“Podemos creer lo que queramos. Somos responsables de aquello en que elegimos
creer.” (J.H. Newman)
Jesús, ya sabes que lo
importante es que hablen de “uno”, y como suele decirse “aunque sea bien, me
alegro no por mí sino por mis “ex” que estoy seguro que estarán agradecidas de
que os acordarais de ellas.
Hoy, como ya sabréis se nos marcha
agosto, es verdad que no el verano pero parece ya una despedida, da la
impresión que ya estamos buscando en el bolsillo nuestro pañuelo para
despedirnos, para decir “adiós” un año más al veraneo.
He estado, como todas las
mañanas, mirando las noticias en varios medios de comunicación y si me quedo
con las noticias de la primera pantalla me es fácil llegar a la conclusión que
estamos en un mundo que es cada vez más aburrido, oscuro y serio.
No puedo imaginar ni por un
momento que esos periódicos tengan el monopolio de ser agrios y adustos. Todos
los sitios tienen sus sombríos agoreros, solo una rápida mirada a nuestro
alrededor confirma la presencia de caras de pocos amigos en cualquier lugar.
Siento a faltar la risa sobre
todo en nuestra opinión pública. La noto a faltar porque la risa alegra e ilumina
nuestro espíritu. La risa es una señal de confianza y entusiasmo. Entusiasmo,
después de todo, proviene del griego y significa tener un Díos dentro de sí. La
risa es una emoción y como toda emoción, nos abre el corazón y cuando el corazón
se abre, se hacen las cosas.
Hay un antiguo dicho ruso que
dice "el corazón mueve los pies".
En otras palabras, son las emociones las que motivan. De hecho, las palabras "emoción",
"movimiento" y "motivación" tienen la misma raíz etimológica. La mente puede estar informada, pero hasta
que el corazón no se movilice, nada se mueve.
En fin, voy a ver si me muevo
un poco y con alegría pues tengo por delante un fin de semana intenso pero
alegre.
Feliz y Dulce Día.
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