sábado, 25 de agosto de 2018

Sábado 25 de agosto de 2018.

“Podemos creer lo que queramos. Somos responsables de aquello en que elegimos creer.” (J.H. Newman) 


Lo siento, pero no tengo más remedio que volver otra vez sobre la ignorancia generalizada en la viven un número altísimo de españoles que carecen de toda idea coherente y mínimamente adecuada de lo que ha sido España, y por tanto de lo que es, y más aún de lo que puede ser.
Tengo la impresión de que esto no es "privilegio" exclusivo de España, sino que se puede aplicar, con matices, a otros países; pero esto está lejos de consolarme, sino todo lo contrario.
La consecuencia de esta ignorancia es que se tienen fragmentos de nuestra historia que no tienen dónde alojarse en el conjunto, y no "prenden", es decir, no tienen fecundidad, que es lo que verdaderamente importaría. Quedan aisladas, y en cierto modo inoperantes, que sería menester recomponer.
Esto me lleva a ver una fragmentación que indudablemente se está produciendo, no de España -esto es algo demasiado serio y fuerte-, pero sí de la conciencia de España.
En unas cuantas regiones se está produciendo una actitud, suscitada y fomentada por exiguas minorías -no se olvide esto-, de "no tener que ver" con la totalidad de la historia española, de que ésta "no va con ellos". El que esto sea una falsedad descomunal no tiene consecuencias apreciables, porque se superpone a la ignorancia antes mencionada. Sobre ese territorio desierto y vacío, cualquier cosa que se diga con despliegue de medios y la necesaria insistencia es aceptada y puede arraigar. La ignorancia general es la "tabula rasa" con la cual cuentan todos los manipuladores.
Esto crea en muchas personas un empobrecimiento, y que padecerán sus consecuencias en forma de una inferioridad difícil de superar y curar.
Tendría que añadir todavía otros factores, pero lo dejare para la semana que viene.

Feliz y Dulce Día.

No hay comentarios: