“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la
muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)
Ahora que estoy con el tema de
la “tolerancia” me gustaría hacer una distinción entre tolerancia y una virtud
aún más modesta, una que no tiene nombre; es parte civilidad, parte
ecuanimidad, parte humildad. Algunas
veces se la llama "pluralismo", pero no está del todo bien llamarla
así.
Por cierto, otra noche de insomnio,
de bochorno y de no poder descansar como es debido, en fin, esperemos que la meteorología
cambie para bien.
Reconozco que casi ninguna
persona puede entender por completo la condición humana o el bien común en su
totalidad. Somos falibles, primero que todo; pero también estamos dotados de
una diversidad de intereses y aptitudes. Entonces, agradecemos una suerte de libertad
de acción, dentro de los límites de una cortesía común y la ley moral.
Un hombre corre durante su tiempo
libre, otro planta rosas, otro lee libros de filosofía. Es para nuestro beneficio general que esto
sea así. Sin embargo, en estos casos no
existe nada que realmente debamos tolerar.
La tolerancia correctamente entendida siempre supone soportar algún
problema o incluso un mal moral.
Ya dije ayer que, “lo que a
menudo no se reconoce es que la tolerancia implica reciprocidad de parte de la
persona cuyo comportamiento se tolera”, ya que la tolerancia de un acto ilícito
se otorga libremente, es un acto de gentileza y no el pago de una deuda. En consecuencia, queda en el infractor, como
mínimo, abstenerse de agravar la carga de la tolerancia.
Mañana me complicare la vida
con algunos ejemplos, espero tolerancia.
Feliz y Dulce Día.
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