lunes, 9 de marzo de 2020

Insisto: el tema es serio.

“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton) 


Parece cada vez más claro que vamos a tener que relacionarnos de alguna manera con el coronavirus, si es que no lo estamos ya, tenemos que estar preparados para enfrentarnos a situaciones que van ha ser extrañas para nuestra forma de vida.
Lo estamos viendo, cada hora cambia la situación y esta mañana me planteaba cómo aceptaría una cuarentena, por supuesto preferiría que fuese en casa pero se podría dar la circunstancia que tuviese que realizarla en cualquier otro lugar, por ejemplo: en un aeropuerto, hospital, hotel o en otro país. Tengo que correr la maratón de Boston el 20 de abril.
No estaría mal que ahora que aún estoy a tiempo me planteara cómo vivir una cuarentena.
Lo primero que se me ocurre es intentar ver el lado positivo, complicado verlo hoy pues va a depender del lugar, pero si fuese en casa, estoy seguro que realizar una limpieza a fondo del piso sería una opción que me mantendría ocupado una parte importante del aislamiento. Voy a tener que echar un vistazo a ver si tengo paracetamol o ibuprofeno y localizar el termómetro, por si las “moscas”.
Como no podría salir ni a correr ni a tomar mi café tendría la ocasión para pensar y reflexionar un poco más y así poder realizar estas “Buenas Noches” con un poco más de sentido, y supongo que también serían más largas y por lo tanto más pesadas.  
Pero lo importante es que nos tenemos que tomar en serio al nuevo coranavirus, ya sea como pandemia o no. No hay que quitarle importancia. Pues en menos de dos meses hemos visto como se ha extendido por todos los continentes. Por eso es fácil que ya estemos en una pandemia, ya que esto implica una transmisión sostenida, eficaz y continua de forma simultánea en más de tres regiones geográficas distintas. Pero eso no quiere decir desastre, ni es sinónimo de muerte, pues la pandemia no se refiere a la mortalidad sino a su trasmisión y extensión por el mundo.
Lo que sin duda sí hay es una pandemia de miedo. Por primera vez en la historia estamos viviendo una epidemia a tiempo real: todos los medios de comunicación, varias veces al día, todos los días, en todo el planeta, hablan del coronavirus. Seguimos el goteo de cada uno de los casos en directo.
Insisto: el tema es serio. Hay que informar de lo que está ocurriendo, pero también necesitamos buenas noticias.
Por ejemplo; sabemos lo que es, esta identificado el virus. Sabemos cómo detectarlo ya que las pruebas y los análisis funcionan perfectamente. El 81% de los casos son leves y en el 14% puede causar neumonía grave y en un 5% puede llegar a ser crítica o incluso mortal.
No se suele decir mucho pero la gente se cura, solo se dice el aumento del número de casos confirmados y el número de fallecimientos, pero la mayoría de la gente infectada se cura. Hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos, y la proporción va en aumento.
Otra cosa interesante es que en poco más de un mes ya se pueden consultar 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2. Son trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos. Estos artículos están elaborados por cerca de 700 autores repartidos por todo el plantea. Es ciencia en común, compartida y en abierto. En 2003, cuando ocurrió lo del SARS, se tardó más de un año en obtener menos de la mitad de artículos. Además, la mayoría de las revistas científicas han dejado en abierto sus fondos sobre los coronavirus.
Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas es espectacular. Ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus. Hay grupos que trabajan en proyectos de vacunas contra otros virus similares y ahora tratan de cambiar de virus. Lo que puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección. Por eso, se habla de varios meses u años, pero algunos prototipos ya están en marcha.
Las vacunas son preventivas. Más importante aún son los posibles tratamientos de las personas que ya están enfermas. Ya hay más de 80 ensayos clínicos para analizar tratamientos contra el coronavirus. Se trata de antivirales que se han empleado para otras infecciones, que ya están aprobados y que sabemos que son seguros.
En fin, debemos ser optimistas, la pandemia de gripe de 1918 causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas. ¿Podría volver a ocurrir algo similar hoy en día? Muy probablemente no. Nunca hemos estado mejor preparados para combatir una pandemia.
Buenas Noches.

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