“Podemos creer lo que queramos. Somos responsables de aquello en que elegimos
creer.” (J.H. Newman)
Lo siento, pero no tengo más
remedio que volver otra vez sobre la ignorancia generalizada en la viven un
número altísimo de españoles que carecen de toda idea coherente y mínimamente
adecuada de lo que ha sido España, y por tanto de lo que es, y más aún de lo
que puede ser.
Tengo la impresión de que esto
no es "privilegio" exclusivo de España, sino que se puede aplicar,
con matices, a otros países; pero esto está lejos de consolarme, sino todo lo
contrario.
La consecuencia de esta
ignorancia es que se tienen fragmentos de nuestra historia que no tienen dónde
alojarse en el conjunto, y no "prenden", es decir, no tienen
fecundidad, que es lo que verdaderamente importaría. Quedan aisladas, y en
cierto modo inoperantes, que sería menester recomponer.
Esto me lleva a ver una fragmentación
que indudablemente se está produciendo, no de España -esto es algo demasiado
serio y fuerte-, pero sí de la conciencia de España.
En unas cuantas regiones se
está produciendo una actitud, suscitada y fomentada por exiguas minorías -no se
olvide esto-, de "no tener que ver" con la totalidad de la historia
española, de que ésta "no va con ellos". El que esto sea una falsedad
descomunal no tiene consecuencias apreciables, porque se superpone a la ignorancia
antes mencionada. Sobre ese territorio desierto y vacío, cualquier cosa que se
diga con despliegue de medios y la necesaria insistencia es aceptada y puede
arraigar. La ignorancia general es la "tabula rasa" con la cual
cuentan todos los manipuladores.
Esto crea en muchas personas
un empobrecimiento, y que padecerán sus consecuencias en forma de una
inferioridad difícil de superar y curar.
Tendría que añadir todavía
otros factores, pero lo dejare para la semana que viene.
Feliz y Dulce Día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario