“Podemos creer lo que queramos. Somos responsables de aquello en que elegimos
creer.” (J.H. Newman)
No se si habéis tenido la
oportunidad de haber echado un vistazo al urinario de Duchamp, pero sino no ha
sido así os dejo este enlace para que seáis conscientes de su importancia: https://es.wikipedia.org/wiki/La_Fuente_(Duchamp)
Voy a continuar más o menos
donde lo deje ayer, como resulta que el arte hoy en día es venerado como una
parte de la cultura elitista y generalmente alcanza unos precios altísimos, de
ahí surge un motivo más para crear arte falso.
Los artistas y críticos de arte se reúnen para engañarse a sí mismos:
los artistas presentándose como quienes originan adelantos asombrosos y los
críticos colocándose en el lugar de jueces perspicaces de la verdadera
vanguardia.
De esta manera, el urinario
famoso de Duchamp se convirtió en una suerte de paradigma para los artistas
modernos. Así es como debe hacerse,
decían los críticos. Tomen una idea,
exhíbanla, llámenla arte y nieguen descaradamente lo evidente. Existen muchos más casos y en cada uno de
esos casos, los críticos se reunieron como gallinas cluecas alrededor del huevo
nuevo e inescrutable y presentaron al público una obra de arte falsa con todo
el aparato necesario para que sea aceptada como verdadera.
Por cierto, no me estoy metiendo
con el modernismo, que fue un intento de rescatar lo sincero, lo verdadero y
los frutos de un trabajo arduo de la plaga de emociones falsas. Nadie puede dudar de que los primeros
modernistas fueron exitosos en ello, dotándonos de obras de arte que mantienen
el espíritu humano vivo en las nuevas circunstancias de la modernidad y que
continúan con las grandes tradiciones de nuestra cultura. Sin embargo, el modernismo dio lugar a
rutinas de falsificación: el trabajo arduo por mantener la tradición resultó
ser menos atractivo que las maneras baratas de rechazarla.
En vez de estudiar toda una
vida, como lo hizo Picasso para presentar la cara de la mujer moderna en un
idioma moderno, uno podría haber hecho lo que hizo Duchamp y pintarle un bigote
a la Mona Lisa.
¿Qué no conocéis ese cuadro?
Vale la pena.
Feliz y Dulce Día.
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