodean protestan porque suelo decir muchas veces que soy viejo y es que estamos tan imbuidos de que la idea de envejecer es un fracaso que no queremos asumirlo. Todos me dicen: ¡Hay que mantenerse joven! ¡No hay que rendirse! ¡Fuera las ideas negativas…!.
Y, es que muchos llaman “ideas negativas” a reconocer que se envejece. Se dice que en nuestra vida la mayor y más rara sabiduría consiste en aceptarse a sí mismo sin pretender ser más, y hacer lo que es posible hacer y nada más, yo creo que en esto consiste la felicidad.
Yo tengo la teoría que para encontrar la felicidad hay que encontrar el equilibrio ya que la felicidad es el resultado del ser de cada uno, y esto es también el equilibrio. Nuestra vida describe una curva, primero ascendente mientras somos jóvenes, luego llega a la cumbre, siendo la vejez la edad del repliegue.
Pero un repliegue en el que se continúa avanzando, pues siempre se avanza en ciertos terrenos y todos recorremos algunos de ellos, no obstante hay que replegarse en la mayoría de los quehaceres que antes constituyeron nuestro orgullo.

Feliz y Dulce Día.

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