domingo, 15 de marzo de 2020

Negativismo

“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton) 


Segundo día de cuarentena, de momento todo bien, que no normal. Pues ni hemos entrenado, ni hemos participado en ninguna carrera, y esto ya convierte a un domingo en anormal. Pero voy tirando, tengo muchas tareas atrasadas, y a ver si en estos, de momento, quince días, consigo ponerme al día.
Es complicado no escribir nada del coranavirus, así que podría hablar de lo que se ha comentado en el café, pero es que no ha habido café, solo un pequeño cambio de impresiones por whatsapp y nada más.
Aunque me podría quejar de la mala suerte que tengo con el coronavirus, pues ya me he quedado sin la maratón de Boston y parece que subir al Cabo Norte esta también complicándose, y todo en un año que debería ser de un continuo movimiento. De dejar la seguridad y ponerme en marcha. Un año en el que no debía de estar atado y tenía que salir de mi tierra predilecta.
Supongo que no estaré solo en esta situación, que vamos a ser la gran mayoría de las personas las que nos podemos quejar y ser negativos. Lo malo es el negativismo, la negación sistemática te todo por culpa de este virus.   
El negativismo es la otra cara de esa actitud cordial ante lo real, ante lo que nos sucede, que puede y deber ser crítica, negar lo que se interpone a lo que queríamos, precisamente porque esta unida a lo que es y tiene que ser, pero esa negación es limitada y es un instrumento para la búsqueda de la perfección.
Vemos a personas que buscan algo a que oponerse, descalificar, denigrar, difamar, destruir, que nace casi siempre de un profundo descontento de uno mismo, no de lo que le ha pasado sino de lo que es. A veces intentan convencerse de que la causa de lo que les pasa es su mala suerte, las desventuras que han padecido, las injusticias de que han sido objeto. Pero esto es falso, conozco a personas cuya vida es una larga serie de contratiempos y privaciones, y que son ejemplos admirables de cordialidad, capacidad de entusiasmo, incluso tienen ese fondo de alegría que viene de estar en paz con uno mismo.
La vida humana se podría decir que es proyectiva, consiste en anticiparse, inventar, innovar constantemente y, lo que hace que se vea todo negativo afecta a todo eso y anula los proyectos que tengamos, atrofia nuestra imaginación para mirar hacia delante. De ahí la horrible esterilidad de todo negativismo, la inferioridad que asegura a las personas que se dejan dominar por él.
No caigamos estos días en el negativismo sobre lo que nos pasa. Menos peligroso es caer en lo contrario; falta de crítica, de rechazo de lo indeseable, la benevolencia y el deseo de aceptar lo que nos pasa puede ser algo peligroso; pero no produce el anquilosamiento, la paralización de las funciones vitales. Cierta ingenuidad, una dosis de inocencia tiene riesgos evidentes pero no es estar muerto, es una forma problemática de vida; y acaso, en cierta medida, una condición de nuestra capacidad creadora y ver esperanza en el futuro.

Buenas Noches

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