“Podemos creer lo que queramos. Somos responsables de aquello en que elegimos
creer.” (J.H. Newman)
Anoche, regrese de Almoines
relativamente pronto, y esta mañana me he levantado descansado, así que he
tenido un poco, no solo de tiempo sino también de tranquilidad para releer algunos artículos que tenia
guardados.
Y me parece que después de Copérnico
y Galileo el Sol dejó de dar vueltas alrededor de la Tierra y desde entonces
todos empezamos a pensar que nuestros sentidos nos engañaban. Llegamos a la
conclusión de que no podíamos fiarnos de la realidad tal y como la percibimos,
lo único seguro eran nuestras sensaciones.
Me atrevo a pensar que nos
metimos entonces en una encrucijada, y era preciso salir de ella, y para
conseguirlo pensamos que había algo de lo que podíamos fiarnos: de lo que hacíamos.
Y nos dedicamos a hacer, y entonces el desarrollo y el progreso se
transformaron en las dos palabras clave y todo se llenó de procesos. De la
historia dejaron de interesarnos los acontecimientos singulares, los personajes
particulares. Y así hemos llegado a la conclusión de que no hay necesidad de fechas,
nombres o lugares.
Parece ser que a muy poca
gente le interesa la historia, lo que ha sucedido si molesta se ignora y vamos de
olvido en olvido, de negación en negación y se piensa que toda nuestra historia
es negativa. Y lo cruel es ver como muchas personas no tienen ninguna identidad
histórica, no solo no saben de donde vienen sino que no les importa, no saben
quienes son solo les interesa lo que les gustaría ser aquí y ahora.
Creo que tenemos que reclamar
la historia particular de cada uno, interesarnos por el valor del
acontecimiento particular.
Feliz y Dulce Día.
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